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JUGO

Leonardo Cifuentes
Por : Leonardo Cifuentes Profesional de las Artes. Multidisciplinario por naturaleza. Músico de profesión, con estudios en Antropología y experiencia en medios de comunicación como editor, redactor y CM.
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El ’96 se lanza el segundo disco en estudio de la banda estadounidense Tool, «Anima». Título que mezcla en un sólo término las palabras «anima», y «enema».

La primera hace referencia al estado etéreo del ser, es decir, al alma, y la segunda, a una intervención gastro-intestinal. Un vocablo super acertado para esta producción oscura, que funda los cimientos estéticos del proyecto, a través de un metal-progresivo minimalista, con rítmicas y motivos reiterativos que rayan en el trance, y desarrollos extensos que invitan al viaje sicodélico.

Se trata de un disco difícil de tragar, de hecho, denso, y de cúspides tanto altas como bajas (pueden haber cúspides bajas? sí que sí). Porque la limpieza que sugiere el «enema» tiene una relación directa con la purga, o con el lavado estomacal que conlleva el consumo de ciertas drogas alucinógenas, emparentadas con las más ancestrales concepciones de misticismo y «animismo» (como forma de espiritualidad primitiva, o temprana). El viaje, la introspección, sólo es posible si el componente activo que lo gatilla se incorpora al organismo, y para ello, es necesaria la ingesta de algo «naturalmente» desagradable o, incluso, tóxico.

El chamán, en ese sentido, la machi, toma el rol de aquel que se aventura a lo desconocido y lo peligroso, con la finalidad de ir más allá, y adquirir un compromiso con el cosmos -o con la existencia- al desprenderse del cuerpo: un acto revolucionario en sí mismo, si consideramos que nuestra animalidad se basa exclusivamente en ese cuerpo para existir. La purificación se daría entonces en ambos planos, si creemos que hay algo más allá de nuestro físico.

Como sea, el otro día hablaba con Rafa de las intervenciones que hay en ese disco, y me contó de la historia detrás de la pista 6, «Message to Harry Manback». Resulta que un día llegó a la casa del vocalista un italiano que decía ser amigo de un amigo de Harry, compañero de departamento de Maynard. Se quedó un tiempo ahí, hasta que descubrieron que nadie lo conocía realmente. Ni amigos, ni parientes, ni nadie. Para colmo, se dieron cuenta que el refrigerador había quedado vacío, y tiempo después llegó una cuenta telefónica enorme. Sumado el hecho de que se comportaba como un idiota, lo terminaron echando del departamento.

El mensaje que se escucha en la pista del disco es la grabación que dejó el italiano en la contestadora de la casa, tras ser echado: amenazas y puteadas de un tipo frustrado y enojado.

Para darle una cuota de humor, Tool musicalizó el monólogo con un piano que recuerda el drama y la amargura más profunda del tema de Hulk: simplente HILARANTE. [Escuchar pista con subtítulos AQUÍ]

Con uds. «Hooker with a penis», canción a la que da inicio el intro protagonizado por el italiano jugoso.

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