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La Educación en Salud y las Isapres

Felipe Ruiz
Por : Felipe Ruiz Periodista. Candidato a Doctor en Filosofía.
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Los chilenos sopesamos la publicidad distinto de acuerdo a de donde viene y por eso valoramos de modo diferente lo que se nos transmite. Siendo que la televisión es un medio principalmente de entretención, no somos muy proclives a atender aquello que no sea retribuido de algún modo o en algún momento. Por eso mismo, el aporte económico, material e incluso creativo de las Isapres es fundamental.


Hablar de educación en salud en Chile no es tarea fácil. Sobre todo en verano, donde algunas enfermedades contagiosas aumentan su incidencia en la población.

Para empezar, lo más visible son las campañas televisivas de prevención, vía spot, contra la propagación y contagio del virus Hanta, de la Meningitis, de alguna cepa estacional y virulenta de la Influenza. Pero lo cierto es que estas campañas, extensivas a todo el país, también involucra una educación en salud de persona a persona, ya sea en colegios o en centros de salud (SAPU, SAMU), donde se reparten folletos e instructivos sobre esta materia.

[cita]Los chilenos sopesamos la publicidad distinto de acuerdo a de donde viene y por eso valoramos de modo diferente lo que se nos transmite. Siendo que la televisión es un medio principalmente de entretención, no somos muy proclives a atender aquello que no sea retribuido de algún modo o en algún momento. Por eso mismo, el aporte económico, material e incluso creativo de las Isapres es fundamental.[/cita]

Tenemos así un coste importante para el Estado, que muchas Isapres no asumen bajo ningún aspecto. Esto es así siendo que ellas forman parte del sistema de salud en Chile y que por tanto tienen una responsabilidad social en estas campañas. La iniciativa de algunos diputados de la oposición por obligar a las Isapres a destinar fondos a este respecto es del todo oportuna. Sobre todo pensando en que ellas podrían jugar un papel importante en la educación en salud temprana (a los menores, un sector especialmente vulnerable), y así, contribuir a disminuir los contagios de enfermedades contagiosas.

Lo que ocurre con la educación en salud en Chile, vía preventiva válida por donde se la mire, no causa mayor extrañeza en la población. Estamos acostumbrados a ver campañas contra el contagio de ciertas enfermedades (algunas mortales) e incluso preferimos hacer la vista gorda a algunas recomendaciones.

Sin embargo, todo esto se anula cuando somos atacados por alguna enfermedad y pasamos del lado de los espectadores al lado de las víctimas. La educación en Salud, en el futuro, debería favorecer la toma de conciencia de que la prevención parte por casa, y concienciar a la población en eso es una tarea titánica.

Los chilenos sopesamos la publicidad distinto de acuerdo a de donde viene y por eso valoramos de modo diferente lo que se nos transmite. Siendo que la televisión es un medio principalmente de entretención, no somos muy proclives a atender aquello que no sea retribuido de algún modo o en algún momento.

Por eso mismo, el aporte económico, material e incluso creativo de las Isapres es fundamental. Quizá su misma participación implique de entrada un cambio de conducta en los hábitos de salubridad de la población. La idea de que vamos todos remando en una dirección alimenta dicha hipótesis. Porque, en definitiva, si Chile es un país que demuestra cohesión en ciertos momentos, lo es cuando vemos a su Gobierno y a los privados remando avanzando hacia un mismo destino.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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