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Marihuana: espiritualizando la matriz jurídica

Milton Flores
Por : Milton Flores Psiquiatra. Investigador en Desarrollo Esencial Humano. Director Triagrama, Instituto para el Desarrollo de la Vida en Comunidad.
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Hay algo que no cuadra.

Es en la Constitución chilena, en su artículo primero, donde se asume la existencia de materia y espíritu. La condición esencial del ‘Ser Humano’, según se declara en ella, incluye la espiritualidad, estableciendo después en el artículo 5° que el Estado y su soberanía tienen como límite el territorio de los derechos esenciales de los ciudadanos. Cuando se cultiva el espíritu hacemos ejercicio del Derecho a la Vida y a la integridad física y psíquica, consagrado en el número uno del Artículo 19. ¿Cómo puede ser, estar siendo condenado por cultivar cannabis para mi consumo en el ejercicio de la libertad de creencia, de pensamiento, de profesar una religión y de proveerme de lo necesario para el rito en el que la consagro, derechos que se garantizan en el número 6 de este mismo artículo.

Algo no me cuadra.

Se presentaron testimonios y peritos para contextualizar que la conducta cuestionada se enmarca en una investigación- acción sobre la salud pública, procurando aplicar la ciencia contemporánea a la ciencia social y médica, psiquiatra, salubrista, psicólogos, magister en salud mental comunitaria fisicos, agrónomo, ¿no fueron creíbles?

[cita]El poder de la fuerza colectiva hoy se conduce desde la materia, somos esclavos del control material. Cuando la expansión alcanza una dosis colectiva suficiente como para caer en cuenta de la realidad espiritual comienza la Libertad, es por eso que se aterran, y reprimen los primores de una participación consciente, que busca prescindir de la ilusión y dar paso a una conexión con el todo espiritualizado, como ocurre cuando consumimos cannabis, en grados diversos según la comprensión y destreza para su uso.[/cita]

Un estudio que se realiza sobre la dinámica colectiva del equipo profesional, que da luces sobre la ausencia de lucro, más bien el retorno al trueque, donde se reconoce un eje espiritual en la esencia del funcionamiento individual y colectivo, ¿no fue suficiente?

Resulta difícil comprender. Quizás es demasiado pedir.

Sin duda existen errores, momentos donde no se ha podido salir victorioso, muchos, son inevitables, siempre sin embargo la oferta ha sido sincera, muchas veces asumiendo riesgos para procurar prosperar en la respuesta.

Doloroso no haber podido transmitir una buena noticia al tribunal y suscitar interés por la dimensión espiritual de la matriz jurídica. La Constitución, así como la Convención Interamericana de Derechos Humanos, la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, y la Declaración Universal de Derechos Humanos, cautelan nítidamente el espacio para el despliegue libre del espíritu.

Cuando decidimos contextualizar oportunamente el empleo de una herramienta disponible como la cannabis, en uso ya de modo intuitivo por los chilenos, especialmente en jóvenes, para resolver necesidades precisamente espirituales, salta una oposición incomprensible, que brota del temor a la expansión.

El poder de la fuerza colectiva hoy se conduce desde la materia, somos esclavos del control material. Cuando la expansión alcanza una dosis colectiva suficiente como para caer en cuenta de la realidad espiritual comienza la Libertad, es por eso que se aterran, y reprimen los primores de una participación consciente, que busca prescindir de la ilusión y dar paso a una conexión con el todo espiritualizado, como ocurre cuando consumimos cannabis, en grados diversos según la comprensión y destreza para su uso.

Es una medicina natural para afinarnos como instrumentos vivos, modifica la percepción expandiendo la conciencia, promoviendo la religazón con la existencia más profunda, facilitando el cultivo de derechos consagrados en estos documentos como en ningún otro escrito público con influencia sobre todos nosotros, ofreciendo principios esenciales, sintónicos con los anhelos mundiales y americanos para todo ‘Ser Humano’.

Difícil asumir, sin embargo de eso se trata, de afirmar ahora.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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