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Schmidt, los estudiantes y el diálogo de sordos Opinión

Schmidt, los estudiantes y el diálogo de sordos

Roberto Meza
Por : Roberto Meza Periodista. Magíster en Comunicaciones y Educación PUC-Universidad Autónoma de Barcelona.
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Más allá de “la propiedad de los medios de educación”, sobre 60 % de los alumnos de los colegios particulares subvencionados y universidades privadas pagan parte o el total de sus estudios con subvenciones o créditos. ¿Cómo lo hacemos con ellos? ¿Tendrían que integrarse a universidades o colegios públicos? Y ¿cómo sobreviven las universidades y colegios particulares subvencionados con el 30 % de sus actuales matrículas? ¿Tendrían que cerrar?


Dirigente estudiantil (DE): Ministra, entienda. Lo que el movimiento quiere es educación pública gratuita, universal y de calidad. La educación es un derecho. ¡No al lucro en la educación!

Ministra: ¿Gratuita para todos, incluso para los hijos de los ricos?

DE: Para todos. Es preferible que los ricos paguen más impuestos y que todos sus hijos vayan a establecimientos públicos gratuitos y de calidad y así ayuden a mejorar la educación. Eso no es regresivo, sino progresista…

M: Pero ¿por qué los pobres van a pagar la educación de los ricos con su trabajo e impuestos?

DE: No. Los ricos van a poner más recursos y son ellos los que ayudarán a los pobres.

[cita]Actualmente hay más de un millón de estudiantes en la educación terciaria (universidades, institutos, CFT). Parece, entonces, que nos va a faltar plata, porque el gasto presupuestario anual en Educación aumentaría desde los actuales US$ 12 mil millones a unos US$ 18 mil millones o más. Y sólo tenemos unos US$ 30 mil millones ahorrados afuera, gracias al buen precio del cobre. O sea, nos alcanza para un par de años…[/cita]

M: Pero Uds. mismos reclaman que los ricos son menos del 1 % de la población, por lo que si les subimos los tributos, al final, los que terminan poniendo más son los sectores medios y bajos, porque son el 99 % de la población.

DE: Sí. Pero los ricos manejan más del 30 % del PIB

M: Entonces, igual proporcionalmente ese 1 % pondrá el 30 % y el 99 % restante tendrá que aportar el 70 % que falta. ¿No será mejor concentrarnos en dar gratuidad al 60 % más pobre, pedirles parte del esfuerzo al otro 20 % de capa media, ofreciéndoles crédito barato con aval del Estado (CAE) que paguen cuando egresen y dejar que el 20 % más rico pague su educación con sus recursos?

DE: No. Porque eso es lo que produce la desigualdad y segregación actual. Hay establecimientos para ricos y para pobres. Un verdadero apartheid.

M: Pero entonces, si todos terminan yendo a la educación pública, Uds. quieren terminar con la privada… ¿Dónde queda el derecho a la libertad de enseñanza?

DE: Nooo…! No nos oponemos a que existan colegios y universidades privadas, sino al lucro que con recursos del Estado, de todos los chilenos, hacen los establecimientos que reciben subvenciones o alumnos con CAE.

M: Ahhh… ya entiendo. Es decir, si un alumno de clase media tiene acceso al CAE, sólo lo puede gastar en una Universidad Pública y no en una Privada….

DE: ….

M: Pero entonces, dado que tendríamos educación pública, gratuita y universal no sería necesario el CAE o las subvenciones, porque todos irían necesariamente a una Universidad o Colegio Público gratuito…

DE: … claro… educación pública, gratuita y de calidad.

M: Uff… habrá que financiar una enorme cantidad de matrículas y alumnos.

DE: El Estado debe financiarlos a todos. La Educación es un derecho…

M: Es decir, pagar profesores, insumos, laboratorios, bibliotecas, servicios, luz, agua, etc…

DE: Si puh…

M: Chuu… pero es que actualmente hay más de un millón de estudiantes en la educación terciaria (universidades, institutos, CFT). Parece, entonces, que nos va a faltar plata, porque el gasto presupuestario anual en Educación aumentaría desde los actuales US$ 12 mil millones a unos US$ 18 mil millones o más. Y sólo tenemos unos US$ 30 mil millones ahorrados afuera, gracias al buen precio del cobre. O sea, nos alcanza para un par de años…

DE: Y si falta, podemos financiarla con los ingresos del cobre y del litio.

M: Podría ser, pero el tiempo del cobre a US$ 4 está terminando porque China, que es el gran comprador de materias primas, no va a seguir creciendo a 10 % y el negocio del litio a nivel mundial no supera los US$ 2 mil millones. Igual parece que falta…

DE: Si eliminamos el FUT, obligamos a las empresas a pagar por ganancia devengada y no solo retirada, y aumentamos el impuesto a las utilidades se pueden recaudar más de US$ 10 mil millones anuales más

M: Claro, pero “el capital ataca huyendo” y con menores ganancias por los mayores impuestos, las empresas tienden a irse a mercados donde puedan ganar más. Y en la región hay varios que están gritando por más inversión extranjera.

DE: Siempre amenazan con lo mismo. Pero no se van porque están ganando plata a manos llenas.

M: Justo. Por eso se quedan. ¿No será mejor que nos concentremos en dar gratuidad al 60 % más pobre, pedirles parte del esfuerzo al otro 20 % de capa media, ofreciéndoles crédito barato con aval del Estado y dejar que el 20 % más rico pague su educación con sus propios recursos? Así cumplimos el objetivo de “emparejar la cancha” con igualdad de oportunidades y acceso y no desincentivamos la inversión ni el crecimiento económico, que nos asegura recursos para dar gratuidad al 60 % más pobres?

DE: Eso mantiene las desigualdades y reafirma la ilegalidad del lucro en la educación con recursos públicos…

M: Pero es que si eliminamos la “ganancia” o la “utilidad” del trabajo o el capital, no habrá inversionistas interesados en generar proyectos educativos…

DE: Queremos educación pública, gratuita y de calidad. El Estado debe asegurar este derecho…

M: Pero es que tú mismo ves que no alcanza la plata.

DE: Con la nacionalización de las riquezas naturales y una reforma tributaria en serio, alcanza…

M: Bueno. Entiendo tu postura sobre la educación pública: todos los establecimientos actuales deben ir pasando a administración fiscal. ¿Cómo pagamos las expropiaciones?

DE: ¿Expropiaciones? ¿Qué expropiaciones?

M: La de las universidades privadas y colegios particulares subvencionados…

DE: Nooo…! Ellos pueden seguir funcionando. Pero si los sostenedores quieren seguir lucrando, que lo hagan sólo con los recursos privados. No estamos contra la educación privada

M: ¿…?

DE: Lo que queremos es mejorar la educación pública…

M: Pero es que, más allá de “la propiedad de los medios de educación”, sobre 60 % de los alumnos de los colegios particulares subvencionados y universidades privadas pagan parte o el total de sus estudios con subvenciones o créditos. ¿Cómo lo hacemos con ellos? ¿Tendrían que integrarse a universidades o colegios públicos? Y ¿cómo sobreviven las universidades y colegios particulares subvencionados con el 30% de sus actuales matrículas? ¿Tendrían que cerrar?

DE: Si puh… y no hay necesidad de expropiar…

M: ¿Cómo la Universidad del Mar?

DE:

M: ¿Y los colegios particulares subvencionados? Varios miles se fundaron en el entendido que el Estado —que no tenía caja para hacerlo— requería de capital privado para aumentar la matrícula en los 80-90. Por eso se les aseguró que no serían discriminados respecto de los municipales. Si les cambiamos las reglas del juego, habrá que indemnizarlos, porque en su mayoría son profesores y emprendedores profesionales de capas medias que pierden todo su capital…

DE:

M: Oye, hasta ahora hemos hablado del derecho a la educación, que nadie discute, la propiedad de los establecimientos educacionales, la igualdad, la integración para una sociedad más justa, reformas tributarias, recuperación de las riquezas naturales, pero nada de la calidad …

DE: Ahh..bueno. Primero pongámonos de acuerdo en el derecho a la educación, el acceso igualitario y universal y la eliminación del lucro y después hablamos de lo accesorio…

M: Ahhh… ya chiquillos. Nos juntamos otro día…

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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