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Controlar el Ébola

Esteban Calvo y Rafael Araos
Por : Esteban Calvo y Rafael Araos Esteban Calvo es Director Magíster en Políticas Públicas, Universidad Diego Portales; y, Rafael Araos es Infectólogo, Clínica Alemana de Santiago – Universidad del Desarrollo
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El riego de que la epidemia llegue a Chile es bajo pero bajo ningún punto de vista debe desestimarse.


El pánico al que inducen las epidemias muchas veces lleva a que cundan creencias erradas y se lleven a cabo acciones inefectivas, con nulo o escaso respaldo científico. Sin embargo, para controlar el actual brote Ébola es necesario actuar sobre la base de la evidencia y no del pánico.

El Ébola es una enfermedad causada por un virus. Desde 1976, año del primer brote de Ébola en Zaire, ha habido más de 20 brotes que han sido exitosamente controlados. La epidemia actual en África Occidental ha sido la más grande, alcanzando 13,676 casos reportados y 4,910 muertes en Guinea, Liberia y Sierra Leona, los tres países más afectados. Casos adicionales han ocurido en Nigeria, Mali y Senegal. España y Estados Unidos han reportado casos de transmision en el personal de salud.

El principal reservorio del virus Ébola son los murciélagos frugívoros. Los humanos se contagian por la interacción con animales infectados o por el contacto con fluidos corporales de personas con la enfermedad u objetos contaminados. Se ha especulado mucho acerca de la posibilidad de que el virus actual tenga una mayor capacidad de diseminación que virus anteriores, pero sólidos estudios genéticos y epidemiológicos sugieren que la magnitud del problema no se explica por mutaciones del virus sino por el alto tránsito entre países afectados, junto con barreras económicas y sociales que dificultan el control de la enfermedad.

[cita]El riesgo de que la epidemia llegue a Chile es bajo pero bajo ningún punto de vista debe desestimarse.[/cita]

Los síntomas aparecen entre 2 y 21 días después de haber sido contagiado e inicialmente incluyen debilidad, fiebre, cefalea y dolores musculares, pero luego suman diarrea, vómitos intensos, shock hipovolémico y alteraciones que pueden afectar el estado de conciencia y en más de la mitad de los casos produce la muerte. Las manifestaciones hemorrágicas comúnmente citadas afectan solamente a 1 de cada 10 enfermos y aparecen tardíamente. Desafortunadamente la enfermedad todavía no tiene tratamiento específico.

El riesgo de que la epidemia llegue a Chile es bajo pero bajo ningún punto de vista debe desestimarse. El Gobierno y la comunidad científica han reconocido esto y actuado en consecuencia a las recomendaciones internacionales sobre implementar programas de vigilancia para la detección y manejo oportuno de casos sospechosos. Los casos de países como Nigeria y Senegal, que han logrado controlar exitosamente el brote actual de virus Ébola, constituyen un precedente importante y confirman que la enfermedad puede ser contenida y superada con medidas generales basadas en la educación de la población, prácticas de higiene adecuada, detección de casos y sus contactos, uso de protección especial en el personal de salud, aislamiento oportuno, manejo clínico adecuado y prácticas seguras para enterrar a los fallecidos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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