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Las pruebas del Cumbres: enseñando a discriminar

Por suerte ahora uno puede aprender tanto o más fuera de la sala de clases que dentro de esta y la alumna de la prueba en cuestión sabe que lo que le están enseñando no está bien, pero de igual forma tuvo que responder de manera correcta porque en su colegio Religión cuenta en el promedio de notas y, en la lucha por ingresar a la universidad, cada décima cuenta.


Estos días han estado marcados por hechos que sorprenden por la falta de criterio con la que a veces actúa nuestra sociedad. Las palabras del «Zorrón UDD» o la sentencia de cuatro años de libertad vigilada de John O’Reilly son ejemplos de esto, pero ayer me encontré con una foto en Facebook que me dio rabia y me hizo recordar a mi mamá cuando me decía «nunca hay que sorprenderse de la estupidez humana».

La imagen es de una prueba de Religión de 1° Medio del Colegio Cumbres femenino (sí, el mismo de O’Reilly), donde se pide a las alumnas que mencionen a qué mandamiento se falta en tres enunciados que se entregan. El segundo dice: «B.- Berta y Paula mantienen una relación sentimental», a lo que la alumna responde: «6to mandamiento. No cometerás actos impuros». Respuesta correcta… para el profesor.

Es triste pensar que en el siglo XXI, donde uno de los problemas más grandes que tienen los jóvenes es el bullying, un colegio, independientemente de si es católico, laico u ortodoxo, enseñe a discriminar por las opciones personales que se puedan tener. Además, tener una relación sentimental, creo, es querer a alguien sin importar sexo, edad, porte o raza. Yo quiero a mi familia, a mis amigos y he querido a varias mascotas.

[cita]Por suerte ahora uno puede aprender tanto o más fuera de la sala de clases que dentro de esta y la alumna de la prueba en cuestión sabe que lo que le están enseñando no está bien, pero de igual forma tuvo que responder de manera correcta porque en su colegio Religión cuenta en el promedio de notas y, en la lucha por ingresar a la universidad, cada décima cuenta.[/cita]

Sé que no está dentro de los ideales inmaculados del Colegio Cumbres y que no ven como correcto o normal la homosexualidad, lo encuentro retrógrado pero lo puedo llegar a entender, pero lo que no comprendo es por qué enseñar a discriminar a sus alumnos. Hay mil ejemplos que podrían haber usado, pero no, tenían que poner a una pareja de mujeres que se querían y que para ellos es reprochable.

Por suerte ahora uno puede aprender tanto o más fuera de la sala de clases que dentro de esta y la alumna de la prueba en cuestión sabe que lo que le están enseñando no está bien, pero de igual forma tuvo que responder de manera correcta porque en su colegio Religión cuenta en el promedio de notas y, en la lucha por ingresar a la universidad, cada décima cuenta.

Sin duda, una pena que estos hechos pasen y que probablemente sigan pasando, sobre todo cuando se vulnera el derecho más fundamental de todos, la libertad… de elegir, pensar y vivir, además pasando a llevar la Ley Antidiscriminación.

Como me comentó Daniel Matamala: ¿qué prima, libertad de cátedra o Ley Antidiscriminación? Se abre el debate.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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