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¿Por qué una universidad gratuita en Aysén?

Felipe Rojas
Por : Felipe Rojas Territorio Aysén de Revolución Democrática
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En línea con la demanda del movimiento social y estudiantil de los últimos años, y del propio programa de Gobierno, resulta imprescindible que la Universidad se construya desde la gratuidad para los estudiantes, como modo real de avanzar a un nuevo pacto social donde la educación sea un derecho para los hijos e hijas de Aysén.


En Chile, se avanza en la construcción de un sistema público universitario que suma nuevas universidades regionales y reconstruye los centros de formación técnica estatales. Este avance asume que en el Estado recae la responsabilidad principal de asegurar que el acceso a la educación superior se constituya en un derecho social de la población, garantizando calidad, acceso, permanencia y egreso sin discriminación de ningún tipo. Es objetivo declarado del actual gobierno, pero también de la ciudadanía y los movimientos sociales, avanzar en construir y fortalecer un cabal sistema público de educación universitaria gratuita. Este tremendo desafío se alinea con países como Alemania, nación que declaró la gratuidad en el sistema público universitario como uno de sus principios fundamentales.

La Universidad pública para Aysén aparece entonces como una política pública particularmente relevante, sobre todo para un territorio tan especial como éste. La vida en la Patagonia aysenina, marcada por una bellísima, pero dura naturaleza y geografía, significa para sus habitantes enfrentar una serie de brechas y dificultades de acceso a servicios, conectividad y oportunidades de desarrollo. Esto, a pesar de las enormes potencialidades de un territorio de reciente colonización y baja densidad poblacional. En este marco de desafíos y oportunidades, una de las principales demandas de la ciudadanía -priorizada en el movimiento social del año 2012- es contar con una Universidad estatal: no sólo para lograr un mejor acceso a la educación superior, sino como motor de desarrollo en una zona donde hay tanto por hacer y crear. No una sede universitaria, sino una Universidad propia, con identidad y arraigo patagón.

[cita]En línea con la demanda del movimiento social y estudiantil de los últimos años, y del propio programa de Gobierno, resulta imprescindible que la Universidad se construya desde la gratuidad para los estudiantes, como modo real de avanzar a un nuevo pacto social donde la educación sea un derecho para los hijos e hijas de Aysén.[/cita]

Sin embargo, no da lo mismo qué modelo de universidad. Los grandes desafíos y oportunidades que enfrenta esta Región, en la cual sus habitantes comparten un paisaje, una historia y una cultura, pero también altísimos costos de vida y una serie de dificultades para acceder a servicios de salud y educación de calidad, generan la necesidad de un activo impulso en educación superior por parte del Estado que se haga cargo de estas brechas históricas. Por esto sumamos al debate que, si bien en todo el país tiene sentido que las universidades estatales sean gratuitas, en la Región de Aysén esto se vuelve doblemente relevante. Aportamos aquí cinco razones para que la Universidad de Aysén sea gratuita desde su nacimiento, y se proyecte en el tiempo comprometida con los habitantes de la región.

En línea con la demanda del movimiento social y estudiantil de los últimos años, y del propio programa de Gobierno, resulta imprescindible que la Universidad se construya desde la gratuidad para los estudiantes, como modo real de avanzar a un nuevo pacto social donde la educación sea un derecho para los hijos e hijas de Aysén.

La posibilidad de acceder a una educación superior gratuita y de calidad, inspira a los estudiantes a sumar esfuerzo durante todo la etapa escolar, incluso desde pequeños. La gratuidad libera una de las principales barreras que genera en muchos niños y familias una desesperanza aprendida: que por su alto costo llegar a la universidad no es para ellos. Por lo tanto una educación superior gratuita y cercana tiene el potencial de cambiar las expectativas, nivelar la cancha y abrir grandes oportunidades para todos los estudiantes. Algunos ejemplos de esto ya se han visto con los sistemas especiales de acceso a las universidades y los proyectos propedéuticos, que contribuyen a mejorar el acceso y la permanencia.

Diversos estudios confirman la importancia de la educación como uno de los factores para mejorar la movilidad social. En el contexto regional de Aysén la desigualdad es similar al promedio nacional, pero la Región cuenta con una proporción inferior de profesionales, que impacten positivamente en la movilidad social de sus habitantes.

Promover la migración desde otras regiones o países. Hasta el año 1982, la población de Aysén crecía más rápido que la población en Chile. Pero en las últimas décadas este crecimiento se ha estancado. Se requiere promover la migración hacia la Región, ya no entregando tierras como se hacía en el pasado, pero sí entregando educación gratuita a quienes desean progresar en la Región.

Las familias ven en las dificultades económicas, una de las razones para no tener hijos; y es claro que uno de los mayores costos que enfrentan los hogares se encuentra en el financiamiento de la educación (más aún si deben viajar cientos de kilómetros a estudiar fuera de la Región). Por esto creemos que en un territorio con baja población, políticas que contribuyan a la gratuidad de la educación y la salud, mejorarían la tasa de natalidad y harían más atractiva la vida en la Región.

Quienes participamos en el Movimiento Revolución Democrática nos sumamos con fuerza a la demanda del movimiento social por una educación superior gratuita, y esperamos que la Universidad de Aysén sea pionera en construir un nuevo modelo de universidad, innovadora en su formación, su financiamiento y su propuesta de hacer universidad en este territorio de Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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