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La Dictadura de la Nueva Minoría

Ahora estamos asistiendo a un absurdo y fantasmagórico espectáculo parlamentario destinado a “retroexcavar” el precario régimen actual de limitada libertad de enseñanza chileno y así “bajar de los patines” a todos y dejarlos en el nivel peor, que es el estatal, para después dar el zarpazo final a la educación particular.


La última encuesta nacional Cadem-Plaza Pública dice que el 51% de los chilenos desaprueba la gestión de Michelle Bachelet, vs. un 37% que la aprueba; que el 48% desaprueba la reforma tributaria y un 40% la educacional, versus, respectivamente, un 36% y un 37% que las aprueban. Pero la primera reforma ya es ley, en medio del desconcierto que su texto ha provocado, dado que nadie se atreve a calibrar sus efectos, que la mayoría avizora negativos. La segunda reforma está siendo impuesta por la mayoría parlamentaria, representativa de la minoría ciudadana actual, y ella anuncia la muerte en Chile de la verdadera libertad de enseñanza.

La minoría gobernante gobierna porque un 62% de los votantes (habiendo votado menos de la mitad de los que podían hacerlo), eligió a Michelle Bachelet creyendo que era una política moderada de centroizquierda (pues lo había sido) y jamás pensaron que en cuatro años había mutado. Bueno, ahora arroja la piel de oveja y revela su verdadero yo de admiradora del modelo socialista de la RDA y del de la Cuba de Castro y nos ordena ser todos iguales.

Por eso la mayoría ciudadana, al comprobar lo equivocada que había estado la mayoría electoral, ahora reprueba los proyectos de esta autodenominada Nueva Mayoría que ha pasado a ser Nueva Minoría real. No obstante ser esto último, pasa la “retroexcavadora” y desmonta el modelo chileno de libertad de enseñanza restringida, “bajando de los patines” a todos los que pretendan aventajar a los demás en calidad, para usar las dos frases más representativas del oficialismo emitidas el año pasado.

Desde ahora niños los chilenos deberán aprender a ser iguales, como lo son desde la cuna hasta la tumba los habitantes de Cuba y la RDA. Lo único que no les van a enseñar, pero todos van a aprender mejor que nada, es cómo ingeniárselas para irse a vivir a una sociedad desigual y libre (lecturas recomendadas: “Nuestros Años Verde Olivo” y “Detrás del Muro”, ambos de Roberto Ampuero).

Ahora estamos asistiendo a un absurdo y fantasmagórico espectáculo parlamentario destinado a “retroexcavar” el precario régimen actual de limitada libertad de enseñanza chileno y así “bajar de los patines” a todos y dejarlos en el nivel peor, que es el estatal, para después dar el zarpazo final a la educación particular, que es la única parcialmente libre, pues una cadena la ata: la programación obligatoria impuesta por el Estado a través de los llamados “contenidos mínimos”, que de hecho son máximos.

Epílogo sobre libertad de enseñanza (para que usted sepa qué es lo que no existirá más en Chile):

Poder elegir educar por su cuenta, ganarse la vida y prosperar enseñando.

Poder fundar establecimientos educacionales de todo nivel libremente, con sus propios programas, infraestructuras, modelos y métodos.

Admitir o rechazar alumnos de manera también libre, pues la posibilidad de rechazar es el mejor indicador de calidad y proviene de la preferencia de las familias que sobredemandan a los mejores establecimientos.

Formar egresados que, por sus condiciones, puedan llegar a ser preferidos por las universidades y, cuando egresen de éstas, por las empresas e instituciones, deseosas de contratarlos por su potencialidad de buen desempeño profesional, técnico, laboral o productivo.

Poder tener dinero para pagar la enseñanza de sus hijos, porque los más de siete BILLONES de pesos anuales que van al monstruo burocrático llamado Ministerio de Educación y todos sus meandros y vericuetos rentables para los burócratas “connaisseurs” del sistema, en la sociedad libre serán redestinados íntegramente a las familias vulnerables para que financien la educación de sus hijos en los mejores establecimientos de su elección (alcanza demás para eso).

Pero la Nueva Minoría, desde Kerenskys hasta bolcheviques, que manda en el Ejecutivo, en el Congreso y en el Poder Judicial, hará lo necesario para que en Chile nada de lo anterior pueda llegar a ser realidad.

Así No Sea.

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