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La Consigna y la Historia

La verdad histórica dice que el antecesor inmediato de Augusto Pinochet se enriqueció en tres años mucho más que éste en diecisiete; y sus sucesores, hasta Lagos, mensualmente se enriquecían más del doble que aquel.


En mi blog anterior mencioné el caso de Ricardo III de Inglaterra, cuya historia se ha escrito sobre la base de consignas y no de verdades, tal como le sucedió a un gobernante de nombre Augusto en Chile. Así lo testimonia la columna de hoy en “El Mercurio” del historiador Álvaro Góngora, quien afirma que ningún Presidente de Chile se enriqueció en el poder, “salvo uno”. Todos debemos saber a quién alude, porque las consignas, no la verdad histórica, han inculcado a los chilenos, incluidos los historiadores, que fue el único que se enriqueció en el poder. Pero eso es falso.

Desde luego, resulta que al único Presidente, que se sepa, que le han hecho un examen riguroso de sus cuentas personales durante su mandato, en la historia de Chile, ha sido al mencionado Augusto. Tal examen lo realizó un adversario político suyo, el director socialista de Impuestos Internos, cuyo informe se publicó en “La Tercera” del 8 de octubre del 2005. Allí se reveló que durante los 17 años de ejercicio del poder por Pinochet sólo hubo la cantidad de 544 mil dólares que no figuró en sus declaraciones. Y al imputado no se le dio tampoco el derecho a explicar la diferencia.

De su antecesor en el mando supremo, Salvador Allende, dijo el embajador de los Estados Unidos bajo el gobierno de aquél, Edward Korry, en “La Segunda” del 22 de octubre de 1996, que le constaba un soborno de 800 mil dólares pagado por empresas salitreras, al referido Presidente, para asegurarse una compensación por la expropiación. Aparte de eso, el ex agente del KGB Vasili Mitrokin, en su conocido libro “El Mundo Iba en Nuestra Dirección”, habló de 50 mil dólares, no se sabe si anuales o por una vez, pagados al mismo Allende.

Entonces ya tenemos un antecesor de Pinochet que se enriqueció en menos de tres años de ejercicio del poder bastante más que éste en diecisiete.

¿Y sus sucesores? Sabemos que durante los mandatos de los sucesores de Pinochet, Aylwin, Frei y Lagos, los ministros se llevaban “sobres con billetes” por un millón 800 mil pesos de gastos reservados, mensualmente, para la casa, según confesó un ex ministro a “El Mercurio” de 17 de octubre de 2002. “Fue una corruptela”, confesó cándidamente entonces el primer sucesor de Pinochet, Patricio Aylwin, al mismo Mercurio. Y el sobre presidencial era del doble que el ministerial. Es decir, los mandatarios se enriquecían a razón de unos seis mil 600 dólares mensuales, según el tipo de cambio de la época. Hasta que fueron “pillados” bajo el gobierno de Lagos; y luego perdonados y amnistiados, aparte de que Lagos mismo fue además premiado, pues según el acuerdo a que llegó con Pablo Longueira, presidente de la UDI (colectividad muy generosa con el adversario en problemas) se les aumentó el sueldo a los gobernantes en el mismo monto del sobre clandestino, a cambio de disminuirse los gastos reservados.

Es decir, la verdad histórica dice que el antecesor inmediato de Augusto Pinochet se enriqueció en tres años mucho más que éste en diecisiete; y sus sucesores, hasta Lagos, mensualmente se enriquecían más del doble que aquél.

Pero como nuestra opinión se forja sobre la base de consignas y no de verdades, oficialmente “sólo un” gobernante, nos dice un historiador, sabedor de que todo el mundo entenderá, se enriqueció en el poder.

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