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Me enteré por un chacón

Jaime Retamal
Por : Jaime Retamal Facultad de Humanidades de la Usach
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Ahora resulta que la moda es “enterarse por la prensa”. La élite se entera por la prensa oficial de las truhanadas propias. Que en mi propia casa vive un truhán, que en mi propio partido político, que en mi empresa, que en mi corredora… pero no lo sabía hasta que lo leí, lo escuché o lo vi en la prensa. Según se ha revelado –transformándose en el paradigma por excelencia– hasta el hijo de la Presidenta se enteró por la prensa de los negocios de su esposa. Lo que sucede es que, al enterarse por la prensa, uno quedaría eximido de cierta responsabilidad política, ética y judicial. Por ello se ha dicho que esto sería una estrategia sugerida por un mix de expertos en comunicaciones y abogados.

Ciertamente cada día puede ser peor. Menos mal que para el pueblo, que se moviliza mañana a mañana, la verdadera prensa está en las calles, en sus murallas, a través de los siempre irónicos “chacones”. A la salida del metro Los Héroes o Parque O’Higgins, por el cerro Santa Lucía o en Alameda con Seminario, por Américo Vespucio o por Vicuña Mackenna, al menos los “chacones” le informan a la clase trabajadora lo que debe saber.

El pueblo desde niño sabe que “El Mercurio miente”. Sabe que aunque la prensa haga gárgaras con los escándalos de moda, no hace sino responder a oscuros intereses del mismo poder económico y político, siempre complotador de las mayorías populares y democráticas.

Por eso, los famosos “chacones”, esos lienzos de alegre ironía izquierdista, se despliegan por las principales calles de nuestras ciudades, para crear conciencia crítica y popular. Es la verdadera prensa que le informa a la clase trabajadora y la mantiene alerta, vigilante, de las verdaderas sinvergüenzuras de nuestra clase política y empresarial. Los “chacones” no le rinden pleitesía al poder. Ellos son un poder. Viven en la memoria colectiva. Por ello, felizmente, no han caído en los embustes comunicacionales de la Nueva Mayoría, en su pretendida agenda reformista de izquierda. Siguen creando conciencia colectiva de clase. Los “chacones” saben que la Nueva Mayoría es otro nombre para la misma receta de la Concertación. Receta de instrumentos neoliberales para el gobierno de la agenda social en educación, en salud, o en lo que sea.

Por ejemplo, me enteré por un chacón que la otrora izquierda de la Nueva Mayoría, liderada por el senador del PPD Jaime Quintana, sí, el mismo que inventó la frase de la retroexcavadora, ahora sería un entusiasta promotor de Ricardo Lagos.

[cita] Menos mal que los “chacones” no están controlados por el Partido Comunista, hoy por hoy, más papistas que el Papa. Menos mal que siguen siendo fieles al hombre y a la mujer trabajadora… a los estudiantes.[/cita]

Y así en más.

Me enteré por un chacón que los diputados que fueron a Finlandia a ver el modelo de educación, cobraban doble viático, y que como gesto de probidad y de educación cívica, lo devolvieron, en circunstancias que pudieron haber devuelto el costo del pasaje, que era más caro.

Me enteré por un chacón que un supremo líder del Partido Comunista, diputado de la nación, tenía Ficha de Protección Social.

Me enteré por un chacón que la educación pública, con la Nueva Mayoría, progresó en su deterioro. Estaba al borde del abismo, pero dio un paso adelante.

Me enteré por un chacón que la gratuidad en la educación superior de la Presidenta Bachelet es una beca para unos pocos y no un derecho para todos.

Me enteré por un chacón que La Moneda despidió al funcionario público que logró un acuerdo favorable para los trabajadores de Banco Estado.

Me enteré por un chacón que Educación 2020 es una forma de hacer política nuevamayorista, pero con otro nombre y por otros medios.

Me enteré por un chacón que los profesores tendrán que seguir esperando por una carrera decente.

Me enteré por un chacón que el presidente de la Democracia Cristiana tiene cabeza de pelota de Rugby.

Me enteré por un chacón que la nueva Constitución tiene para rato.

¡Es que los “chacones” no han dejado pasar una!

Menos mal que los “chacones” no están controlados por el Partido Comunista, hoy por hoy, más papistas que el Papa. Menos mal que siguen siendo fieles al hombre y a la mujer trabajadora… a los estudiantes.

Es que es así. Mientras las elites se sigan enterando por la prensa de sus truhanadas, menos mal que la alegre ironía izquierdista de los lienzos callejeros, los “chacones”, sigue manteniendo viva la llama de la conciencia de clase.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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