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Duopolio y Fiscalía dispareja

Esteban Valenzuela Van Treek
Por : Esteban Valenzuela Van Treek Ministro de Agricultura.
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El binominalismo no murió con la reforma electoral, sigue vivo en el partido del orden y los acuerdos oligárquicos de los grupos dominantes de la ex Concertación y el entorno de Piñera (negocios + UDI) que han logrado que reine el cinismo, el doble estándar y, como colofón, el actuar disparejo de la Fiscalía.

Los escándalos Penta y SQM de manera evidente demostraron el sistema naturalizado de financiamiento irregular de partidos, primarias y precampañas de los precandidatos y candidatos de las dos coaliciones mayores, pero la Fiscalía cita como “inculpado” solo a ME-O, el díscolo reformista que más se acercó a la verdad al decir al menos que se investigue “a todos”.

Indigna observar cómo Santiago Valdés, el brazo derecho de Piñera, es acusado y cuestionado en toda una red de negocio con Délano, Bancard, y el ex Presidente, quien no es citado, ni siquiera debe molestarse para un cuestionario. Al igual que la precampaña y primarias de la Nueva Mayoría que no existieron, todo fue un invento de un administrador meticuloso, Martelli, el mago, que inventó un sistema para sí mismo de contratos y asesorías. Ni Peñailillo, ni los que dieron asesoría, ni los que hicieron el fund raising han sufrido lo del administrador sincero que en un seminario reconocía que en Chile había financiamiento regulado para las campañas y no para lo previo ni para los partidos. Nadie supo nada, ni el PS/PPD, ni el PR ni la DC. Nadie dijo nada, ni la Presidenta. Como el fin del pobre diablo del poema ácido de Pezoa Véliz, “tras la paletada nadie dijo nada”… ni nadie preguntó a las altas esferas.

La frase cliché del “peso de la noche” de la política oligárquica y ciega de poder a toda costa se queda corta; ahora las instituciones van sobre los disidentes, que nadie se mueva fuera del duopolio. Ya lo vivió Marcel Claude y el pobre Parisi, a quien Evelyn Matthei y la derecha no soltaron al amenazar su paso a segunda vuelta. Todos aplaudieron la cacería, como una novela grotesca de Salinger. Y nadie investiga las hebras de la millonaria primaria Longueira-Allamand… Quietud, silencio y serenidad en la alta élite; las supuestas instituciones autónomas saben que no pueden pasar el límite o se les viene el acoso y los recortes presupuestarios; hay que estar bien con los administradores del duopolio que son el gran “nombrador” de los resortes del poder: director del SII, miembros de la Corte Suprema, superintendentes, consejo de televisión, directorio de TVN, contralor, Fiscal Nacional, “defensores de Chile” en La Haya, todo bajo control, milimétrico, sin oxígeno para las minorías relevantes y las voces rebeldes de independencia.

[cita] Y nadie investiga las hebras de la millonaria primaria Longueira-Allamand… Quietud, silencio y serenidad en la alta élite; las supuestas instituciones autónomas saben que no pueden pasar el límite o se les viene el acoso y los recortes presupuestarios; hay que estar bien con los administradores del duopolio que son el gran “nombrador” de los resortes del poder [/cita]

Por cierto hay fallos de la Corte Suprema que muestran firmeza y juicio, como hay investigaciones que avanzan, pero muchas no, se posponen, y la del financiamiento irregular de la política, más allá del tecnicismo del mérito de cada causa y testimonios, no pone frente a una comedia asimétrica, a una hoguera de falsedades y medias verdades.

Ni en los tiempos del MOP-Gate hubo tal descaro. Lagos no reconoció, pero no negó. Las onces de Insulza con el Presidente de la Corte Suprema fueron casi públicas, se filtraron hasta en el rol de Calderón. Longueira concurrió a La Moneda para buscar “el pacto histórico de la mejora de salarios en los altos directivos con servicio civil para la selección”… ahora, en las brumas de la primavera nubosa de Santiago la ley de hierro de la oligarquía llega al paroxismo, al silencio de los cómplices de toda especie. No quieren competencia e interpelan a otros sin autoridad moral, patetismo banal.

No hay más que esperar en el tiempo mejor que ha de venir –“pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad”–: reconocimiento de los detentadores del poder duopólico, ley pareja desde la Fiscalía, menos autoinhibición investigativa de la prensa y haciendo los mapas obvios y organigramas obvios del poder –con las excepciones como este medio–, habla de los subalternos, primacía de la verdad, resarcimiento, sin impunidad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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