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Seguridad pública, una tarea multidimensional

Felipe Mancilla
Por : Felipe Mancilla Socialcristianos Por Chile
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El tema de la seguridad pública se ha tomado la agenda de los medios de comunicación y del debate político en los últimos meses. Razones para ello existen de sobra, sólo basta mirar los índices sobre la creciente sensación de inseguridad que viven miles de ciudadanos, el nivel de violencia con el que se efectúan los delitos y la aparición de nuevos métodos para cometerlos.

Si bien es cierto, los distintos gobiernos tienen una tarea esencial en materia de seguridad, no es menor el trabajo que les compete a los gobiernos locales, es decir, a las municipalidades.

En ese sentido, es importante comprender que desde el mundo municipal, el combate a la delincuencia no pasa única y exclusivamente por la creación de policías locales, más conocida como seguridad ciudadana. En ella se conjugan una serie de elementos igual de importantes que la anterior, tal como lo son la disposición y mejoras de los espacios públicos, la participación y organización de la comunidad, entre otros. De esta forma, lo que se busca es poder integrar más variables a un problema multidimensional.

[cita tipo=»destaque»] Solo una acción decidida de los gobiernos locales con fuerte apoyo del gobierno central -por una preocupación ciudadana y transversal- permitirá corregir el camino hasta ahora avanzado por la delincuencia.[/cita]

Es por esto, que en el marco de la configuración de los espacios públicos, la disposición con la que se presentan los elementos que determinan un barrio –especialmente en comunas grandes como La Florida o Puente Alto- son de vital importancia, ya que ciertas condiciones de diseño son más propicias que otras en la percepción de espacios seguros. De allí provendrá la valoración que le dan los municipios y la comunidad a la permanente modernización de la infraestructura barrial.

Por otro lado, la cohesión de una comunidad resulta de vital importancia, configurándose ésta como uno de los elementos sustanciales a la hora de hacer frente a la problemática de la seguridad. Es la comunidad barrial, la primera organización a la que recurren cientos de ciudadanos ante la desprotección tanto del gobierno central y local en materia de seguridad. La participación de los vecinos en las comunidades vecinales, ya sean Juntas de Vecinos, Comités de Adelanto o Clubes deportivos, entre otros, es una necesaria e importante arista para hacer frente a la delincuencia.

Solo una acción decidida de los gobiernos locales con fuerte apoyo del gobierno central -por una preocupación ciudadana y transversal- permitirá corregir el camino hasta ahora avanzado por la delincuencia. En ella es indispensable que los vecinos puedan reconocer en la gestión municipal, una herramienta útil para la resolución de problemáticas locales y de uso cotidiano. A esto se suma, el compromiso que debiese asumir cada ciudadano con sus respectivas organizaciones barriales.

En síntesis, hacer frente al constante nivel de inseguridad que se vive en nuestros barrios, es una tarea compartida tanto del gobierno central como también de las municipalidades y la comunidad organizada. De estas últimas, dependerá la realización de un trabajo mancomunado que permita determinar los puntos críticos donde sea necesaria la inversión, logrando llevar a cabo un plan de mejoramiento urbano, el cual permita la disposición de una infraestructura adecuada, la generación de espacios utilizables por la comunidad, el que finalmente tiene por consecuencia, inhibir la delincuencia.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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