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Desarrollo sostenible como eje de la nueva Constitución

Ricardo Bosshard
Por : Ricardo Bosshard Director de WWF Chile
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El actual proceso constituyente es una oportunidad para saldar las múltiples falencias que un amplio sector de la sociedad chilena ha identificado en la actual Carta Fundamental.

Chile es un país muy distinto al de hace cuarenta o treinta años, y temas que en ese entonces recién se asomaban en la agenda pública, hoy se han vuelto muy relevantes e incluso claves para el porvenir de la nación.

Uno de ellos es el medio ambiente, con sus múltiples desafíos actuales, entre los que se cuentan el desarrollo sostenible y la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.

En 1980, Chile fue uno de los primeros países de Latinoamérica en incorporar temas ambientales en la Constitución Política y, luego, en la reforma de 2005, amplió el recurso constitucional de protección a la materia ambiental.

Pero hoy, en 2016, ya nos hemos quedado atrás. Mientras otros países de la región han logrado darle carácter constitucional a esta problemática, incorporando los temas identificados globalmente por la ONU en las conferencias de Medio Ambiente, Chile aún no recoge el guante de este desafío. Pero la nueva Constitución es la oportunidad de hacerlo.

[cita tipo=»destaque»] Como organización de conservación, creemos que es clave que se incorpore el desarrollo sostenible como eje conceptual, aspirando a alcanzar un futuro en que los chilenos vivamos en armonía con el medio ambiente. Es decir, en que nos desarrollemos dentro de la biocapacidad que nos entrega nuestra naturaleza, cuidando los recursos, pero a su vez beneficiándonos de los servicios ambientales que nos provee y que son claves para la vida.[/cita]

No es un hecho menor, además, que seamos el segundo país de la región, luego de Ecuador, en discutir una nueva Carta Fundamental durante el siglo XXI. Por tanto, debe estar a la altura de los desafíos ambientales de este siglo.

Como organización de conservación, creemos que es clave que se incorpore el desarrollo sostenible como eje conceptual, aspirando a alcanzar un futuro en que los chilenos vivamos en armonía con el medio ambiente. Es decir, en que nos desarrollemos dentro de la biocapacidad que nos entrega nuestra naturaleza, cuidando los recursos, pero a su vez beneficiándonos de los servicios ambientales que nos provee y que son claves para la vida.

A partir de este eje, deberían incorporarse aspectos como protección de la biodiversidad, producción y consumo sostenibles y el cambio climático. Todos temas ausentes en la Constitución vigente.

En la misma línea, es necesario que esta revisión recoja la experiencia internacional y se alinee con los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU, esfuerzo en el que Chile se ha comprometido.

Lo anterior, compatibilizado con una bajada a la realidad local, podría aportar a la construcción de una nueva Constitución moderna y capaz de hacer frente a las tareas más críticas del presente y del futuro.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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