Señor Director:
En la década de los 80, el sistema de Educación Superior presentó un giro significativo. Cambió la cantidad y el tipo de instituciones, así como el número de matrículas y oferta de carreras. Este cambio radical se centró principalmente en la desarticulación de las Universidades del Estado, posibilitando al mismo tiempo la creación de universidades privadas, además de asignar un nuevo criterio de financiamiento.
A la fecha, no se ha modificado esa estructura, sino que más bien se ha perfeccionado para una mejor y mayor regulación. Por lo tanto, el proyecto que acaba de ser enviado al Parlamento constituye la primera vez, desde 1981, donde se discute una Ley marco sobre Educación Superior. Esta es una oportunidad histórica para una reforma estructural.
En esta nueva etapa de recuperación de la educación pública, es urgente y prioritario concebir el desarrollo de la educación superior en matrícula, investigación y vinculación con el medio, no sólo en atención a las necesidades nacionales y regionales, sino fundamentalmente considerando los nuevos paradigmas de creación, formación y gestión del conocimiento. La Ley debería estar en coherencia con la idea rectora y central de recuperación y fortalecimiento de una educación pública al servicio del desarrollo y del buen vivir de la población chilena.
Para priorizar el fortalecimiento de la educación pública superior, al menos se deben realizar las siguientes medidas: Aumento de la matrícula de primer año en Universidades estatales; Recuperación y ampliación de infraestructura y desarrollo de un plan de perfeccionamiento docente; y Fortalecimiento de las labores de investigación y extensión. Su financiamiento debe provenir de fondos basales que permitan estudiar gratuitamente a todos los estudiantes. Por otra parte, también se debería generar un nuevo escenario institucional para que las mejores universidades privadas puedan continuar y reforzar su desarrollo, sin lucro y colaborando a la tarea pública. Además, se debería configurar un sistema nacional de formación técnica, con altas capacidades y de carácter público.
Poniendo al centro estos elementos, podemos avanzar hacia una verdadera reconstrucción de la educación pública, y a su vez reconfigurar un sistema de educación superior que aborde los desafíos que nos plantea la sociedad del siglo XXI.
Iván Páez
Director Ejecutivo
Programa Transversal de Educación- Universidad de Chile