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Mitos sobre la migración y cultura de derechos humanos

Lorena Fries Monleón
Por : Lorena Fries Monleón Diputada distrito 10.
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Hay quienes relacionan la migración únicamente con la delincuencia, pero en 2015 solo el 0,3% de las denuncias de ilícitos involucró a un extranjero. También se dice que los migrantes afectan nuestra identidad nacional, pero la historia de Chile, sabemos, se ha construido con la participación de destacadas y destacados migrantes, como el venezolano Andrés Bello, el polaco Ignacio Domeyko o la española Roser Bru, solo por nombrar a algunos.

Si bien en un mundo global aumentan los riesgos a la seguridad, el resguardo de ella se debe equilibrar con los derechos de las personas migrantes. Si no, los discursos pueden extremarse con medias verdades, falsedades o presunciones basadas en estereotipos. Son discursos peligrosos que instalan irresponsablemente la noción de superioridad nacional, pudiendo poner en riesgo la sana convivencia democrática y violando un principio fundante de los derechos humanos: todos y todas tenemos los mismos derechos solo por el hecho de ser humanos.

[cita tipo= «destaque»]En este momento estamos en proceso para responder ante los organismos internacionales por la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares, y la Convención para la Eliminación de la Discriminación Racial, temas en los que como gobierno estamos empeñados en avanzar, a fin de que todas las personas gocen de sus derechos y cumplan sus deberes.[/cita]

Sin hacer ficción, en Chile vemos cómo la estigmatización sobre las personas migrantes contribuye a reproducir entornos de vulnerabilidad y precarias condiciones de vida, acompañados muchas veces de la vulneración de derechos laborales, de desigualdades educativas para niños(as) y jóvenes, y de obstáculos, en la práctica, para acceder a los sistemas de salud y a viviendas adecuadas.

Es más que sabido que la segregación y las desigualdades son factores que contribuyen a generar violencia e inseguridad, por lo que el discurso de la seguridad basado en la expulsión y segregación de las personas migrantes atenta contra lo mismo que se quiere atacar.

En este momento estamos en proceso para responder ante los organismos internacionales por la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares, y la Convención para la Eliminación de la Discriminación Racial, temas en los que como gobierno estamos empeñados en avanzar, a fin de que todas las personas gocen de sus derechos y cumplan sus deberes.

Entre esos avances, la nueva Ley de Migraciones en la que este gobierno trabaja nos permitirá dejar atrás el decreto ley de 1975 y superar así la concepción y las deficiencias que este tiene sobre las y los migrantes. Es una tarea que ratifica el compromiso del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet con los derechos humanos y que se suma a la creación de esta Subsecretaría, que tiene la importante labor de coordinar políticas públicas con un enfoque de derechos. Una de nuestras primeras misiones es la construcción del Plan Nacional de Derechos Humanos, que tendrá como uno de sus grupos prioritarios a las personas migrantes.

La idea, a final de cuentas, es invitar a todos y a todas quienes habitan en este territorio a construir el país que queremos: un país que valore su diversidad, que la integre y que dé paso a una cultura respetuosa de los derechos humanos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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