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Sobre denuncia de abuso sexual en Congregación Marista

Por: Andrés Yenes


Señor Director:

Con una mezcla de rabia y sorpresa quisiera referirme en la presente a la denuncia de abusos sexuales ocurridos en el Instituto Alonso de Ercilla. Como ya es de público conocimiento, éstos se vendrían cometiendo desde los años 70’s de parte de Abel Pérez. El presunto abusador confesó su delito ante las autoridades de la congregación en el año 2010 y desde ahí ha sido apartado de sus labores en Perú.

Apoyo que se haya decidido demandar al abusador, sin embargo, algo que me molesta, al igual que a muchos ex alumnos, es que no se tomen acciones legales contra aquellos que habrían encubierto al Sr. Pérez y no denunciaron con anterioridad. Que quede claro, cuando se encubre un delito se incurre también en uno. Esto es especialmente grave cuando se trata de menores de edad, quienes son vulnerables física y psicológicamente frente al abusador.

Como si esto fuera poco, más sorpresa aún me causan las palabras del vocero Mariano Varona, quien dijo en una entrevista que el Sr. Pérez “tenía todo el respeto” a pesar de la denuncia. Si no se toman acciones concretas contra todos aquellos que se han visto involucrados en este hecho, las señales de cambio y renovación dentro de la comunidad serán solo palabras vacías.

Andrés Yenes
Exalumno IAE Generación 2008

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