Señor Director:
Diego Ancalao G., en lo que llama, “la fugaz visita Papal a La Araucanía”, se pregunta ¿cuántas viviendas sociales, atenciones médicas o becas indígenas se podrían financiar con estos recursos?, es decir, con los gastos que se harán por la corta visita de Francisco a la zona, en cuanto Jefe de Estado.
Y yo me pregunto ¿cuántas viviendas sociales, atenciones médicas o becas indígenas se hubieran podido financiar con esos recursos en La Araucanía?, si los autores, la policía y otras autoridades de la Región hubiesen evitado e impedido la quema y destrucción de maquinaria forestal, de camiones y buses, casas e iglesias, etcétera, así como predios de todo tipo, cuyos dueños trabajaban, LOS O las hacían producir, daban empleo y pagaban impuestos.
¿Cuántas viviendas sociales, atenciones médicas o becas indígenas se podrían financiar con tales recursos? si el gasto en policías, investigaciones, juicios, gendarmería, etcétera, no se hubieran hecho ni se hicieran, pero que deben incurrirse para evitar o disminuir la violencia en la zona.
Luego, a todos nos debe sorprender que, ahora, el señor Ancalao rompa vestiduras por los gastos de la visita papal y haya guardado absoluto mutismo ante los atentados, amenazas y gastos ocasionados dentro del marco de la violencia irracional y destructiva en la IX Región, que sólo ha traído retraso y pobreza a miles de chilenos inocentes y que se ven afectados por ella.
Creo que don Diego debió levantar la voz hace mucho tiempo sobre las viviendas sociales, atenciones médicas o becas indígenas que se podrían financiar sin dichos lamentables hechos; todavía está a tiempo de manifestar su rechazo a la violencia y a los gastos que ésta acarrea a La Araucanía.
Lo saluda atentamente,
Pablo Sotomayor E.,
Abogado
