Señor Director:
En los últimos días ha salido a la luz el tema de “la tendencia de los Nanodepartamentos” de 17 m2, si bien, este tema ha desatado una serie de críticas negativas tanto para los inmobiliarios como los profesionales de las municipalidades que aprueban este tipo de proyectos, es importante considerar la problemática de la falta de terrenos céntricos para proyectos habitacionales en altura en el gran Santiago, ya que, aunque suene loco pensar que alguien quisiera vivir en 17 m2, al verlo desde el punto de vista de la conectividad y buen estándar del barrio probablemente muchos de nosotros si estaríamos dispuestos a tomar esta alternativa. Este tema ha sido una constante dentro de los debates arquitectónicos y la ciudad, en este ámbito algunos autores han defendido la ciudad concentrada y densificada para optimizar los recursos y otros plantean una ciudad dispersa y segregada.
Esta paradoja, de vivir lejos y grande o central, pero en 17m2, es una tendencia que no inició hoy, hasta no hace mucho, en la historia de la vivienda en Chile ¡Se registraron unidades habitacionales de 9m2! Sí, y aunque suene imposible de creer, 40 años después aún no existe una regulación al respecto. Evidentemente, este tamaño de vivienda refleja una necesidad de terrenos céntricos junto a la precariedad y desigualdad en que vivimos, sumado a la problemática de una falta actualización de los planes reguladores actuales que respondan necesidades de hoy, donde no se debe prohibir la construcción de estos edificios, sino que, regularnos (por ejemplo: un periodo determinado de uso, para máximo una persona) y/o facilitar opciones en zonas donde sí se pueden realizar departamentos dignos de 40 m2 y más.
Valentina Paredes Navarro
Arquitecta
Estudiante de Magíster en Dirección y Administración de proyectos inmobiliarios, UCH
