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El sistema educativo los vuelve a excluir

Por: Claudio Jiménez Rojas


Señor Director:

En contextos de alta exclusión social, a veces caracterizados por una multiculturalidad y/o narcocultura que complejizan aún más la labor educativa, una importante cantidad de estudiantes de cuarto medio finalizan una etapa marcada por factores que no debiésemos naturalizar y que lo han mantenido por toda su historia escolar. Hablamos de un riesgo latente de deserción, de vacíos académicos que se han arrastrado desde enseñanza básica, de pocos hábitos de estudios debido a la dinámica del hogar y su entorno y de una serie de dificultades personales y familiares dadas por esta misma exclusión a la cual los hemos llevado como sociedad. Si se quisiéramos alimentar el morbo, podríamos ser específicos en cada una de los puntos mencionados, pero no corresponde en este caso.
Debido a la gratuidad, muchos de ellos hoy en día tienen la posibilidad de continuar con la educación superior, en varios casos incluso apoyados por propedéuticos o planes de nivelación para ir equilibrando condiciones, programas que les entregan un poco de justicia luego de terminar una primera etapa educativa que ha sido cuesta arriba. Cada caso es distinto, pero si miramos el modelo competitivo en el que estamos y el nivel de desigualdad que tiene nuestro país, llega a ser admirable el paso que da cada uno de estos estudiantes. Es así como se hace evidente una parte, quizás muy mínima, de nuestro trabajo docente al ver cómo cada uno de ellos deja atrás las barreras que se le han impuesto a lo largo de su vida.
Lamentablemente, hoy palpamos como el sistema los vuelve a excluir. Son 27 mil estudiantes los que este año perdieron la gratuidad, casi todos con un recorrido como el descrito anteriormente. Es probable que muchos deserten, vivieron durante un tiempo en la ilusión de una educación gratuita y finalmente terminó ganando el mismo sistema que nos tiene segregados. Como profesores, también nos duele lo que viven nuestros estudiantes. La exclusión y displicencia con colegios ubicados en contextos vulnerables, reproduce su vulneración.
Ya no corresponde hablar de deserción y de méritos; más bien de la exclusión promovida por aquellos privilegiados que nunca vivieron como estos estudiantes.

Claudio Jiménez Rojas
Profesor

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