Señor Director:
La motivación y efervescencia que generó la participación de la selección masculina de voléibol en el Pre Olímpico disputado en nuestro país debe ser analizada con detalle por la clase política nacional. Chile en parámetros de desarrollo disputa en la mayoría de los casos el primer lugar latinoamericano, no así en el ámbito deportivo. Por el contrario, nuestros altos grados de sedentarismo y obesidad, sumado a los pocos logros deportivos a nivel profesional y sobre todo colectivo, nos ubican en los dos primeros casos dentro de un penoso podio y en el segundo, en una medianía mediocre. Los desafíos son varios y a diversas escalas, sin embargo uno inmediato y fácil de lograr es la implementación de una ley, similar al 20% de música chilena promulgada el año 2015, que asegure un porcentaje de transmisión deportiva en la televisión abierta, no monopolizada por el fútbol, en la que al menos la mitad sea de contenido nacional. De esa manera, generaremos educación deportiva, motivaremos a la población a practicar actividad física y deportes diversos, y generaremos un sentido de pertenencia más amplio al ya conocido por el “deporte rey” (fútbol). Junto a políticas públicas bien pensadas y ejecutadas y un buen plan de alto rendimiento, como país deberíamos superar los deprimentes porcentajes en materia de salud y de paso aumentar nuestra capacidad competitiva profesional.
