Señor Director:
La ley que determinó la eliminación de las bolsas plásticas en el comercio, en general, fue bien acogida por la ciudadanía y las personas, paulatinamente, fueron adaptándose y generando nuevos hábitos y conductas en relación con el consumo, especialmente en supermercados.
Se puede afirmar que ha sido un cambio positivo, que coloca a nuestro país en la senda correcta de la sustentabilidad medioambiental. Sin embargo, también ha tenido un efecto indeseado, perverso, me atrevería a decir. En el sector de los supermercados, y también en las grandes tiendas y otros comercios, ha dado lugar a un nuevo e insospechado negocio consistente en la venta de bolsas fabricadas con materiales reciclables o, según dicen, plástico también reciclable.
De verdad que no se entiende la razón por la que estos comercios antes no cobraban por las bolsas plásticas, mientras que ahora es preciso pagar las que ofrecen a los clientes, independientemente de los costos que pueda tener este necesario implemento. Todo ello, una vez más, como ya es normal, en perjuicio y menoscabo directo de los consumidores.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Abogado
Comunicador Social
