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El agujero negro y la oveja

Por: Aníbal Wilson P.


Señor Director: 

El hallazgo recién difundido de un gran agujero negro no deja dudas sobre su existencia al tiempo que arroja luz sobre la propia naturaleza de los agujeros negros. UniversoTratando de distinguir algo en la oscuridad, muchísimos chilenos hemos descubierto, desde nuestros propios observatorios y sin malas intenciones ni oscuros propósitos, que mirando a la derecha del agujero, bien a la derecha, casi al extremo, se puede distinguir un grupito de ovejas y una, un poco separada de las demás, en especial bien negra, claro, en el agujero… ¡no podría ser de otro modo!

Y nos preguntamos atónitos ¿qué nos está queriendo decir la naturaleza, el cosmos, el Universo atento a los vaivenes y complejidades de este pequeñísimo planeta sufriente?  Y, más aún,  ¿poniendo especial interés en este hermoso país del fin del mundo?  Porque las nuevas mediciones llevadas a cabo por el EHT podrían aportar nueva luz a la oscuridad de estos agujeros.

Por ejemplo, advirtiendo que la «ovejita negra», el «Sagitario A»  recién descubierto, se cree que está inactivo la mayor parte del tiempo, pues solo absorbe gas o polvo de manera ocasional. No conlleva peligro alguno.

Otra de las implicancias de un agujero negro supermasivo, sería la probabilidad de que fuese capaz de generar su colapso completo, convirtiéndose en una singularidad desnuda de materia. Pobre «ovejita», digo yo porque, de ese feo cuarto oscuro y antes de ser engullida por sí misma, ¿podrá escabullirse y alejarse a tiempo? De ella depende, dar el gran salto, sin temor a enfrentar afuera, ya libre, la claridad que ilumina, irradia y revela el nuevo camino, abandonando esa nociva oscuridad enceguecedora.

 

 

Aníbal Wilson P.

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