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Discrepancia en cifras de homicidios ocurridos en Chile Opinión

Discrepancia en cifras de homicidios ocurridos en Chile

Dagoberto Duarte Q
Por : Dagoberto Duarte Q Médico de Familia, M.Sc., PhD.
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A comienzos del presente año la opinión pública fue testigo de una disputa entre Jorge Abbott, Fiscal Nacional, y Rodrigo Delgado, ministro del Interior en esa época, quién, junto a Juan Francisco Galli, subsecretario de Interior, cuestionaban las cifras de homicidios ocurridos en Chile el año anterior. Según Abbott, estas habían aumentado, llevando la tasa de homicidios a cifras similares a la de otros países de la región. Desde el gobierno, en tanto, ambas autoridades sostenían que este tipo de delitos había disminuido.

Ante tal discrepancia, y en el marco de una investigación más amplia, decidimos averiguar el número de homicidios que ocurren en Chile. Digamos de partida que el año 2018 publicamos en nuestro blog una nota en que mostrábamos que las tasas de homicidio en Chile eran artificialmente bajas. Este hecho se producía porque la cifra de homicidios era informada a instituciones internacionales por la policía uniformada, mientras que las tasas calculadas sobre las tablas de mortalidad mostraban cifras más altas.

A raíz de la discusión entre el Fiscal Nacional y las autoridades del ministerio de Interior, decidimos consultar a distintas fuentes, como la policía (Carabineros y PDI), el Poder Judicial, el Servicio Médico Legal y las tablas de mortalidad que entrega el ministerio de Salud. Para conseguir la información se usaron, en primer lugar, los sitios de internet, como la página STOP de Carabineros, Poder Judicial en Números, y las tablas de mortalidad que entrega el MINSAL a través del DEIS. En el caso de la Policía de Investigaciones y el Servicio Médico Legal se solicitó, vía transparencia, conocer el número de homicidios registrados en cada una de estas instituciones, en años recientes.

A manera de resumen, en la tabla siguiente se muestra el número de homicidios registrados en cada una de dichas reparticiones. Los espacios en blanco se explican porque la información no está disponible o bien está en proceso de codificación.

Llama la atención la significativa diferencia del número de homicidios registrado en el mismo año en distintas instituciones. Ello puede explicarse porque cada repartición actúa en momentos distintos en un mismo caso. Por ejemplo, la policía puede constatar una agresión y lo registra como tal, pero después de un tiempo termina con el fallecimiento de la víctima y por lo tanto se cataloga como homicidio por parte de la Justicia o el SML o el Ministerio de Salud. Sin embargo, lo más llamativo es la diferencia entre los registros del SML y el MINSAL. Las tablas de mortalidad que construye el MINSAL se hacen en función de los certificados de defunción que normalmente son llenados por profesionales médicos. Al tratarse de una muerte violenta necesariamente se practica una autopsia en algunas de las sedes del SML y es esta entidad la que genera el certificado de defunción, señalando que se trata de una muerte por agresión. En este sentido, es llamativo que desde el 2018 al 2020, la diferencia entre las cifras del SML y el MINSAL alcanza casi al 50%. Es decir, las tablas de mortalidad que elabora el MINSAL están reflejando cerca de la mitad de las muertes por agresiones catalogadas como homicidio por el SML.

Otro hecho que llama la atención es que la mayor diferencia entre ambas reparticiones se origina especialmente en la Región Metropolitana. Al estudiar con más detención la distribución regional de las muertes por homicidio, se aprecia una mayor cercanía de las cifras en todas las regiones, excepto en la Región Metropolitana. Por ejemplo, en el año 2020, en las tablas de mortalidad que entrega el MINSAL aparecen 133 homicidios en la RM, mientras que el SML informa de 483. Es decir, en este caso el Ministerio de Salud sólo registra un 27% de lo informado por el SML. En las otras regiones, en el mismo año, el Ministerio de Salud registra un 81% de lo informado por el SML.

A comienzos de junio pasado, el Jefe de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, señaló, en una entrevista, que existía un aumento de los homicidios en los primeros cinco meses del presente año. Se hizo la consulta vía transparencia y la respuesta obtenida es que según los registros de la PDI se habían cometido 388 homicidios en todo el país. En las bases de mortalidad que elabora el Ministerio de Salud sólo se registran 302 muertes por homicidio en el mismo período (consulta hecha el día 10 de julio pasado), es decir, un 78%. Nuevamente llama la atención la diferencia en la Región Metropolitana, ya que según la PDI se habían registrado 151 homicidios en los primeros cinco meses del presente año en esta región, mientras que según las bases del Ministerio de Salud sólo aparecen 59, es decir, un 39%. Es posible que haya una diferencia entre regiones, ya que seguramente la PDI registra el lugar dónde ocurre el homicidio mientras que el Ministerio de Salud registra el domicilio de la persona fallecida. Pero si esto fuera correcto, habría un aumento en las otras regiones del país, cosa que no ocurre.

La diferencia de cifras entre el SML y el MINSAL no es nuevo. En la preparación de una tesis doctoral acerca de las muertes por suicidio en la década del noventa, constatamos el mismo hecho. Existía una sub-notificación de las muertes por suicidio, que afectaba especialmente a la RM. Este hecho fue corregido el año 2000 y muchas personas concluyeron que había aumentado la tasa de suicidios en Chile, cuando en verdad sólo se trató de corregir la codificación, evitando la sub-notificación.

Algo similar puede ocurrir con las muertes por homicidio. Si realmente existe una sub-notificación y esta es corregida, se interpretará como un aumento de los homicidios. Para evitar esta mala interpretación, es conveniente que se revisen las cifras de al menos tres años anteriores al momento en que se decide corregir las cifras.

Dentro de las políticas de seguridad que ha planteado el actual gobierno, se ha puesto énfasis en disminuir la cantidad de homicidios. De ahí que sea perentorio contar con cifras reales, para evaluar las acciones que se desarrollarán en el futuro.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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