Señor Director:
¿Desde cuándo los ciudadanos tienen que rendir cuentas abiertamente por sus decisiones políticas?. ¿Desde cuándo ciertos medios de comunicación que suelen trabajar de forma seria, se suman a una especie de delirio de autoridad moral para cuestionar y exponer los argumentos detrás de la decisión de diferentes personas frente a la propuesta de nueva Constitución? Con claros sesgos y el evidente propósito de deslegitimar la opción preponderante. No es ninguna novedad que en la historia de la democracia los ciudadanos hayan decidido argumentando con razones sólidamente fundadas hasta por razones completamente superficiales, lo que por cierto es un fenómeno sumamente interesante para la psicología social.
Pero no es nada nuevo, es la misma sociedad -no particularmente caracterizada por ser letrada- que la que eligió a Boric, al Apruebo en 2020, a Piñera y a Bachelet, o a nuestro parlamento. Posterior a todas esas elecciones hubo personas valiéndose del mismo análisis: “es que en Chile hay mucha ignorancia”. Lo más cierto es que aparece como argumento antojadizo: cuando conviene. En democracia las personas tienen derecho a decidir por las razones que cada quien estime conveniente, nos guste o no, pueden hacerlo con la guata, con la cabeza o con el corazón, de acuerdo a sus posibilidades. Y nadie debe cuestionar o avergonzarse de su voto. Qué paradoja de un grupo que pregona la empatía por el colectivo, pero finalmente cae en un discurso paternalista y soberbio, altanero y despectivo; ¿ego o empatía?. No vayan a terminar como Pinochet escribiendo a puertas cerradas la constitución porque ellos saben mejor lo que necesita este “pueblo ignorante”. Concuerdo en que sería deseable trabajar en fortalecer el interés cívico, el involucramiento con la comunidad, y en educación para identificar manipulación y propaganda; pero considero nefasto y antidemócrata burlarse del voto de cualquier compatriota.
Elisa Vallejos C.,
Psicóloga
