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De justicia y de brujos… de prejuicios culturales y raciales

De justicia y de brujos… de prejuicios culturales y raciales

Diego Palomo
Por : Diego Palomo Académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca
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El juicio se llevó a cabo en el contexto de una serie de conflictos entre las comunidades indígenas y los colonos chilenos que habían llegado a la región. El juicio a los brujos de Chiloé se ha convertido en un símbolo de la injusticia y la opresión en la historia de Chile, y ha sido utilizado por muchos críticos para denunciar la falta de equidad en el sistema judicial actual.


La justicia chilena ha sido objeto de intensos debates y críticas en los últimos años, en gran parte debido a la percepción de corrupción e inequidad en el sistema judicial por parte de la gente.

Pues bien, esta percepción se remonta hace siglos atrás y hunde sus raíces en eventos históricos como el juicio a los brujos de Chiloé, respecto al cual hay un interesante y documentada investigación Los Brujos de Chiloé: Documentos de un Proceso Judicial.

Este libro resulta muy relevante para entender la cultura y la mitología de Chiloé a través de un raro episodio histórico.

Hacia finales del siglo XVIII y hasta comienzos del XX, la asociación de brujos conocida como la “Mayoría” o “Recta Provincia” llegó a tener una amplia influencia en el archipiélago no solo por sus conocimientos medicinales sino también por constituir un tribunal que revisaba denuncias y dictaba sentencias inapelables pese a pertenecer Chiloé política y administrativamente al territorio chileno.

Razón por la que, en 1880, el juez de Ancud representante del Estado chileno iniciara un proceso judicial contra más de una treintena de brujos pertenecientes a la asociación condenando a una docena de ellos por practicar magia.

Un libro para leer y releer…y para tomar conciencia de nuestra responsabilidad frente a la dignificación de la cultura del pueblo isleño. Hay que agradecer a Mauricio Marino y Cipriano Osorio este esfuerzo. Con su libro se han ganado “a priori” un lugar en el inventario histórico-cultural de Chiloé. (*)

Como recién se adelantó, en 1880, un grupo de personas de la isla de Chiloé fue acusado de brujería y sometido a un juicio que resultó en la ejecución de varios de ellos.

El juicio se llevó a cabo en el contexto de una serie de conflictos entre las comunidades indígenas y los colonos chilenos que habían llegado a la región.

El juicio a los brujos de Chiloé se ha convertido en un símbolo de la injusticia y la opresión en la historia de Chile, y ha sido utilizado por muchos críticos para denunciar la falta de equidad en el sistema judicial actual.

En particular, se ha argumentado que el juicio fue motivado por prejuicios culturales y raciales contra los pueblos indígenas, y que las acusaciones de brujería fueron utilizadas solo como una herramienta para justificar la violencia y la represión.

Hoy el sistema judicial chileno enfrenta desafíos similares en términos de garantizar la equidad y la transparencia en el proceso judicial, superando definitivamente estos prejuicios, empero la ola populista que ha llegado a nuestras playas hace las cosas bastante difíciles para conseguir dicho objetivo, central para ls vigencia de una jurisdicción en sintonía con un estado democrático de Derecho.

Es cierto, aunque ha habido algunos avances significativos en la lucha contra la corrupción y la garantía de los derechos humanos, muchos somos los que sostenemos que aún queda mucho por hacer para abordar la falta de confianza en el sistema judicial y garantizar la igualdad ante la ley para todos los ciudadanos.

Es que a pesar de los avances que ha tenido la sociedad chilena en términos de inclusión y diversidad, los prejuicios culturales y raciales siguen siendo una realidad en la Justicia del país.

Estos prejuicios han estado presentes durante siglos como ya se dijo y continúan manifestándose en la actualidad, lo que genera desigualdad y discriminación hacia ciertos grupos.

Históricamente, la Justicia chilena ha sido un espacio dominado por una élite, lo que ha dejado poco espacio para la diversidad y la inclusión.

Esto se ha traducido en prejuicios culturales y raciales que han afectado a las personas que no pertenecen a esta élite, especialmente a las comunidades indígenas y ahora los extranjeros.

Por ejemplo, algunos jueces han aplicado leyes discriminatorias o han tomado decisiones injustas basándose en estereotipos y prejuicios culturales.

No obstante que se han implementado políticas para promover la inclusión y la diversidad en la Justicia chilena, estos prejuicios culturales y raciales persisten y se manifiestan en la forma en que se toman las decisiones judiciales.

La falta de diversidad en los tribunales y la falta de conciencia sobre la diversidad cultural y racial en el país son algunos de los factores que contribuyen a que estos prejuicios sigan presentes y vivos.

Es importante destacar que la persistencia de los prejuicios culturales y raciales en la Justicia chilena tiene graves consecuencias para las personas afectadas. En muchos casos, estas personas son objeto de discriminación y no tienen acceso a la justicia de manera equitativa.

Esto puede llevar a situaciones de injusticia y desigualdad que se repiten una y otra vez a lo largo de la historia.

En definitiva, es lamentable constatarlo, pero los prejuicios culturales y raciales han estado presentes en la Justicia chilena durante siglos y continúan siendo una realidad en la actualidad.

Por ello es clave seguir trabajando en políticas y programas que promuevan la inclusión y la diversidad en los tribunales y en la sociedad en general, para evitar que la historia se repita una vez más.

Solo así podremos construir una sociedad justa y equitativa para todos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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