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En pensiones el Gobierno debe salir al pizarrón Opinión

En pensiones el Gobierno debe salir al pizarrón

Pedro Pizarro
Por : Pedro Pizarro Abogado especialista en Derecho Laboral y Tributario. Estudió Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Chile y luego magíster en dirección y gestión tributaria en la Universidad Adolfo Ibáñez.Se desempeña como abogado en el estudio jurídico Guerrero y Cía.
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Es hora de que el Gobierno muestre sus cartas, aborde las alternativas que se le han presentado (que son responsables fiscalmente, tienen solidaridad y que sí mejoran las pensiones de hoy) y diga claramente qué están dispuestos a ceder. Es en el Congreso donde debe centrarse esta discusión, que es además donde al final tendrán que obtenerse los votos para aprobar una reforma de pensiones que el país por tanto tiempo lleva esperando.


El debate relativo a la reforma de pensiones parece estar a la vuelta de la esquina, pero desde el Gobierno, que tiene iniciativa absoluta para avanzar en esta materia, han hecho caso omiso a los resultados de las elecciones del pasado 7 de mayo, y sigue empujando un proyecto cargado de ideología que va en contra de lo que gente indica en las encuestas: propiedad de los fondos, heredabilidad y libertad de elegir. Esa sordera selectiva ha llevado a que el Gobierno intente, sin éxito, presionar a Chile Vamos a negociar el proyecto que ellos ya presentaron, sabiendo que no tiene piso político alguno.

La ministra Jara y algunos parlamentarios del Partido Socialista y el Frente Amplio saben esto y a regañadientes se han abierto a dejar caer ciertos aspectos de la reforma. Llama la atención, no obstante, que persistan en su mensaje falto de veracidad, consistente en que no se han planteado –desde la oposición– alternativas reales a su proyecto que contengan un mecanismo de solidaridad que ayude a mejorar las pensiones de hoy. Al parecer, en el ministerio no leen la prensa, ya que esta semana, por dar un ejemplo, se publicó un estudio de Clapes UC que proponía medidas alternativas y concretas, que desechaban la necesidad de las cuentas nocionales u otros mecanismos que, en la práctica, solo implican una quita de fondos a los afiliados y que vulneran su propiedad sobre los mismos.

De esta manera, en diversas columnas y entrevistas, académicos de renombre y de todo el espectro político han enarbolado ideas y propuestas que son claras en explicar cómo sí se mejoran las pensiones de hoy y mañana con foco en mujeres y la clase media, y que no echan por tierra todo lo bueno que se ha construido en el sistema actual de capitalización individual. Aparte de las propuestas de dicho estudio, en los últimos días se ha propuesto, por las diputadas de RN Cid, Flores y Del Real, un proyecto como la Ley Marraqueta 2.0, que contempla el pago de un subsidio de $2 millones que serían depositados en las cuentas de capitalización individual de las y los recién nacidos, y que sería un aporte directo para muchos en su pensión final, propuesta que se hace cargo de una de las causas de las bajas pensiones, como es la falta de ahorro, por lo que vale la pena estudiarla en su mérito.

Estos ejemplos muestran que ya son varias las advertencias que se han levantado desde los grupos de oposición al Gobierno –como si el resultado de la elección pasada no fuera ya suficientemente claro– sobre que el proyecto de pensiones patrocinado por el Ejecutivo no tiene modo en que avance y que sí hay diversas otras alternativas sobre la mesa. En esa línea debe entenderse el esfuerzo de la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, de intentar sumar más actores a la discusión, como lo serían la CPC y la CUT, tratando de tener mejor suerte en otro escenario. Ahora, este esfuerzo será vano si la nueva propuesta que presente el Ejecutivo sigue sin contener derecho de propiedad sobre los fondos, su heredabilidad y la libertad de elegir administrador, tal como claramente se ha indicado por diversos parlamentarios, principalmente los diputados Ramírez (UDI) y Sauerbaum (RN).

Es hora de que el Gobierno muestre sus cartas, aborde las alternativas que se le han presentado –que son responsables fiscalmente, tienen solidaridad y que sí mejoran las pensiones de hoy– y diga claramente qué están dispuestos a ceder. Es en el Congreso donde debe centrarse esta discusión, que es además donde al final tendrán que obtenerse los votos para aprobar una reforma de pensiones que el país por tanto tiempo lleva esperando. Hemos conocido que la Superintendencia de Pensiones está preparando una propuesta para reemplazar a las cuentas nocionales, esperemos sea un reemplazo real y no solo semántico.

La oposición ya ha sido transparente en lo que espera del Gobierno. Son ellos los que deben ahora salir al pizarrón.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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