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El Litio y la gallina de los huevos de oro Opinión

El Litio y la gallina de los huevos de oro

Alejandro Reyes Vergara
Por : Alejandro Reyes Vergara Abogado y consultor
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Maximizar los beneficios del litio no es diseñar un cohete que aterrice en Neptuno. Lo que sí necesitamos es que avancen rápido los aumentos de producción en Salar de Atacama, el desarrollo de los nuevos modelos de negocio de asociación público privada para proyectos de explotación y estudios medioambientales en los demás salares, aumentar e incentivar la exploración.


El objetivo principal (no el único) de la Estrategia Nacional del Litio es maximizar los beneficios para Chile y los chilenos, porque es un recurso que nos pertenece a todos. En esto no que hay que perderse, o la decisión durará poco y pasará la cuenta a quienes la adopten. Hay que ser pragmáticos y realistas para evaluar cuáles son las alternativas que cumplen mejor ese objetivo principal, no otro.

La maximización de beneficios económicos por cierto no se producirá de puro exprimir el limón. Hay múltiples factores que la condicionan o restringen, para que sea posible y sostenible en el tiempo. Alta inversión, sustentabilidad ambiental, cuidado hidrogeológico de los salares, respeto a las comunidades aledañas, etc. También hay que aumentar las capacidades de producción de litio para adaptarse a la demanda mundial proyectada que se multiplica como la espuma, de manera de aproximarse a un equilibrio de precios más estable, que nos sitúen en cuotas razonables mercado y nos otorguen posibilidades de más ingresos. Precios tan altos y excepcionales como los del año pasado (aunque nos hagan ricos y felices por un año) incentivan el desarrollo de productos sustitutos del Litio. También es importante  intensificar y estimular las inversiones en exploración de litio en Chile. Ello aumenta los recursos y luego las reservas económicamente susceptibles de explotarse, lo que pone el ojo de los inversionistas en Chile. ¿Cómo incentivamos esa exploración? Australia y  Argentina han hecho un buen trabajo y a tiempo en ésto, incrementando sus recursos y reservas para  convertirse en  los mayores productores de Litio del mundo, superando a Chile. 

La competencia internacional en esta industria se ha movido muy rápido, porque la demanda ha crecido y seguirá creciendo exponencialmente. No es fácil  pronosticar, pero los expertos dicen que probablemente seguirá creciendo hasta alrededor del año 2040 por la transición a la electro movilidad. Después de 2040 no está muy claro, al menos bajará, porque empezará el reciclaje del litio para baterías. Australia y Argentina han tomado ventajas sobre Chile. China también avanza en producción de litio y de baterías. Bolivia, Perú, México se aprontan a entrar a la producción de litio, aunque no sabemos con cuanto éxito lo harán dadas sus estrategias estatistas y restrictivas. En México se instalará una planta de baterías para vehículos porque tiene las fábricas automotrices norteamericanas muy cerca. Ese contexto internacional de competencia, hay que revisar las reglas de acceso, permisos, royalties e impuestos que se aplican en cada país porque condicionan el interés efectivo de los inversionistas extranjeros y chilenos de poner sus fichas en los proyectos de Litio en Chile. Ellos también quieren maximizar sus beneficios, meten los dedos a la calculadora y miran los plazos, además de considerar factores de estabilidad política, económica e institucional. 

No sacamos nada con diseñar modelos bonitos en el papel en que el Estado y los chilenos nos hacemos multimillonarios, si carecen de realismo y no hay interesados en asociarse con nosotros para hacer las inversiones y ejecutar los proyectos pronto, en una industria especializada en que no estamos suficientemente capacitados. 

Respecto del gran interés expresado por países como Estados Unidos, Alemania, Francia, etc., que han venido a Chile por el Litio en los últimos meses, tiene razones de estrategia geopolítica para resguardarse del avance Chino y su acceso al Litio en Latinoamérica. También quieren apoyar su industria automotriz que es relevante en su PIB y para transitar a la electro movilidad. 

En relación al interés de los inversionistas privados que han venido en los últimos meses, hubo una expectativa causada por el anuncio de la Estrategia Nacional del Litio.  Esta es una industria con un potencial de crecimiento evidente en distintas fases. Por eso se han acercado empresas productoras mineras de litio,  otras que son demandantes intermedias del ciclo como las refinadoras, productoras de celdas y de baterías,  y otras que son  consumidoras finales como la industria automotriz. El año pasado hubo una gran estrechez de la oferta de litio que trancó sus proyectos y generó un altísimo precio, por lo que tales interesados quieren asegurarse la oferta y menores precios.  Como vemos, son distintos tipos de intereses, de explotadores y productores de litio (minería no metálica), de compradores de litio (baterías), de consumidores finales de litio (automotrices), de naciones interesadas en proteger su industria. Ello también permite considerar distintos tipos de socios y modelos de asociación público-privadas. 

Maximizar los beneficios del litio no es diseñar un cohete que aterrice en Neptuno. Lo que sí necesitamos es que avancen rápido los aumentos de producción en Salar de Atacama, el desarrollo de los nuevos modelos de negocio de asociación público privada para proyectos de explotación y estudios medioambientales en los demás salares, aumentar e incentivar la exploración. Las experiencias vigentes de asociación público privada en Salar de Atacama hasta ahora han sido extraordinariamente exitosas desde 2018. Pueden perfeccionarse, por cierto. Pero tal vez hay que tener cuidado en tratar de inventar a la fuerza una nueva rueda. No sea que después de ponerla en funcionamiento lleguemos a la conclusión que la nueva anda mucho más lento, se pincha a cada rato y produce muchos menos beneficios a Chile y los chilenos. Como dijimos, hay que ser muy pragmáticos y realistas para evaluar cuáles son las alternativas que mejor cumplen el objetivo principal de maximizar los beneficios para Chile y los chilenos, sin estirar el elástico hasta cortarlo, porque vamos muy atrasados. Y en este caso, el atraso cuesta muy caro.

Recordemos a Esopo en su fábula del granjero pobre al que se le entregó una gallina que todos los días ponía un huevo de oro, que con el producto de la venta de los huevos fue convirtiéndose en el hombre más rico de la comarca. Pero una insensata avaricia hizo presa su corazón y se preguntó: ¿Por qué esperar a que cada día la gallina ponga un huevo? Mejor la mato y descubriré la mina de oro que lleva dentro. Y así lo hizo, pero en el interior de la gallina no encontró ninguna mina. Mató su gallina y se quedó huevos de oro.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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