Señor Director:
Desde la Fundación Padre Hurtado adherimos al llamado de las Confesiones religiosas en torno a la necesaria unidad y búsqueda de acuerdos en momentos complejos para nuestro país.
El Padre Hurtado nos invitó en el Chile convulso de fines de la década del 40 (SXX) a pensar que un país, más que su geografía y paisajes era una misión por cumplir. Inspirados en ese mensaje, el año pasado impulsamos una consulta nacional en torno a dos preguntas, sobre la misión del país y las esperanzas sobre su futuro y pudimos constatar de manera evidente la ausencia de sueños comunes y los dolores asociados a los tiempos que seguían.
Es por eso que las palabras de Alberto Hurtado continúan resonando con fuerza y se suman a una invitación concreta a disponernos desde todos los sectores a una conversación amplia, que se proponga metas país y comencemos a avanzar en ellas de manera muy concreta, dejando de lado los intereses y trincheras que tanto daño nos han hecho en este tiempo.
Nos hace falta hablar menos, escuchar más y disponernos a la acción desde el sentido social. La experiencia cotidiana en la Fundación, en nuestros talleres de escucha activa, en el programa de educación Hurtado ciudadano, en iniciativas con el mundo sindical-empresarial y el trabajo directo a nivel territorial, nos dicen que estamos dejando pasar un tiempo crítico y que es ahora cuando debemos levantar la mirada para alcanzar un nuevo acuerdo sobre el país que aspiramos compartir y seguir construyendo entre todas y todos.
El legado del Padre Hurtado, que era razón y acción, puede ser un aporte significativo para hacer frente al desafío.
María Paz Vega
Directora Ejecutiva
Fundación Padre Hurtado
