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China vuelve a jaquear a EE.UU.: ofrece vacuna COVID como bien público y 2 mil millones de dólares en ayuda a países pobres Opinión

China vuelve a jaquear a EE.UU.: ofrece vacuna COVID como bien público y 2 mil millones de dólares en ayuda a países pobres

Rafael Urriola U.
Por : Rafael Urriola U. Director Área Social Chile 21
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La decisión del gobierno chino de declarar bien público universal a cualquier vacuna contra el COVID-19 que sea creada en ese país y ofrecer 2 mil millones de dólares en ayuda a los países de menor desarrollo para enfrentar la pandemia es un verdadero jaque a todas las potencias económicas y sanitarias mundiales.

Un bien público universal significa que las vacunas de origen chino rechazan el uso de privilegios de patente que, normalmente, se expresan en que los precios de los que primero inventan algún medicamento son entre 30 o 40 veces más caros que el precio que venden el mismo producto dos o tres años después, otorgándoles ganancias impresionantes a los laboratorios farmacéuticos internacionales que, por lo demás, es una de las industrias más concentrada y más lucrativa a nivel mundial.

De este modo, la vacuna china que, probablemente, pueda estar disponible antes o muy cerca de la que logren los laboratorios privados, sin duda podrá ser adquirida por los países a un precio muy por debajo de lo que esperan obtener las empresas privadas.

El efecto colateral que tiene esta definición es que los países europeos y, por cierto, EE.UU., nada pueden asegurar sobre un bien de tanta importancia para la humanidad como esta vacuna. porque la ideología conservadora/neoliberal les impide tomar decisiones que afecten la propiedad y las empresas. Incluso, ni siquiera osan buscar acuerdos que limiten ganancias por razones de interés público.

La segunda decisión. Poner a disposición 2 mil millones de dólares para países pobres, que prometió el presidente de China, Xi Jinping, a lo largo de dos años para ayudar a países afectados por la pandemia de COVID-19 en los ámbitos económico y social, sobre todo a naciones en desarrollo, es también un duro golpe a la política norteamericana del presidente Trump, que al parecer quiere basar su reelección en culpar a China del COVID-19.

Más allá de lo insólito de esta línea comunicacional, la comunidad internacional se ha alejado de Trump independientemente de las posiciones ideológicas. Ni Europa ni los países latinoamericanos lo siguen, salvo un par de presidentes de países que empiezan a ser los que mas mal han manejado la pandemia y aportan con el máximo número de muertes, como el propio EE.UU. gracias a su estrategia gubernamental.

Más bien, China hace una jugada muy inteligente al proponer facilitar 2 mil millones de dólares a países pobres, lo que se confronta con la posición de estadounidense, que causó estupor internacional cuando dijo que suspendería el apoyo financiero a la Organización Mundial de la Salud. El presidente Trump y sus voceros deberán ser más concretos en sus posiciones para ayudar a los pueblos a enfrentar la pandemia, porque sus personales problemas no resolverán las penurias de los pueblos de América Latina.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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