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PGU: ¿último salvavidas al sistema de AFP? Opinión

PGU: ¿último salvavidas al sistema de AFP?

Luis Machuca
Por : Luis Machuca Ingeniero Comercial (U. de Concepción), Magister en Planificación y Gestión Educacional (UDP), docente universitario y consultor.
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El casi inesperado anuncio del proyecto de una Pensión Garantizada Universal y su hasta ahora rápida tramitación en el Parlamento es, sin duda, una noticia positiva para una parte importante de la población: la de adultos mayores que percibimos pensiones miserables concedidas por el sistema creado hace ya más de 40 años. Pero, sin perjuicio de reconocerse el valor de dicha iniciativa no se puede, no obstante, dejar de mencionar un par de  elementos que están pasando soslayados.

Primero: El proyecto NO toca, en absoluto, el cuestionado sistema creado por el DL 3.500 de 1981. Las pensiones autofinanciadas que entrega ése sistema se siguen calculando con los mismos parámetros usados hasta ahora. Las mismas cuestionadas tablas de expectativa de vida y de cálculo de la rentabilidad para efectos de los recálculos anuales, en el caso del Retiro Programado, modalidad mayoritaria entre la población pensionada. Cabe señalar que la única razón efectiva para que las cuestionadas tablas no hayan logrado ser modificadas es que las AFP buscan impedir que los pensionados puedan ir retirando mensualmente una mayor cantidad de sus saldos y tratan, con éxito hasta ahora, de retener por más tiempo los fondos de los pensionados para así entregarlos como herencia. Esta última tampoco es tal, por cuanto es una “herencia” muy particular: se entrega en cuotas. Así, el negocio financiero, principal objetivo del sistema creado en 1981, no se ve afectado.

Segundo: La presidenta de la Asociación de AFP salió rápidamente a señalar que la iniciativa de la PGU “va en la dirección correcta”. Era que no.  Una vez más el sistema de AFP sale indemne. Ya tuvo un salvataje de gran trascendencia cuando se creó el Pilar Solidario. Para ése entonces ya era evidente que el sistema había fracasado. Los defensores a ultranza del sistema acostumbran señalar que los sistemas de reparto “han quebrado en todo el mundo”, lo cual es falso. Lo que sí quebró, y hace muchos años, es el sistema de AFP impuesto en Chile. Sólo la instalación del Pilar Solidario, con el Aporte Previsional Solidario que incrementa las pensiones autofinanciadas y las Pensiones Básicas Solidarias para quienes no habían cotizado en su vida laboral, vino a ocultar parcialmente la realidad que comenzó a evidenciarse en cuanto se comenzaron a pagar las primeras pensiones bajo el sistema de AFP.

Así las cosas, pareciera que por ahora la estrategia más adecuada es propiciar que la iniciativa de PGU prospere y se materialice. Sin embargo, ello debe tomarse como un paso inicial y más bien como un complemento de lo que sigue pendiente: la reformulación profunda del sistema de ahorro forzoso. La actual oposición no debe caer nuevamente, como tantas veces en los últimos años, en la tentación de postergar la aprobación del proyecto PGU para evitar que el mérito de dicha iniciativa quede como herencia del actual mandatario. O insistir en la “creatividad”, incorporándole al proyecto indicaciones que solo retrasarán o derechamente impedirán su aprobación. Ejemplos de esta creatividad son, por ejemplo, la ya recurrida propuesta de la “marraqueta” que la senadora Goic presenta como suya cuando en realidad la propuso inicialmente el ex candidato presidencial Parisi, hace ya varios años. Dado el origen de la idea, derechamente populista, la senadora haría bien en abstenerse de seguir insistiendo en ella. Lo importante ahora es no encharcar la tramitación del proyecto PGU. Sacarlo adelante e ir por más en la próxima administración.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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