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Aspectos clave en la gestión de un subsecretario Opinión

Aspectos clave en la gestión de un subsecretario

Neftalí Carabantes
Por : Neftalí Carabantes Abogado, secretario general de la Universidad Central, ex subsecretario General de Gobierno de la administración de Michelle Bachelet.
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Mantener una estrecha relación de colaboración con la Contraloría General de la República, pues no olvidemos que la subsecretaria o el subsecretario es el jefe de servicio y debe ajustar su accionar a un estricto campo normativo, bajo la lupa del órgano contralor y de la prensa, es decir, se encuentra en permanente fiscalización, tanto en el control de legalidad de los actos administrativos, la ejecución presupuestaria y, finalmente, en lo atingente a los gastos de representación. Para ello es fundamental conocer en detalle las “Instrucciones para la Ejecución de la Ley de Presupuestos de la Nación”.


Ser subsecretario no es nada de fácil. Los subsecretarios, entre otras funciones, están encargados de coordinar todo el trabajo administrativo del ministerio, incluida la subsecretaría, y además, las acciones de los órganos y servicios públicos del sector, en suma, la jefatura de servicios de cada ministerio.

Considero clave manejar a lo menos 7 aspectos:

-El primero, ejercer la gestión político-administrativa del Ministerio en su totalidad, desde las contrataciones, aprobar exitosamente cada PMG, y asumir la defensa del presupuesto en el Parlamento y, por cierto, una correcta y legal ejecución del mismo. Es muy importante nombrar jefes de División que posean una dilatada experiencia y además sean profesionales de excelencia. Aquí no se debe sucumbir a los llamados y presiones políticas, uno puede escuchar, pero es el subsecretario el que decide.

-Un segundo aspecto clave y eminentemente político es poner en práctica cada acción, plan y programa que formen parte del paquete de funciones del ministerio, con su correspondiente seguimiento. Aquí el aspecto técnico forma parte de una cualidad que debe poseer el subsecretario(a) y por la cual sin duda será evaluado(a).

-En tercer término, es clave que el subsecretario o subsecretaria ejerza la vocería cuando le corresponda subrogar a la ministra o ministro. Esto forma parte de sus funciones, y además le permite trabajar en estrecha colaboración con su equipo de prensa y el del ministerio, empoderándose en todos los temas relevantes de la cartera, como debe ser por lo demás.

-En cuarto lugar, es clave el trabajo colaborativo, armonioso y de absoluta confianza con el o la ministra de la cartera. Esta es una de las llaves del éxito en la gestión, y en caso de producirse tensiones o diferencias de opinión entre ambos equipos, debe prevalecer la prudencia, el buen criterio político, el diálogo franco y la confianza mutua entre las dos más altas autoridades de cada ministerio, pues ambos cumplen una función de Estado por mandato del Presidente.

-Mantener una estrecha relación de colaboración con la Contraloría General de la República, pues no olvidemos que la subsecretaria o el subsecretario es el jefe de servicio y debe ajustar su accionar a un estricto campo normativo, bajo la lupa del órgano contralor y de la prensa, es decir, se encuentra en permanente fiscalización,  tanto en el control de legalidad de los actos administrativos, la ejecución presupuestaria y, finalmente, en lo atingente a los gastos de representación. Para ello es fundamental conocer en detalle las “Instrucciones para la Ejecución de la Ley de Presupuestos de la Nación”.

-Es esencial desplegarse en terreno, con una agenda consensuada con el ministro o ministra para evitar duplicidades y contradicciones, concretando cada plan y programa comprometido por el ministerio y la subsecretaría. No es un subsecretario o una subsecretaria de verdad el que se queda encerrado entre cuatro paredes. Es fundamental recorrer el país, estar con la gente, escuchar más que hablar, y cumplir cada plan y programa del ministerio. Las calles hablan, y Chile también empieza en Los Lagos, en Chincolco, en Punta Arenas, no es solo Santiago.

-Mantener una relación franca, transparente y cordial con la prensa y, además, no descuidar la relación personal y política con los demás subsecretarios, con los ministros y ministras del gabinete y, por cierto, con el Presidenta o la Presidenta de la República, toda vez que al final del día uno comprueba que el trabajo gubernamental es un trabajo interdisciplinario, colaborativo y en equipo, y son precisamente los equipos los que alcanzan las metas y cumplen el programa de un Gobierno.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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