Opinión
A fines de septiembre del 2022, gracias a un video captado por un pasajero de American Airlines, se viralizó una noticia donde un sobrecargo era agredido por un pasajero al cual se le había negado un café. Tanto lo que motivó al pasajero, como la severa sentencia que podría enfrentar por la agresión, 20 años de cárcel, alimentó la curiosidad por esta noticia1. Sin embargo, la ira aérea, no es infrecuente y por los inherentes riesgos que implica su presentación en los vuelos comerciales, se ha convertido en un fenómeno a estudiar y, si la noticia parece curiosa, lo que se ha encontrado como predictor no deja de ser menos sorprendente.
Los hallazgos, luego de analizar más de un millón de vuelos, apuntan que a medida que en los aviones aumentan las áreas con asientos basados en clases (Primera, Económica Plus, Económica, etc.), los incidentes de ira aérea aumentan en frecuencia. Pero eso no es todo, este efecto se ve incrementado si además se acompaña de, lo que denominaron, desigualdad situacional. Es decir, cuando los pasajeros eran expuestos a los distintos privilegios de las diferentes áreas o clases, como por ejemplo embarcando desde el frente y no desde el medio del avión. Estableciendo que tanto los factores de segregación física como los situacionales están asociados con comportamientos antisociales peligrosos. Concluyendo que el mejor predictor de este fenómeno es la percepción de desigualdad entre los pasajeros de clase económica2.
Percepción de Desigualdad
Precisamente a lo que aluden los investigadores con “percepción de desigualdad”, es donde está la clave. Pues contrario a lo que perciben los pasajeros, objetivamente el coeficiente Gini, indicador que a mayor valor predice una mayor desigualdad (Con valores que van entre 0 y 1), al ser estimado en vuelos comerciales se obtienen cifras que van desde 0.08 a 0.233. Valores considerados igualitarios, recordando que los países con los mejores indicadores del planeta presentan cifras entre 0.23 y 0.26.
Entonces es la segregación estructural y situacional a la que se ven expuestos los pasajeros, durante el transitorio microcosmo social que es un vuelo comercial, lo que genera esta percepción de desigualdad. Si bien es ambicioso extrapolar lo anterior al macrocosmo social de un país, existen otros estudios, tanto experimentales como revisiones, cuyas conclusiones van en la misma dirección4,5.
El vuelo de Chile
La recuperación de la democracia, en 1990, le permitió a Chile iniciar un viaje transformador en lo económico que, innegablemente, benefició al país. Uno de los datos más restregado a la hora de defender los 30 años es el indiscutible logro de reducir los índices de pobreza de un 40% a un 8,6% (Casen 2017). Y aunque, para los jueces que se ubican en el púlpito del presentismo, no hay frase más vacía que la que Ricardo Lagos acuñó en su campaña electoral: “Crecer con Igualdad”. Efectivamente en su periodo presidencial es cuando más aumentó el PIB per cápita acompañándose también de un marcado descenso en el coeficiente Gini. Lo que, con sus tropiezos, también fue la tendencia que predominó en estos 30 años.
Esta estabilidad macroeconómica a la vez era retroalimentada por un flujo de inversión extranjera hacia nuestro país que, aunque con una economía pequeña, ofrecía reglas del juego claras y también convenientes. Esto favoreció la importación de productos lo que se reflejó en un importante aumento en el acceso a bienes y servicios, por parte de la población, ya sea por la reducción de los costos de éstos o por la reducción de los costos en los créditos. Sin embargo, centrarnos en la necesaria perspectiva que dan estas cifras, puede enfrentarnos a la paradoja de que el bosque no nos deje ver lo árboles.
La cabina de nuestro avión
Entre los bienes y servicios a los cuales tuvimos mayor acceso y, a riesgo de incomodar con la semántica, se encuentra: Educación. Esto es trascendente, pues así como existió una transformación macroeconómica, también existió una transformación en nuestro macrocosmo social en donde el sistema educativo jugó y juega un rol innegable, dando forma a la estructura de nuestra cabina.
Bajo la intuitiva expectativa que al aumentar la cobertura en educación se abrían más oportunidades de integración en los sectores más excluidos. Durante estos 30 años se reforzaron políticas de financiamiento que convertían el aumento en cobertura en un objetivo en sí mismo y no sólo una parada en el itinerario de vuelo. A medida que este objetivo se cumplía surgía evidencia apuntando a que el sistema escolar estaba experimentado un claro proceso de segregación social6 e, incluso, señalando al propio financiamiento, basado en subvenciones, como uno de sus factores7. Si esto no encendió algunas alarmas, la magnitud del fenómeno debería haberlo hecho, pues al analizar los datos de 57 países que rindieron la Prueba PISA en el año 2006 se constató que Chile alcanzaba junto a Tailandia, los mayores niveles de segregación escolar entre estos países8.
Si bien la integración social de un país se puede ver afectada por diversos factores, como la segregación: urbana, laboral, en salud o por las propias preferencias culturales. Lo que hace determinante el efecto de la segregación escolar es el impacto acumulado año tras año y generación tras generación, que va aniquilando la experiencia formativa de los alumnos en aspectos cívicos de coexistencia e integración. Debido a que desaparece un espacio natural de socialización que enriquece e introduce a las personas en las complejidades de la vida en comunidad, una cuya característica fundamental es la convivencia con personas de distinta condición socioeconómica8, bajo cierto marco cívico. Por tanto, el fenómeno de marginalización o de desintegración social no se restringe sólo a lo estructural, pues también existe la desintegración del sentido de comunidad en los alumnos de todos los niveles socioeconómicos.
En definitiva, el riesgo de un sistema educativo segregado no está sólo en su impacto en la estructura de la cabina, sino que también en su impacto en la formación de los pasajeros y, por tanto, en el clima de convivencia que se dará en la cabina.
Siembra segregación y cosecharás violencia
Sí, reconozco que el parafraseo en el encabezado peca de rimbombancia. Pero lo mantuve porque cumple eficientemente en enmarcar el sentido de esta columna. Indiscutiblemente en Chile avanzamos hacia una mayor igualdad y con reconocidos logros económicos, pero también avanzamos hacia una mayor segregación social, donde el sistema educativo jugó un rol deteriorando el sentido de comunidad y, probablemente, aportando las condiciones para que cierto grado de anomia y malestar se asentara en nuestra sociedad. Y como fruto de esto (Y también de otros factores) hoy nos enfrentemos a una violencia como expresión social y delictual, que impresiona nos está excediendo.
Si bien hubo políticas de financiamiento que favorecieron este fenómeno, no podemos ignorar nuestra participación como alumnos, en su momento, y hoy como apoderados en profundizar la segregación escolar. Por tanto, pretender que este engendro no nos pertenece y que no tenemos responsabilidad en la incubación de estos márgenes socioculturales e, incluso, en la generación de esa marginalidad a la cual tememos, sólo está permitiendo que este fenómeno se siga reproduciendo y, posiblemente, perpetuando. Y aunque, indudablemente, se requieren urgentes medidas de seguridad a corto y mediano plazo, es en el sistema educativo donde decididamente se deben sembrar medidas a largo plazo que permitan, a futuras generaciones, alcanzar un sentido de comunidad e integración, que logre proteger a nuestra sociedad, sin exclusiones.
1 https://www.clarin.com/internacional/filman-terror-bordo-hizo-locura-azafato-vuelo-american-airlines_0_1Uf2PmkWNY.html
2 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4878482/
3 https://orgtheory.wordpress.com/2014/11/24/inequality-in-the-skies/
4 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9372338/
5 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6618103/
6 https://www.researchgate.net/publication/273128257_Desigualdad_educativa_en_Chile
7 http://bibliorepo.umce.cl/revista_educacion/2004/312/54_82.pdf
8 https://www.researchgate.net/publication/273129952_Segregacion_Escolar_en_Chile
