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Retos y desafíos del empleo en La Araucanía 2023 Opinión

Retos y desafíos del empleo en La Araucanía 2023

Patricio Ramírez
Por : Patricio Ramírez Coordinador Observatorio Económico y Social de la Universidad de La Frontera
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A pesar de que la tasa de desocupación regional pareciera no ser tan alta e inferior al país, lo que pudiera dar una falsa sensación de que las cosas van relativamente bien en materia laboral, lo cierto es que La Araucanía presenta importantes desafíos en dicha materia para este 2023, principalmente en temas de generación de empleo, participación laboral y ocupación. La pandemia significó un duro golpe no solo en lo sanitario sino también en lo económico y laboral para la región, y al día de hoy no ha podido recuperar los niveles de participación y total de personas ocupadas que tenía en el periodo prepandemia.


Según las últimas cifras de empleo publicadas por el INE, correspondientes al trimestre móvil noviembre 2022-enero 2023, la Región de La Araucanía registró una tasa de desocupación de 7,2% inferior al promedio país, que anotó un 8,0%. Sin embargo, como ya hemos comentado otras veces, la tasa de desempleo por sí sola no es suficiente para analizar la salud del mercado laboral, se hace necesario revisar otros indicadores y variables, como la generación de empleo a través de la evolución de los ocupados.

En este último trimestre mencionado, La Araucanía registró una creación de empleo anual de 15.810 personas; y he aquí uno de los grandes focos de preocupación y desafíos para este año en materia laboral, ya que esta creación de empleo regional se ha venido desacelerando paulatina y consistentemente desde mayo 2022. Para el trimestre marzo-mayo 2022 la creación de empleo regional alcanzó las 61.660 personas (la más alta desde finales de 2021); el siguiente trimestre, abril-junio 2022, fue de 61.580 personas, anotando un descenso pero marginal; sin embargo, fue el trimestre venidero, mayo-julio 2022, donde ya anotó una baja importante al registrar una creación de empleo de 51.170 personas.

Y desde ahí en adelante, trimestre a trimestre continuó la tendencia a la baja en los ocupados, cayendo a los niveles que vemos hoy en los últimos datos publicados, que son apenas superiores a los registrados en abril de 2021, cuando aún se vivían las restricciones sanitarias de la pandemia del COVID-19. Es decir, la generación de empleo se ha debilitado significativa y preocupantemente en La Araucanía, retrocediendo a niveles de la pandemia con restricciones. Con todo, el total de ocupados en la región al último trimestre informado llegó a 417.290 personas, lejos aún de los casi 450 mil ocupados que había previo a la pandemia.

Otro tema pendiente a nivel local es la participación laboral (número de personas en la fuerza de trabajo expresado como porcentaje de la población en edad de trabajar), que a fines de 2019 se empinaba en cerca del 60%, la que en los peores momentos de la pandemia descendió hasta el 44% (abril-junio 2020), y si bien se ha recuperado algo, aún no vuelve tampoco al nivel prepandemia, ya que según el último reporte se ubica en 54,4%.  Algo similar sucede con la tasa de ocupación (número de personas ocupadas como porcentaje de la población en edad de trabajar), que a finales de 2019 llegaba al 55,7% y actualmente se encuentra en 50,5%. 

Adicionalmente, la inactividad laboral (personas fuera de la fuerza de trabajo) sigue siendo muy alta en la región. A fines de 2019 había alrededor de 325 mil personas inactivas, eso aumentó a más de 450 mil personas en el peak de la pandemia, y si bien se ha ido regularizando, a la fecha la región registra casi 377 mil personas fuera de la fuerza de trabajo, es decir, más de lo que había antes de la pandemia. Mucha gente se retiró de la fuerza laboral en pandemia, ya sea por restricciones sanitarias, por la no operación u operación parcial de las empresas, porque no podían desarrollar su actividad, por malas expectativas, etc. El problema es que la región no ha podido generar las condiciones para absorber esa oferta de trabajo potencial de las personas inactivas.

En resumen, a pesar de que la tasa de desocupación regional pareciera no ser tan alta e inferior al país, lo que pudiera dar una falsa sensación de que las cosas van relativamente bien en materia laboral, lo cierto es que La Araucanía presenta importantes desafíos en dicha materia para este 2023, principalmente en temas de generación de empleo, participación laboral y ocupación. La pandemia significó un duro golpe no solo en lo sanitario sino también en lo económico y laboral para la región, y al día de hoy no ha podido recuperar los niveles de participación y total de personas ocupadas que tenía en el periodo prepandemia.

Este panorama no es muy alentador si consideramos que, para este año, está proyectada una recesión económica para Chile, y donde La Araucanía ha sido típicamente muy sensible al ciclo económico nacional, por lo que cabe esperar una recesión más marcada a nivel regional para este ejercicio anual. A lo que podemos agregar un ya conocido panorama económico y social débil en términos relativos al resto del país, donde presenta altos niveles de pobreza, alta informalidad laboral, bajos salarios medios y medianos, etc.

El empleo es uno de los principales motores de movilidad social y antídotos de la pobreza, por tanto es de vital importancia que la región cambie la tendencia y mejore su salud laboral para acotar los efectos de un ciclo económico desfavorable sobre el bienestar de las personas que habitan La Araucanía.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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