Opinión
Hace algunas semanas se publicó la Encuesta Nacional de Innovación (ENI) 2019-2022, con el objetivo de medir cuánto innovaron las empresas durante el periodo de pandemia. Los resultados revelan que un 16,7% de las firmas en Chile aplicaron prácticas innovadoras, es decir, apenas 1 de cada 6.
Si desglosamos las cifras, podemos ver que quienes más innovan son aquellas compañías relacionadas con las actividades económicas de información y comunicaciones (35,7%), que superan al área de manufacturas (19,8%), entretenimiento y recreación (17,7%). Además, quienes están más abiertas a incorporar nuevas formas de hacer las cosas son las empresas jóvenes de menos de diez años, tendencia que se repite en formulación de productos y procesos de negocios.
Esta tendencia es algo que deberíamos trabajar y fomentar en los siguientes años, especialmente en tiempos de crisis, que es cuando más difícil se hace mantenerse a flote en un mercado global cada vez más desafiante y competitivo.
La gran pregunta que cabe hacerse es: ¿Para qué y cómo podemos innovar? En cuanto al motivo, no hay uno solo. Las empresas que no innovan corren el riesgo de quedarse atrás de sus competidores y perder cuota de mercado, mientras que aquellas que sí lo hacen pueden aumentar su productividad y eficiencia, lo que mejorará su rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo. Además, la innovación permite a las organizaciones chilenas diversificar su oferta de productos o servicios, lo que reduce la exposición a riesgos y favorece explorar nuevas oportunidades de crecimiento.
En tanto, un buen ejemplo de cómo innovar es a través del uso de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial. Gracias a la IA, hoy es posible implementar cambios tanto en los procesos de negocios como en el producto mediante el proceso de datos, la automatización de tareas repetitivas y manuales, el análisis predictivo de datos históricos para prevenir que vuelvan a ocurrir en el futuro.
La invitación es no ver a la Inteligencia Artificial como una amenaza, porque lo que hace es apoyar el trabajo de las personas en lugar de reemplazarlos. Ante la enorme cantidad de datos que existen actualmente en las empresas, en especial aquellas que llevan más años de funcionamiento, necesitamos de herramientas tecnológicas que nos ayuden a procesar toda esa información para liberar tiempo y recursos para la innovación y el desarrollo de nuevas ideas y soluciones.
Necesitamos más empresas marcando la diferencia en los distintos sectores productivos y también en todas las regiones, porque la ubicación geográfica tampoco es un impedimento para transformarse. Un beneficio extra –y no menor en estos tiempos–, es que además las compañías que innovan se vuelven más sostenibles y responsables, porque optimizan recursos y tienen más claro cuál es su enfoque.
