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Simplemente Pep Opinión

Simplemente Pep

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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El catalán, desde que inició su exitosa carrera como director técnico, ha ido perfeccionado su método y trabajo. Todos quienes han compartido con él señalan que no deja ningún detalle al azar, que sabe todo del rival que enfrentará y que, además, sabe preguntar y escuchar a sus asesores más directos.


Guardiola siempre marca algo distinto. Logra ver lo que otros no. Y va más allá de su sistemático y frenético análisis previo de cada rival. Es un obsesivo de eso y pasa horas y horas buscando ese detalle que le permita a su equipo poder tener alguna ventaja.

Guardiola potencia a sus jugadores de una forma fantástica. Claro, muchos podrán decir que, con la billetera del dueño del City, es fácil tener a los mejores, pero lo que entrega Pep va más allá de las condiciones que ya tienen los deportistas.

El catalán, desde que inició su exitosa carrera como director técnico, ha ido perfeccionado su método y trabajo. Todos quienes han compartido con él señalan que no deja ningún detalle al azar, que sabe todo del rival que enfrentará y que, además, sabe preguntar y escuchar a sus asesores más directos.

Y para entender cómo fue llegando a esto, hay que remitirse a su época de jugador, donde teniendo a Johan Cruyff, el gran holandés (sorry, para mí será holandés siempre, aunque se diga de otra forma ahora) lo fue moldeando en esa forma de ver y sentir el fútbol, que creó Rinus Michel en 1974. El fútbol total. Guardiola absorbió todo eso. Lo entendió y lo fue desarrollando de la manera que también pudiera darle un plus.

Su Barcelona era un deleite. Con jugadores de una inteligencia y calidad exquisitas. Dominaron todo, a tal punto; que dejaron huellas imborrables en el mundo fútbol.

Hoy el City de Pep está cerca de poder conseguir la anhelada Champions. Ante Real Madrid, en el partido de vuelta, dieron una verdadera clase de fútbol, lleno de variantes tácticas y en el desarrollo del juego, que es un partido para desmenuzar minuto a minuto y dejarse llevar por la idea del español. Un partido de colección y ante un rival de estirpe.

El 10 de junio en Estambul, City ante el Inter de Milán. Sin menospreciar a los italianos, por calidad y momento de juego, los ingleses son ampliamente favoritos, pero, claro, en un partido de esta clase todo puede pasar. Pero es el momento único que ha esperado Pep a cargo de los ciudadanos. Ha estado cerca, ahora pareciera más que nunca.

Sin duda y una vez finalizada la llave ante Real Madrid, Pep entró en su mundo especial, el del silencio y estudio, el de buscar una y otra vez cómo dañar a su oponente, ese mundo tan especial y particular que fue creando a lo largo de los años y que hoy lo tiene en la cúspide.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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