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Pichilemu, firme junto a los humedales Opinión Crédito foto: Ministerio del Medio Ambiente

Pichilemu, firme junto a los humedales

Cristián Pozo Parraguez
Por : Cristián Pozo Parraguez Alcalde de Pichilemu
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Hay que conocer en profundidad la importancia de estos ecosistemas y por qué nuestro municipio hace hincapié en una mirada ambientalista del entorno. Se trata de proteger a la flora y a la fauna silvestres hoy, para que también sean disfrutadas por las generaciones futuras.


Suelo definir a Pichilemu como una ciudad mágica, porque tiene bosque y mar. Hay sectores rurales increíbles y, también, áreas patrimoniales. Es una zona donde convergen muchas bellezas, como sus cientos de kilómetros de costa, con las mejores olas del país para hacer surf, lo que nos permitió ser sede de este deporte en los últimos Juegos Panamericanos.

En conjunto con los vecinos, instalamos una visión medioambientalista de nuestra comuna, porque, entre otras cosas, tenemos la suerte de contar con humedales protegidos, donde viven especies autóctonas, tanto vegetales como animales, entre ellas, el ya famoso pajarito Fiu, símbolo de los ya citados Panam.

Para que la gente entienda la importancia de estos ecosistemas, debo decir que se trata de zonas en las que el agua es el principal factor que controla la vida silvestre, y corresponden a sistemas altamente productivos, intermedios entre ambientes permanentemente inundados y ambientes secos.

Los humedales retienen CO2 (dióxido de carbono) de la atmósfera, almacenándolo más que cualquier otro ecosistema de la Tierra. Este carbono azul es el que capturan los organismos vivos en los ecosistemas costeros y marinos. Se estima que nuestros humedales contienen más de 90 toneladas de carbono orgánico por hectárea.

Para sopesar su importancia, agrego que nos protegen contra tormentas, inundaciones, maremotos y hasta mitigan los efectos del cambio climático.

En Pichilemu abarcan más de 614 hectáreas, las que en conjunto con las dunas conforman un vasto ecosistema de singular belleza e importancia. Son más de diez los humedales existentes, dando cabida a una rica biodiversidad.

Hoy, lamentablemente, los humedales costeros están amenazados por la urbanización, la agricultura, el pastoreo, la contaminación, el cambio climático y otros factores principalmente de origen antrópico, es decir, que tienen que ver con la actividad del ser humano.

En Chile, en 2021, entró en vigencia la Ley de Humedales Urbanos (Ley 21.202), y ese año el Ministerio del Medio Ambiente designó a Petrel como el primer humedal urbano de la región y le transfirió a nuestro municipio la responsabilidad de hacerse cargo de su gestión y administración.

Medidas concretas

En temas medioambientales hay que pasar rápidamente de la palabra a la acción. Así, el martes 30 de enero pasado, en sesión extraordinaria del Concejo Municipal, se aprobó por amplia mayoría la Ordenanza General de Humedales Urbanos. De esta manera, y luego de un trabajo mancomunado con la comunidad por más de un año y medio, comenzamos a dar cumplimiento a la citada ley.

Esto es solo el hito inicial de un trabajo que continuaremos haciendo en conjunto de la comunidad, de modo de elaborar planes de gestión de cada humedal, teniendo en cuenta su historia, contexto, ubicación y todos los elementos que lo constituyen.

Para ello resulta fundamental el liderazgo de nuestra Dirección de Medio Ambiente y, sin dudas, el aporte de toda la comunidad pichilemina, la cual, mediante diversas plataformas, se involucró en este proceso.

Además, también hemos adoptado iniciativas ciudadanas, como la prohibición de los shows pirotécnicos para las fiestas comunales la de Año Nuevo, por ejemplo–, porque son contaminantes para las personas (sobre todo en niños con TEA) y para la fauna silvestre y casera (mascotas).

Fiu y sus parientes

Gracias a que Fiu ya es un símbolo nacional, la opinión pública se interesó más por estos ecosistemas. Los humedales son de especial importancia para las aves, ya que les proporcionan sitios donde pueden pasar todo o parte del año para cubrir una determinada etapa de su ciclo anual, como la nidificación y crianza, muda del plumaje y descanso.

A su vez, las aves son indicadores de la salud de los humedales y centinelas de cambios en sus hábitats naturales. De aquí la importancia del trabajo que realiza la Municipalidad de Pichilemu en cuanto a monitorear las aves presentes en esas zonas, pues pueden utilizarse para detectar problemas de trascendencia en el ambiente, antes de que empiecen a afectar el bienestar de las personas, es decir, cumplen una función como “sistema de alerta temprana”.

Solo en el humedal urbano Petrel, por ejemplo, hay un registro de 153 especies, es decir, sobre el 28 por ciento de las aves de Chile, entre otras, el cisne coscoroba, el cisne de cuello negro, el cuervo de pantano, el chorlo nevado, el fío-fío, el flamenco chileno, la gaviota de Franklin, el gaviotín boreal, el gaviotín elegante, la golondrina de dorso negro y el Sietecolores (Tachuris rubrigastra), que ahora conocemos como Fiu, la carismática mascota de los Panam.

Se trata de un ave pequeña entre 10 y 11,5 centímetros y que no pesa más de 8 gramos. Usualmente se le ubica donde hay presencia de juncos, y en estos ambientes se alimenta, nidifica y tiene refugio.

Fiu ya fue un símbolo de una fiesta deportiva espectacular y, ahora, también puede convertirse en la imagen de los humedales amenazados, sobre todo para crear conciencia entre las nuevas generaciones y mantener, así, una patrimonio que en Pichilemu nos esforzamos en preservar…

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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