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Carmen Ibáñez deja de manifiesto inconsecuencia de Lily Pérez

Pese a que incluso diputados cercanos a la «Regalona» están en desacuerdo con la forma en que la legisladora ha enfrentado a Lily Pérez, varios de ellos coinciden con el fondo de sus recriminaciones a la diputada fiscalizadora.


El último estallido de la diputada Carmen Ibáñez en contra de su compañera de partido Lily Pérez, en medio de la crisis que atraviesa Renovación Nacional, no sólo cayó mal entre los cercanos a la fiscalizadora. Incluso entre los amigos de la «Regalona» sostienen que a la parlamentaria "se le pasó la mano". Sin embargo, unos y otros han evitado reparar en el fondo de la discusión. La defensa o el rechazo al sistema binominal.



Una de las características que incluso los detractores de Lily Pérez siempre han destacado en la diputada, es su actitud consecuente frente a los distintos temas que ha optado por defender. No obstante, su posición en el conflicto interno de RN ha abierto una duda. Al aliarse con el sector opositor a Sebastián Piñera ha debido defender una postura que hasta hace poco estaba, al menos, abierta a revisar.



Tanto, que en una entrevista a la Revista Ercilla, el año pasado, Lily Pérez admitió que el actual mecanismo electoral es perjudicial para RN, señalando que "creo que el sistema binominal a nosotros nos jugó en contra. Mantuvimos nuestra votación y perdimos diputados. Por lo tanto, nunca he estado cerrada a discutir el cambio del sistema electoral. Para mí no es un dogma ni nada por el estilo".



No obstante, la postura asumida internamente la obliga a defender el polémico mecanismo electoral. Todo en un mismo paquete, porque el conflicto del partido se desató debido a que los diputados rebeldes rechazan tajantemente sumarse a la mayoría del partido que -según Piñera- estima necesario para la democracia modificar el sistema binominal.



A los liberales de Renovación Nacional no deja de sorprenderlos el cambio de Lily Pérez. Nunca se imaginaron ver a la diputada combatiendo codo a codo con el ex presidente del partido, diputado Alberto Cardemil, a Sebastián Piñera, ya que aunque nunca fue una incondicional del actual timonel, sí era una de las más fuertes detractoras de Cardemil, uno de los más fieles representantes del ala conservadora de la colectividad.



En este contexto, algunos diputados atribuyen el brusco paso de Pérez desde el ala liberal a la conservadora de RN a sus ambiciones, abiertamente reconocidas por ella, de ser senadora. Especulan que está consciente de que sin el apoyo de Joaquín Lavín y de la UDI no logrará cumplir su meta.



Los más osados suponen, en la actitud de Lily Pérez, una estrategia bien pensada. Oponerse a modificar el sistema binominal para obligar a la Concertación a optar por el "mal menor" y abrir circunscripciones sin introducir cambios al sistema electoral. Porque los sectores más duros de la derecha están convencidos que en el discurso del oficialismo -que plantea la necesidad de democratizar la Constitución- se oculta el imperativo de buscar una fórmula para obtener más cupos sanatoriales.



Así las cosas, la fama de consecuente de la diputada más popular de Renovación Nacional parece estar perdiendo sustentación entre sus pares. Pero los efectos de su actitud entre sus votantes, en cambio, está por verse. Es posible que le traiga buenos dividendos, ya que las encuestas siguen revelando que Lavín no tiene rivales viables. Tanto, que incluso un estudio de opinión de la Universidad Andrés Bello revela que los encuestados opinan que el alcalde de Santiago está mejor preparado para dirigir el país que el propio Presidente de la República Ricardo Lagos.



No obstante todos estos hechos, el futuro de la diputada Pérez aún no se escribe. Aunque, seguramente ella no lo quisiera, está muy ligado al destino de Renovación Nacional, porque nada confirma que los rebeldes de RN logren su cometido y, aliados a la posición de la UDI, puedan impedir que Sebastián Piñera consiga el respaldo del Consejo General, para mantener su posición de modificar el sistema binominal.



Esto, entre otras cosas, porque se entiende que en el Consejo General del 12 de julio participará una figura emblemática del partido, el ex presidente Andrés Allamand -precursor de las reformas constitucionales al interior de la colectividad- quien a pesar de su alejamiento de la política contingente concita un fuerte apoyo de parte de los militantes y podría defender con argumentos de peso la postura de Piñera.

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