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Gremialismo podría ganar la FECH, pero difícilmente gobernarla

La división de la izquierda en 5 nóminas paralelas permitió que «Unidos por la Chile» se alzara como probable vencedora. La lista podría obtener la presidencia, pero su voz sólo valdría el 30 por ciento a la hora de tomar decisiones. Los dirigentes de la jota y aquellos de la nómina que apoya la actual directiva no están tranquilos.


El estudiantado de la Universidad de Chile sabe que es probable que el presidente de Fech deje de ser una persona de izquierda. La división de este sector -que este año va a las elecciones en cinco nóminas paralelas- permitió que «Unidos por la Chile», lista que es vinculada con el gremialismo, se erigiera como una de las más probables ganadoras de los comicios que se efectuarán el 29 y 30 de este mes.



Tras ocho años de presidencia del Partido Comunista, ¿pasará esta vez la Fech a ser gobernada por la derecha más conservadora?. La respuesta es compleja.



Un factor a analizar es el peso que tendrá el presidente de la mesa directiva si la lista mencionada sólo logra ese cupo. En ese escenario, uno de los primeros inconvenientes que afrontaría «Unidos por la Chile» para materializar su programa será la escasa importancia que tendrá la voz del presidente a la hora de tomar decisiones. Esto, pues seguramente los otros cuatro integrantes de la mesa serán de izquierda.



El asunto es que, aunque la lista logre la titularidad de la Fech, la opinión del presidente sólo valdrá 30 por ciento a la hora de tomar decisiones. El escenario únicamente cambiaría si «Unidos por Chile» logra dos cupos adicionales y para eso requiere cerca de 4 mil votos de los estudiantes, pero un triunfo así aún es improbable.



De hecho, el que durante la primera jornada de votación se efectúe un conteo de los sufragios ya emitidos posibilita que los universitarios sepan cuál es la lista que va ganando y, ya en el segundo día, pueden inclinar los números a favor de lo que consideren el «mal menor».



Así, si «Unidos por Chile» llega a perfilase aquel 29 de octubre como ganadora de varios cupos en la mesa, es probable que los estudiantes cambien la tendencia el día 30. Ello podría, incluso, echar abajo la presidencia del candidato de esa lista y perfilar como ganadora a la nómina oficial de la jota o, bien, a «Creemos (en) la Universidad». Esta última está encabezada por Rodrigo Henríquez, quien recibió el apoyo de la actual mesa directiva de la FECH -ya desvinculada de la JJCC-, de los más recientes ex presidentes de la instancia y de las asambleas de izquierda que tradicionalmente han votado por los candidatos comunistas.



En todo caso, desde ya se prevé que, de ganar la presidencia un representante de «Unidos por la Chile», la izquierda deberá buscar puntos de encuentro entre los distintos sectores en que está dividida y poder, así, lograr un programa de consenso.



«Afinidad» UDI



El tema de la identificación de «Unidos por la Chile» con la UDI es un asunto claro y zanjado a ojos de los jóvenes de izquierda de la universidad. Su mismo nombre huele a gremialismo y da cuenta de vínculos con la «Alianza por Chile». En efecto, el conglomerado opositor cuenta con múltiples slogan del mismo tipo, entre ellos «Médicos por Chile» y «Municipios por Chile». Además, uno de los colaboradores de la nómina que postula a la Fech es Cristóbal Leturia, hijo de Javier Leturia, uno de los fundadores de la Unión Demócrata Independiente.



Sin embargo, desde la lista y desde el conglomerado de derecha se verifica un empeño por desvincular esas candidaturas a la oposición.



«Todos somos independientes», asegura Luis San Martín, líder de «Unidos por la Chile» y candidato principal de ella. San Martín -calificado por sus contrarios como «el típico ingeniero de la Universidad Católica: gremialista y despolitizado»- explica las versiones que lo vinculan a la derecha diciendo que ellas son una «contra propaganda». Sostiene que su postulación nada tiene que ver con la política y que lo que les preocupa es «la inserción laboral de los estudiantes, el posicionamiento de la universidad y cómo se lleva la docencia».



Aunque «Unidos por la Chile» no cuenta con el respaldo oficial de la Juventud de la UDI, sector al que más es vinculada, el partido derechista ve con buenos ojos su eventual triunfo. Reconocen que con ella tienen «más afinidad» y que los planteamientos de estos candidatos son similares a los que profesa el partido de Pablo Longueira, sobre todo por la intención de desvincular a la Fech de la política. «La UDI cree en el gremialismo y en la autonomía de las organizaciones intermedias», sostiene Pablo Desbordes, presidente de la Juventud de la UDI.



La inquietud de una izquierda dividida



El distanciamiento con el PC de la actual directiva de la FECH, encabezada por Julio Lira, y su nueva vinculación con el movimiento Fuerza Social, fue el principal factor que produjo la fragmentación de la izquierda universitaria.



Uno de esos grupos es el mencionado «Creemos (en) la Universidad». Otro sector es el liderado por Sandra Saavedra -de «Izquierda por la Reforma»-, único que cuenta con el respaldo oficial la jota.



A esas listas, las más importantes de la izquierda en la FECH, se agrega una liderada por el movimiento La Surda, otra vinculada a los partidos Socialista y Humanista, otra del Movimiento Rebelde Miguel Enríquez (vinculado al MIR) y la autodenominada lista «Fantasma», que ha sido interpretada como una humorada de estudiantes de Ciencias. La Democracia Cristiana, por segundo año consecutivo, no presentó candidatos.



Clave para definir la elección de este año será la votación de los estudiantes que tradicionalmente se inclinan por el candidato de las Juventudes Comunistas y de quienes lo hacían por la Juventud Demócrata Cristiana. Aunque en la JDC han descartado que sus simpatizantes se alineen a la derecha, la fragmentación hace que sectores de izquierda teman que finalmente ellos decidan optar por la lista de San Martín.



Rodrigo Caimanque, actual vicepresidente de la FECH, admite que existe preocupación respecto al posible triunfo de «Unidos por la Chile». «Es preocupante que la Federación, después de ocho años, llegue a las manos de la derecha, más aún ad portas de un eventual gobierno de la «Alianza por Chile» en el país", sostuvo.



Aunque el candidato Rodrigo Henríquez, se mostró confiado en que «los electores sabrán diferenciar», consideró que un triunfo como el que se pronostica sería nefasto para la izquierda.



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