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Romero aboga por creación de mecanismo de solución de controversias

El parlamentario, reconocido como uno de los líderes del sector duro de Renovación Nacional, planteó a El Mostrador.cl que la Alianza por Chile necesita una instancia independiente que se encargue de resolver los eventuales conflictos que en adelante pudiera enfrentar el conglomerado.


A pesar que la declaración de la diputada RN Pía Guzmán, en que lamentó el daño que a partir de sus dichos se le pudo haber provocado a «personas inocentes y a sus familias», no dejó satisfecha a la UDI, la disposición de ambos partidos de la Alianza por Chile es no dejar que la sangre llegue al río. Así al menos se desprende de las expresiones vertidas ayer tanto por dirigentes gremialistas como de Renovación Nacional.

Todo parece indicar que los ánimos se están enfriando en la derecha y no sería del todo descartable que en ello haya influido la labor ‘silenciosa’ del presidenciable del sector, Joaquín Lavín, cuya candidatura corre serio riesgo de persistir las inestables relaciones en que hasta ahora se ha manejado el pacto.

El alcalde de Santiago ha intentado ser ecuánime en sus declaraciones en las que junto con solidarizar con los dirigentes de RN acusados por la UDI, defendió la honra de los parlamentarios gremialistas perjudicados por las declaraciones de Pía Guzmán, lo que ha dejado relativamente conformes a ambos partidos.

Pero aún cuando, esta vez, se supere la crisis hay quienes están preocupados porque estiman que el conglomerado requiere una institucionalidad que permita la resolución de los conflictos que se presenten, sin tener que llegar al grado de descalificaciones como las que se han visto en esta oportunidad.

Entre quienes piensan así está el senador RN Sergio Romero. Durante la crisis el parlamentario se ha dedicado a buscar una solución que no pase sólo por la contingencia, sino que sirva para impedir que se llegue a los límites que provocaron las denuncias de la diputada Pía Guzmán.

«Estoy tratando de mirar más allá de la coyuntura», explicó el parlamentario a El Mostrador.cl, entre otras cosas porque -a su juicio- el país necesita por lo menos dos coaliciones que aseguren la alternancia en el poder y para esto los dirigentes de la Alianza por Chile se deben asegurar de que el pacto se prolongue en el tiempo.

Para Romero, la Alianza debe desarrollar una institucionalidad «más madura», con un mecanismo independiente de «solución de controversias», con el que en su opinión se evitarían crisis como la que actualmente atraviesa el pacto y que -asegura- debería generar una «autocrítica» en los dirigentes de ambos partidos.

El senador Romero estima que si tras el análisis se llega a la conclusión que las consecutivas crisis del conglomerado se deben a un tema netamente personal, es decir, que se deben a que los titulares de RN y la UDI no pueden relacionarse entre sí, entonces habrá que pensar en un «recambio generacional» de dirigentes.

Sin embargo, precisó que en este momento no es «razonable» optar por el mencionado recambio, porque «parecería un coletazo de lo ocurrido», aludiendo a los efectos provocados por las denuncias de la diputada Guzmán, aunque indicó que al fin y al cabo, en el caso de Renovación Nacional, eso pasa por «una decisión de la propia directiva», encabezada por Sebastián Piñera, «que puede tomar una decisión que resuelva los problemas».

Al ser consultado si estaría dispuesto a asumir la responsabilidad de conducir su partido, en el caso que la mesa se decida por llamar a elecciones, Romero recalcó que «yo no soy un recambio generacional» y destacó que está dispuesto a ejercer su liderazgo, dentro de RN, desde posiciones que deberá asumir más adelante, como por ejemplo desde la presidencia del Senado. Por otra parte, señaló que ante la necesidad de concretar el recambio «nombres hay muchos», pero no quiso especificar alguno, aunque tampoco descartó el del ex presidente de la colectividad, Andrés Allamand.

«Actué de buena fe»

Mientras tanto, la diputa Pía Guzmán aceptó el informe evacuado por la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados y admitió que pudo haber actuado «con mayor prudencia y cautela frente a los medios de comunicación social» al hacer públicas sus declaraciones. Asimismo, lamentó «desde mis más profundos sentimientos» el daño causado, a partir de las distintas versiones que surgieron sobre sus dichos, a los parlamentarios afectados y a sus familias.

Pero también recalcó que nunca mencionó ni ha mencionado nombres, los que -aseguró- se ha guardado hasta hoy.

No obstante, sus palabras aún no fueron suficientes para la UDI que continúa esperando que la legisladora se retracte y pida disculpas, cosa que finalmente no hizo. A pesar de eso, el gremialismo expresó su intención de separar este tema, que deberá seguir su cauce en los Tribunales de Justicia, del trabajo propio de la Alianza por Chile.

De hecho, un alto dirigente gremialista aseguró que «las aguas ya se están aquietando» al interior del pacto y que a pesar del «dolor» provocado a la colectividad por la diputada Guzmán, la UDI quiere ahora abocarse al trabajo que le es propio, en conjunto con sus socios.

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