El gobierno boliviano decidió adoptar una estrategia más fuerte para conseguir una salida al mar por costas chilenas. Instruyó a sus embajadores y cónsules a abordar el tema en cuanta reunión sostengan para lograr el apoyo de otros países. Al mismo tiempo, les envió un documento secreto que contiene todos los documentos oficiales que respaldan la demanda marítima.
Decididos a instalar el discurso de una salida al mar por las costas chilenas, el gobierno boliviano envió a todos sus diplomáticos repartidos por el mundo un dossier, que contiene todos los documentos oficiales sobre la demanda marítima, como una forma de conseguir que la comunidad internacional se involucre en forma más activa en la petición.
El dossier, según dijo el canciller boliviano, Juan Ignacio Siles, contiene información sobre la demanda marítima desde los tiempos del Virreinato y resume los fundamentos históricos, jurídicos y económicos de la exigencia de contar con una salida al mar por las costas chilenas.
El documento, de más de 20 páginas, comienza por dar a conocer cómo era el territorio de Alto Perú, luego da cuenta de su fundación en 1825 y enfatiza los antecedentes históricos que aseguran que Bolivia nació con mar.
Al mismo tiempo detalla las pérdidas económicas que Bolivia ha sufrido a causa de su mediterraneidad e incluye los discursos del presidente boliviano, Carlos Mesa, en la pasada Cumbre de Las Américas y el del 4 de enero donde hace referencia a la necesidad de contar con un acceso soberano a la mar por las costas chilenas.
Al documento se suma una "instructiva" que el Ejecutivo boliviano envió a las 34 delegaciones diplomáticas que tiene en el exterior, en la que se les ordena a los embajadores usar todas las reuniones o encuentros que tengan para instalar el conflicto marítimo en el debate internacional y con ello lograr más apoyo.
El documento, elaborado por la Cancillería boliviana, entrega las directrices para que todos los diplomáticos realicen una labor simultánea y consecuente con la postura adoptada por el gobierno de Carlos Mesa, en el sentido de insistir en la necesidad de establecer el diálogo para poder encontrar una solución para la mediterraneidad.
El hecho coincide con la resolución adoptada por el Congreso paceño, en la sesión secreta de la semana pasada, en la que se acordó que todos los parlamentarios que tuvieran que representar a su país en el exterior deben hablar sobre la reivindicación marítima.
Al mismo tiempo, las instrucciones están destinadas a contrarrestar las declaraciones que pueda hacer el Gobierno chileno o las iniciativas que emprenda para disuadir a la comunidad internacional de intervenir sobre la demanda marítima boliviana.
Lo anterior, también, es una manera de neutralizar el envío que hizo Chile de un libreto a todos sus diplomáticos con el discurso oficial respecto de este tema, después del artículo publicado por el diario que edita El Vaticano, L’Osservatore Romano, en el que habría un velado apoyo a la causa boliviana.
En tanto, ayer se reunió en La Paz la Junta de Asesoramiento del Poder Ejecutivo boliviano, compuesta por 10 ex cancilleres, con el objeto de tratar el tema marítimo y establecer una ofensiva clara para lograr alguna solución a la exigencia de una salida soberana al mar.
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