Es uno de los pocos que está a favor de legalizar la marihuana y que lo dice públicamente, aunque aclara que eso debe ir acompañado de políticas de salud que no incentiven el consumo. Respecto del cantante de reggae, cree que fue irrespetuoso con los asistentes al show.
"Permitiría que los alumnos fumaran en la universidad, pero si alguno llega drogado a la clase y molesta, le sugeriría que se fuera a su casa", dijo Álvaro Bardón, economista de la Universidad Finis Terrae, y reconocido defensor de la despenalización de las drogas blandas, a propósito del escándalo desatado por el músico Quique Neira.
Bardón, como ya es sabido, es uno de los pocos que tiene un discurso público pro legalización de la marihuana y de las drogas blandas en general. Por eso, el economista justifica su postura argumentando que "si se legalizara, el Estado puede asumir que existen problemas de adicción y encargarse de los enfermos en forma real".
Sin embargo, Bardón aclara que "la legalización de la marihuana debe ir acompañada de una campaña efectiva, que eduque sobre el consumo de las drogas y que no estimule su uso".
Por ello, aterriza las ideas a su propio trabajo, la Universidad Finis Terrae, donde cree que si se despenaliza el consumo, al menos en dicho centro de estudios los alumnos podrían fumar yerba en los jardines o patios, pero se tomarían medidas que informarían sobre los daños que produce el consumo desmedido.
"Nadie tiene derecho a decirle a otro lo que tiene o no que hacer, eso es coartar la libertad de las personas, salvo que esas acciones le molesten a otro directamente. Ahí, por una cosa de respeto uno deja de hacer lo que quiere", considera.
"La actitud de Quique Neira, de salir al escenario con un pito en la mano, me parece mal. Es una falta de respeto para los que asistieron al show, sin embargo, es la gente la que tiene que evaluar el comportamiento y legitimarlo o reprobarlo", advierte.
Para Bardón, la legalización de la marihuana también es un tema de mercado, porque "si se despenaliza, el mercado negro desaparece, se pueden cobrar impuestos tal como ocurre con el tabaco y con ello financiar campañas que ataquen el consumo e implementar planes de salud que, efectivamente, rehabiliten a los adictos".
Según el economista, ni el Estado ni los políticos legalizarán la marihuana ni ninguna de las drogas blandas porque hacerlo sería moralmente incorrecto y porque creen que prohibiendo, los problemas desaparecen.
"En Chile se ha satanizado el tema y no se razona sobre él. Para tranquilizar las conciencias se dictan leyes que, efectivamente, no sirven y se da por resuelto el problema. Esto hace que para el Gobierno no existan problemas de drogas, no existan políticas de salud que ataquen el consumo y que se encarguen de los adictos", aseguró.
Bardón cree que si se legaliza la marihuana y se la grava con un impuesto similar al IVA, el consumo se estabilizaría y con el dinero recaudado se podrían crear planes de salud que se encarguen de los drogadictos, porque hasta ahora el Gobierno no se ha preocupado por ellos en forma efectiva".
Asegura que mientras la marihuana siga penalizada, las cifras de consumo continuarán aumentando, pero que si se legaliza, se estabilizarán tal como sucedió con el tabaco. Sin embargo, insiste en que si se deja de sancionar el consumo de marihuana, deben crearse políticas que vayan en contra del consumo, porque "todos sabemos que se corre un riesgo importante con el tema de las drogas".
