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Los riesgos futuros de la ayuda chilena en la ocupación de Irak

Hay un grupo de países como India, Argentina, Brasil, México, Indonesia o Malasia, con recursos probados en el área de seguridad, que han optado por una perspectiva más completa de las implicancias que puede acarrear una asociación, oficial o privada, con una ocupación con características de fraude.


La palabra no muy afortunada de "matador" que describe al Salas goleador, es también definición para un objeto de exportación chileno: La venta de recursos humanos en el área de seguridad, esta vez para apoyar la ocupación en Irak. Ojalá exportara Chile muchos Marcelo Salas, y menos expertos en tiro, así se podría asegurar mucha gente en los estadios, calles repletas de niños chuteando una pelota.



El aparente desmantelamiento de la antigua guerra fría y el término de varias decenas de dictaduras por el mundo, debido a la reducción de los ejércitos y el acabamiento de varias guerras, ha dejado a centenares de miles de expertos "matadores", disponibles para alimentar la nueva guerra fría. Aquella que se instala para absorber las demandas de las amenazas multidimensionales, como se les llama a los nuevos "cucos" a la libertad, repartidos por el mundo.



Sectores de chilenos con su afán de protagonismo a toda costa, o con la ansiedad de algunos dólares más, ahora venden esos recursos de seguridad, para situarlos en la aberración jurídica iternacional por antonomasia, como es la actual la ocupación de Irak.



"Chile está arriesgando mucho más de lo que actuamente imaginan muchos, por este cartel chileno de la seguridad. No saben con la chichita que se están curando" señaló una fuente cercana al PS que por tratarse de un tema "delicado", no desea que lo (la) nombren, y se remiten a la Ministra de Defensa, con su opinión discordante sobre el tema.

Según fuentes europeas cercanas a El Mostrador.cl, los países que se involucran en operaciones, sea por la vía oficial de Gobierno o por la mera dinámica del sector privado, caen inmediatamente en la lista de país en nivel de riesgo, con alta permeabilidad a la represalia, incluyendo el atentado terrrorista.



No es que mañana Chile tendrá el acecho de Bin Laden, u de otra red asociada a los ejes del mal. El tema es que los países que cooperan en la ocupación, inmediatamente pasan a constituir una zona de "alta tensión" y comienzan a depender más y más militarmente del tuletalaje o de la asesoría de los países que lideran la ocupación. "Se tendrá que formar un "dossier más activo" y responder a una cantidad suculenta de nueva información. Eso aumenta el desgaste de la administración y hace todo el trabajo de defensa interior algo más tenso, que en el caso que Chile no estuviera cooperando en acciones de seguridad", agrega la misma fuente.



Un experto chileno en seguridad nos señaló que por otra parte es importante que Chile entre en las ligas mayores en el tema de seguridad, porque eso trae recursos y capitales y el país se internacionaliza en todos los ámbitos. Esto confirma la opinión recogida por El Mostrador.cl en la zona del medio oriente, durante la guerra de Irak, que una de las apuestas importantes de esta guerra "era acrecentar el vínculo seguridad y sector financiero, considerando a la seguridad -léase guerras chicas o grandes, y tensiones chicas o grandes- como un área financiera para respetar y desarrollar".





La delgada línea de lo privado y lo oficiál en Irak



Un país al que se le ha destruído más del 80% de la capacidad del estado ( World Fact Book 2003), opera sobre las bases del sector privado. La guerra misma fue rotulada por los medios "como la primera guerra privada del siglo 21 " (The Guardian, Times).



En un contexto así, que el Gobierno de Chile no se haya hecho parte formal de la contratación del personal chileno para labores de seguridad y protección en Irak, no lo absuelve de la responsabilidad internacional de estar participando en la ocupación. Países como India, Argentina, Brasil, México, Indonesia o Malasia, dotados con mejores recursos en el área de seguridad, han medido los ímpetus y han medido las implicancias de una asociación, oficial o privada, con una ocupación con características de fraude, y rechazada por la población del país. Este es el punto.



En un mundo local -el de Irak-, donde en la práctica no hay Gobierno reconocido, y donde lo que predomina es la acción de lo privado, "da exactamente igual que hayan o no sido puestos allí por el Gobierno". Nos señala un irakí, Samir Alí, que ha colaborado con El Mostrador.cl en otras ocasiones.



Chile pasará a ser reconocido por los irakíes y los ciudadanos de los países del mundo árabe, como uno más de los países "chicos" de la alianza. En un papel como se los ve a Polonia, Filipinas, El Salvador, Republica Dominicana, Dinamarca, entre otros. Si bien la distinción es marcada, por el hecho de que estos países participan formalmente en la alianza con personal militar, el dato de apostar guardias chilenos (o mexicanos o malteses en pequeña escala), no cambia la óptica cualitativa del asunto: de que Chile está cooperando con una ocupación, y ni siqiera en el marco de alguna operación patrocinada por las Naciones Unidas.

En una serie de entrevistas cortas, realizadas al azar y en forma espontánea, una gran mayoría de chilenos entrevistados señalaron que Chile tenía otras opciones para colaborar a que la situación mejore en Irak. Muchas de ellas señalaron que habría sido más coherente que Chile enviara ayuda a través de la Teletón o de Unicef, dado el número de niños discapacitados que están apareciendo como resultado de la guerra y el continuo enfrentamiento.


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