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Hernán Larraín: «Es importante demostrar que somos razonables»

Aunque el próximo presidente del Senado no puede ocultar el orgullo que le provocan los logros de la UDI, precisa que continuará con la tradición de independencia de la Cámara Alta y que no utilizará el cargo «como trinchera».


El senador UDI, Hernán Larraín, está conciente de la "enorme responsabilidad" que implica convertirse en el primer militante gremialista en asumir la presidencia del Senado. A sólo 11 de días de concretarse el traspaso de mando, el parlamentario asegura que su principal objetivo es demostrar a la ciudadanía que su partido puede dar gobernabilidad,que es serio y razonable, respecto de lo cual desde la Concertación siempre han manifestado importantes dudas.



A sus 56 años, Larraín es un senador reconocido por su ponderación, lo que no impide que defienda sus ideas con fuerza. Tanto es así, que confiesa que algunos de sus pares se lamentan que al asumir la presidencia de la Cámara Alta, la UDI perderá a un senador de "trinchera", ya que constantemente expone sus opiniones políticas, a nombre de la colectividad, en los debates corporativos.



Sin embargo, está conciente de la tremenda responsabilidad que significa para él su nuevo cargo y también de que al llegar a la testera del Senado deberá dejar de lado la defensa de las posturas partidarias, para entregarse a una labor de proyecciones más amplias. Con todo, espera ansioso el martes 16 de marzo para comenzar cuanto antes su trabajo, para el cual ya está conformando sus equipos e incluso se ha reunido con el senador Andrés Zaldívar para que lo oriente. En este ambiente previo es que aceptó conversar con El Mostrador.cl.



– ¿Siente que va a haber una disposición especial hacia usted, por ser militante de la UDI?



-No, por el contrario. He sentido un trato muy afectuoso, cálido, de todos los senadores de los distintos sectores políticos, con independencia de nuestras creencias. Creo que quienes me conocen saben que mi ejercicio de la presidencia del Senado no va a ser para ponerlo en una situación de oposición al Gobierno, para manipularlo o para obstruir la acción legislativa del Ejecutivo. Yo tengo muy claro que he sido un senador de oposición, un senador de trinchera, pero que asumiendo la responsabilidad de presidente del Senado, tratándose de un cuerpo corporativo, un organismo colegiado, no puedo utilizar esa tribuna como trinchera, para proyectar mis ideas políticas, como lo puede hacer el Presidente de la República, porque él es el poder. En el Senado el poder está en la Sala, en los senadores.



Larraín agrega que espera «que el Senado siga siendo una institución con independencia de la opinión política de quien la preside. Sin perjuicio, espero hacer respetar la institución, sus derechos, su fuero, lo que les corresponde por la Constitución y las leyes, no por una postura política determinada".



– Hay quienes temen que la UDI intente instrumentalizar el cargo, a través suyo. ¿Existe ese riesgo? Se lo pregunto atendiendo a las aprensiones del senador PS, Jaime Naranjo.



-Esa es una aprensión innecesaria de Jaime. Él me conoce y sabe cómo trabajo. Trabajamos en la región. Sabe que no estoy en la pelea chica ni en tonteras ¡Y la UDI tampoco! Al contrario. Hay que entender que para la UDI este es un paso importante, independientemente de que sea yo el que lo materialice. Porque la UDI lo que ha hecho en su trayectoria política es ir ganando espacios y reconocimientos, confianza en su gobernabilidad y, por lo tanto, para nosotros, en este nuevo espacio que ganamos, como UDI, es importante demostrar que somos razonables, coherentes, serios, de verdad comprometidos con el servicio público, que nos interesa el bien de Chile y que cuando asumimos responsabilidades de esta naturaleza lo hacemos con altura de miras, con visión de Estado.



– ¿Su partido le ha hecho alguna petición en ese sentido?



-No, ninguna. Hay la mejor apertura y disposición para que esté ahí. Voy a cuidarme mucho de que mis opiniones sean siempre institucionales y cuando estime necesario dar a conocer mi opinión política. Me voy a preocupar de que se entienda que es mi opinión personal y no que estoy haciendo uso de mi investidura.



– Usted se ha estado interiorizando sobre las responsabilidades de su cargo. ¿Qué metas u objetivos se ha propuesto para su gestión?



-Bueno, quiero que el Senado sea una institución que se enmarque dentro de lo que yo estimo es el servicio público. Una actividad de mucha sobriedad, sencillez, que con mucha humildad transmita su compromiso con la gente. Creo que existe una mala imagen de los parlamentarios y espero colaborar a corregirla. Ayudar a que la gente sepa que trabajamos razonablemente bien y, por lo mismo, si podemos perfeccionar nuestro trabajo, también colaborar a que eso ocurra. Y junto con perfeccionarlo, me interesa particularmente también lograr una mayor cercanía con la gente. Cercanía porque, quizás el Senado, se siente un poco distante. Es más fácil para un alcalde estar de la gente y resolver sus problemas. Lo mismo ocurre con los ministros. Pero el Senado, cuando toma decisiones, son genéricas y la gente siente un poco distantes. Hay que buscar distintas formas de producir un acercamiento, un acceso al conocimiento de todo lo que hace el Senado, una presencia mayor del Senado en las regiones, por ejemplo.



También el senador espera tener las mejores relaciones con el Ejecutivo. Esto porque está conciente de que deberá desarrollar su nueva labor muy de cerca con el Gobierno. No obstante, lejos de mostrar aprensiones al respecto, todo lo que lo espera lo tiene muy entusiasmado.



– Usted va a ser secundado en su labor por el senador PS, Jaime Gazmuri ¿Qué se puede esperar del trabajo conjunto, considerando la distancia de posiciones políticas entre ambos?



-Son posturas distintas, proyectos distintos, pero eso no significa que no podamos trabajar juntos, porque me parece que la misma visión que tengo yo, de lo que es la responsabilidad de la mesa directiva, la tiene Jaime y me entiendo bien con él en lo personal.



– ¿Considera que el partido lo premió al elegirlo como su representante en ésta, la primera vez que la UDI accede a tan alta investidura?



-Es, ciertamente, un reconocimiento y una distinción muy grande. Nuestra bancada tiene muchos muy buenos senadores y, por lo tanto, en ese elenco que me hayan elegido es ciertamente una distinción que me supera y que agradezco mucho. Por eso más me comprometo a trabajar con especial dedicación, seriedad y rigor para hacer una buena presidencia.







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TEXTO (00 de abril 2003)




















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