Publicidad

Gobierno no alertó a la población sobre crisis ambiental en Santiago

El sábado 8 de mayo los indicadores de contaminación sobrepasaron los límites permitidos en dos comunas de la capital. Pese a esto, los organismos responsables no anunciaron a la ciudadanía que se enfrentaban a la primera alerta constatada del año.


El sábado 8 de mayo ocurrió la primera alerta ambiental del año en Santiago. Pese a esto, las autoridades de Gobierno no advirtieron lo que estaba pasando a la población.



De acuerdo a la reglamentación vigente, el Índice de Calidad del Aire por Partículas (ICAP) no debe superar los 200 puntos. De lo contrario se está en presencia de una alerta ambiental que expone la salud de los santiaguinos.



Ese día, sin embargo, la contaminación en Pudahuel superó durante 9 horas los límites permitidos, llegando a un máximo de 218 ICAP a las 14 horas. En Cerro Navia la situación fue aún peor, ya que la mala calidad del aire se extendió a lo largo de 17 horas y alcanzó 276 puntos a las 5 de la tarde, cifra próxima a los 300 ICAP necesarios para constatar, ya no una alerta, sino que derechamente preemergencia ambiental.



Esta situación complicaba a las autoridades, ya que la idea de la red de estaciones de monitoreo MACAM II es identificar anticipadamente aquellas comunas donde la calidad del aire es deficiente, de manera de declarar alerta ambiental en forma preventiva, para no exponer la salud de las personas.



Así ocurrió el 4 de mayo pasado, cuando la Intendencia Metropolitana decretó alerta ambiental anticipada. En esa oportunidad la autoridad fijó una restricción adicional para los vehículos no catalíticos y prohibió el uso de todo tipo de chimeneas de hogar.



Estas medidas previsoras fueron anunciadas en todos los medios de comunicación, al igual que la suspensión de éstas al día siguiente. Se habló de la primera alerta preventiva del año y se destacó las acciones tomadas por las autoridades para superar el evento.



El 8 de mayo la situación era otra. Ya no se trataba de una alerta preventiva sino que de un evento crítico constatado y, más aún, no detectado por el sistema de monitoreo gubernamental. Frente a un escenario diferente, las autoridades también actuaron distinto. No advirtieron a la población sobre la mala calidad del aire en Santiago, especialmente nociva para los niños, viejos y para quienes practicaban deporte ese sábado.



Sólo se publicó la información en las páginas interiores de los sitios web del Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (Sesma) y de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama-RM).
No hubo anuncios ese día.



Los descargos del Gobierno



La fiscalización del aire en Santiago involucra a varios actores. El Sesma, dirigido por Soledad Ubilla, es el encargado de vigilar su calidad, a través de la red de estaciones de monitoreo MACAM II, que cuenta con centros en distintas comunas de la capital.



Allí se reciben hora a hora los distintos datos sobre la cantidad de material particulado respirable (PM10) que hay en cada comuna y se confecciona un pronóstico potencial de la calidad del aire. Este servicio informa también de las fuentes fijas (industrias) que deberán detener sus actividades en caso de pre emergencia ambiental.



Por otra parte, el Centro Nacional del Medio Ambiente (Cenma), dependiente de la Universidad de Chile, informa de las condiciones meteorológicas existentes, lo que también incide en el nivel de contaminación de la capital.



En tanto, La Conama RM, dirigida por Pablo Badenier, es la repartición encargada de recoger la información de las distintas entidades involucradas y elaborar un pronóstico oficial, el cual es entregado a la Intendencia Metropolitana. Esta última institución, encabezada por Marcelo Trivelli, es la responsable final de oficializar un decreto de episodio crítico.



El director de la Conama RM respondió a las preguntas de El Mostrador.cl sobre la crisis ambiental del 8 de mayo. Respecto de los altos índices registrados sostuvo que "no fuimos capaces de preverlos con los datos del modelo de pronóstico que tenemos. O sea, el modelo no fue capaz de definir que al día siguiente habría un índice superior a los 200 ICAP".



Agregó que este episodio fue "la primera alerta ambiental constatada del año" y, pese a los resultados oficiales, aseguró que duró pocas horas.



No obstante este reconocimiento, Badenier distinguió entre los resultados obtenidos por las estaciones de Pudahuel y Cerro Navia. Mientras avaló los resultados de la primera, restó validez a los de la segunda comuna, diciendo que "los altos índices en la estación de monitoreo de Cerro Navia no son una referencia, debido a que ésta no está dentro de la red MACAM 2, que es con la que se miden los resultados".



Por otra parte, pese a la falla en los resultados obtenidos con este modelo, la autoridad ambiental manifestó que no se está realizando una evaluación para cambiar o perfeccionar el sistema actual de pronóstico. Es decir, se seguirá trabajando igual.



Respecto de los motivos para no tomar acciones apenas se enteraron de los altos índices de contaminación, dijo que "no tomamos ninguna medida de excepción, porque estas solamente se toman de un día para otro".



Acerca de por qué no se anunció oportunamente a la población lo que ocurría, dijo que la situación se dio a conocer a través de los sitios web correspondientes.



Artículos relacionados:



Intendencia decreta primera alerta ambiental del año (4 de mayo de 2004)



Gobierno cambia discurso sobre preemergencias ambientales (24 de marzo de 2004)



Contaminación: el gran retraso del intendente Trivelli (6 de agosto de 2003)

Publicidad

Tendencias