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Santiago del Campo rechazó concejalía y no descarta futuro como diputado

Clases, asesorías y trabajo en televisión esperan al edil luego que fuera bajado de la candidatura a alcalde por la comuna capitalina. Y aunque asegura estar cansado, de la política no quiere apartarse del todo. Por ahora le preocupa el relativo éxito que podría obtener Gonzalo Navarrete y llegar al congreso en una próxima elección.


De desmayos en plena sesión de concejo municipal, Santiago del Campo no quiere saber más. Por su salud -y presiones internas del partido que no reconoce-, el edil decidió alejarse de la repostulación a alcalde por la comuna de Lo Prado, una de las más apetecidas de la Región Metropolitana.



El jefe comunal, que ha encabezado una de las gestiones más controvertidas -prueba de ello fue su detención por supuesta apropiación de fondos municipales en 2003-, precisa que por un acuerdo con el partido no volverá a presentarse por estar «cansado», y que, incluso, rechazó la candidatura a concejal que le presentó el PPD.



Ese puesto fue ofrecido por el diputado Guido Girardi -reconocido caudillo en la zona que lo sedujo en 2000 para postular como alcalde- y que ahora encabezó la negociación para designar al ex subsecretario de salud, Gonzalo Navarrete como candidato. Del Campo tiene discretas aprensiones sobre el aspirante argumentando que sus dudas "son las que se puede tener sobre cualquier persona a la que haya que instalar como personaje nuevo en la comuna y que no tenga un nivel de reconocimiento inmediato de la gente".



Las vacilaciones del jefe comunal, no sólo se basan en relativo éxito que podría tener Navarrete, sino en que quería reservar el sillón municipal para su mujer y actual gobernadora por Chacabuco, Loreto Amunátegui.



Los últimos tiempos, sostiene, no han sido gratos en el PPD, pues hasta se filtraron encuestas que lo comparaban con personajes que nunca tuvieron posibilidades. Dice que el conglomerado no ha hecho un trabajo prolijo, lo que podría afectar los resultados en las municipales.



Pese a su descontento con el sistema, en conversación con El Mostrador.cl Del Campo afirma que no descarta ser candidato a diputado en elecciones futuras, y de paso, anuncia que podría regresar a la televisión, pero a labores tras de la pantalla.



Usted ha planteado públicamente que decidió no postularse por decisión personal. Sin embargo, se habla que la verdadera razón radica en que fue mal evaluado por encuestas internas del PPD. ¿Qué puede decir de eso?



– Había tomado la decisión de no repostularme hace bastante tiempo. Primero por un tema de salud, que si bien he estado recuperándola, la intensidad de este trabajo hace poco aconsejable entrar a otra etapa de mi actividad. Esto se suma a presiones familiares, pues mis hijos y mi mujer exigen un poco más de atención. Esta es una actividad donde uno se empobrece bastante.



Pero usted sabía que el trabajo era arduo cuando se involucró en él…



– Sabía del tema, pero la verdad es que uno no tiene una visión global de lo que significa en la práctica. Uno lo idealiza mucho. Es un trabajo que, cuando se adquiere experiencia, es más fácil. En un segundo periodo podría estar en mucho mejores condiciones de administrar el municipio de manera más relajada. Cuando uno entra la primera vez el trabajo es difícil, pero luego se está más preparado.



Por lo mismo ¿le hubiera gustado que el PPD insistiera en su postulación?



– En el partido hubo muchas voces que insistieron en que siguiera en carrera.



Sin embargo, el equipo encargado de la negociación municipal no insistió…



– Yo llegué rápidamente a un acuerdo. Nunca estuve aferrado a la candidatura. Nunca. Siempre la puse a disposición del partido, sabían que estaba tendiendo a retirarme y a terminar en diciembre con una gestión hecha lo mejor posible. Mi responsabilidad era dar la pelea para mantener un concepto de alcaldía progresista, de la Concertación y alineada con el presidente Lagos.



El factor Girardi



¿Cuál fue la evaluación que hicieron de usted en el partido?



– Hay muchas encuestas. Una de ellas que fue manejada e incluso filtrada -no sé por quién, y no quisiera saberlo-, lo que es un viejo deporte en los partidos políticos. En el PPD, un conglomerado donde los militantes son muy libres, se da con mayor frecuencia que en otros. Llevé mi queja a la comisión política, no por el resultado de la encuesta, hecha en un momento en que no había candidatura ni campaña, sino por la forma en que se dio a conocer. Se suponía que era un sondeo interno del partido, que no era definitivo y donde habían elementos poco serios, pues se ponían candidatos que no lo eran. Y en todo caso, aún siendo baja la expectativa de voto, no había nadie que se acercara a mi votación De todas maneras yo era el mejor evaluado.



¿Usted hizo sus propias encuestas?



– No tengo plata para eso. Pero hicimos un sondeo, que tampoco es el caso agitarlo porque no es tan científico. Ha habido dos encuestas más que son bastante serias y superiores a esa encuesta famosa que se usó.



¿Qué respuesta dio la comisión política a su reclamo?



– En la comisión aseguraron que nadie había filtrado nada, me dieron excusas. Las acepto, pues no puedo partir de la base que éstas son hipócritas. Pero, sin duda que en los partidos hay intereses particulares que se han movido. No estoy planteando un tema de víctima, no estoy en eso. Ha habido varios nombres que se han postulado como posibles candidatos a alcalde, los cuales eran válidos y respetables como Loreto Amunátegui, que es una persona de dilatada trayectoria; se habló de Maximiano Ríos, un joven profesional; de Antonio Román, un hombre experimentado; y finalmente de Gonzalo Navarrete, que es el candidato que se perfila en el PPD.



¿Con cuál se queda? Se lo pregunto porque Navarrete tuvo problemas con la Contraloría por lo que fue cuestionado fuertemente.



– Todos me dan confianza. Supongo que Gonzalo ha superado esos problemas. Mi candidata siempre fue Loreto, quien también depuso su postulación. Gonzalo, dentro de los que hay, es un buen nombre. Cuenta, además, con el apoyo de gente importante como es Guido Girardi.



El diputado es considerado un caudillo en la zona y, se ha comentado, que él puso a uno de sus cercanos en la comuna. ¿Qué tanta influencia tiene él en lo que se decide en su distrito?



– Siempre las relaciones entre diputados y alcaldes son complejas. Eso es válido en todas partes. No son relaciones malas, sino que complejas. Hay lógicas distintas, realidades diferentes en el quehacer. En lo personal tengo una muy buena relación con Guido Girardi y me considero un amigo suyo, pero no soy parte de su grupo político.



¿Cuanto influyó él en que usted no siguiera?



– El tiene derecho a buscar personas que le den posibilidades de tener éxito electoral. La opinión de uno no cuenta cuando se ha bajado de la candidatura. Finalmente, hay una comisión electoral que son los encargados de buscarlos.



Se sostiene que algunos integrantes de la comisión le ofrecieron ser concejal.



– Me lo propusieron varias personas, entre ellos Guido Girardi, cuando se sabía que no iba a ser candidato. El trabajo como concejal es sumamente importante y cada día lo será más. La lista de concejales es clave en las próximas elecciones. Para mi no es un problema de jerarquías. El tema es el problema de la salud, porque no estoy en condiciones físicas de hacerlo. El único punto favorable para que yo hubiera sido candidato a concejal es contribuir a la votación de la Concertación, pues estoy preocupado por la suerte que pueda correr el conglomerado en la próxima elección.



"Por Lo Prado estoy preocupado: nuestros partidos se preocupan del tema municipal en tiempos muy cercanos a las elecciones y es inaudito que a pocos meses de éstas no esté designada la plantilla electoral en mi comuna. Estoy preocupado por instalar una candidatura unitaria, mas allá de los intereses del partido, que apoye la vocación concertacioncita que tiene Lo Prado".



¿Navarrete tiene experiencia para cautivar el electorado?



– No tengo duda respecto a la capacidad personal ni profesional de Gonzalo Navarrete.



¿Qué dudas tiene con él?



– Las dudas que uno podría tener se pueden tener sobre cualquier persona a la que haya que instalar como personaje nuevo en la comuna y que no tenga un nivel de reconocimiento inmediato de la gente. Lo mismo se podría decir del candidato de la Alianza por Chile en Lo Prado, pues nadie lo conoce. Sin embargo, no se puede decir que por eso está derrotado. Todo depende de la campaña, qué concepto se plantea y cómo se perfila.



¿Va a colaborar en la campaña de Navarrete?



– Voy a colaborar en todo aquello que sea legítimo y en todo lo que, siendo legítimo, se me ha solicitado.



¿Por qué remarca la palabra legítimo?



– Como alcalde mi obligación es mantener a la municipalidad al margen de los esfuerzos de campaña. Si como alcalde culmino con éxito la gestión que estamos haciendo, eso debiera ser beneficioso para el candidato de la Concertación.



¿Se le ha solicitado que deje las labores edilicias para que apoye la campaña municipal?



– No, simplemente se me ha pedido apoyo al candidato, y lo doy alegremente. Cuando hablo de apoyos legítimos son los que tienen que ver con la identidad política de la alcaldía. Ni los recursos municipales ni la maquinaria municipal es ningún candidato.



¿Estuvo en algún momento esa maquinaria dispuesta?



– No tengo pruebas de eso, sería injusto decirlo. Hay muchas formas de que un municipio apoye una campaña. No creo que los alcaldes pongan recursos públicos a favor de los candidatos. No conozco un caso específico. Muchas veces los alcaldes que van a la reelección, se podría ver que lo están haciendo.



Lo Prado, TV y Congreso



Ya que no va a reelección ¿piensa también alejarse del partido?



– Más que un intelectual orgánico, soy un analista simbólico: no pertenezco a las máquinas políticas, a la militancia dura. Soy del PPD y me representa a nivel de ideas y valores, pero en la práctica diaria soy marginal al quehacer del día a día del partido. Que me retiro no es una novedad, pues nunca he estado metido.



¿Entonces que rol jugará en política ahora?



– Me dedicaré a la alcaldía y estar en con el partido en lo que pueda colaborar. En instancias de análisis político y comunicacional. No me veo integrándome a ninguna instancia directiva. Creo que el partido ha hecho una apuesta muy arriesgada y espero que el electorado nos apoye, nos entienda.



A propósito de análisis ¿cuál es su percepción del acuerdo Trivelli-comunas pactado con la DC?



– Es una apuesta arriesgada, pero creo que Schaulsohn debería ganar en Santiago por sus virtudes personales y por la tendencia del electorado. Se hizo una apuesta muy fuerte y, en ese sentido, hay que redoblar el trabajo. Noto cierta desproligidad en el trabajo, pues aún no se cierran las plantillas lo que crea desconcierto en la gente. La gente está muy desconcertada.



¿Qué impide cerrar una plantilla hasta en Lo Prado?



– No hemos podido cerrar el tema, en parte, por la definición de la candidatura de alcalde y tampoco están listos los concejales.



¿Y qué tareas pendientes le esperan al futuro alcalde?



– Primero que todo, hay que destacar los avances. En educación por ejemplo, vamos a terminar con todas las escuelas municipalizadas en jornada escolar completa y trabajamos mucho con el colegio de profesores en perfeccionamiento. El tema del medio ambiente es sensible en la comuna y vamos a terminar el periodo con la implementación de más de 60 mil metros cuadrados de nuevas áreas verdes que significan la erradicación de muchos basurales. Un tercer factor importante es que se han potenciado las organizaciones sociales: hemos devuelto la autonomía y la dignidad a los dirigentes sociales.



De vuelta a la televisión



¿Tiene pensado volver a la política en otro puesto, como diputado por ejemplo?



– Si se dan las circunstancias si lo haría. No descarto nada, porque mi vida ha tenido escenarios muy diferentes a lo largo de ella.



¿Por el PPD?



– Por el PPD, pero no porque tenga intereses en él. Me considero de izquierda y en la medida que el partido refleje los valores como la democracia y la participación, donde se escuche a los ciudadanos, voy a estar ahí, de lo contrario no.



¿Qué va a hacer cuando deje la alcaldía?



– Dedicarme a la comunicación estratégica y política. Además, tengo algunas ofertas para hacer clases en algunas universidades. Espero que me vaya bien mi búsqueda de escenarios nuevos, no sólo por mí, sino por mis hijos y nietos.



¿Pero cuál de esos escenarios es más real?



– Tengo buenos amigos como Alberto Israel, maestro de la publicidad. Él ha hablado conmigo y me ha ofrecido integrar su equipo. Otro escenario que debería ser posible es reintegrarme a la televisión, no necesariamente en pantalla, sino que en procesos de desarrollo creativo.





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