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Los matices que enmarcan la discusión sobre el apoyo a Bachelet en el PPD

Pese a que el apoyo de la colectividad es mayoritario hacia Michelle Bachelet, existe consenso en que debe entregarse después del 31 de octubre. Donde comienzan los matices es en si debe »amarrarse» este respaldo con una negociación parlamentaria y en la necesidad de darle »una oportunidad» a Fernando Flores.


Aunque para la mayoría al interior del PPD es inútil definir el apoyo antes de las elecciones municipales a Michelle Bachelet, lo cierto es que las discusiones de los últimos días han revuelto las aguas al interior de la colectividad progresista. Esto porque algunos sectores temen que finalmente prime un acuerdo en el que se privilegie a aquellos que aspiran a una fusión con el PS, y en otros existen reparos con respecto al costo parlamentario que ese apoyo podría tener.



No obstante, el respaldo a Bachelet al interior de la colectividad es mayoritario y por eso la discusión se enmarca en cómo entregárselo. Para algunos, necesariamente este espaldarazo pasa por una negociación por cupos parlamentarios, aunque para otros el apoyo a la ex ministra de Defensa es inevitable, pues "la única forma de sobrevivencia del partido es con el PS, no con la DC".



Pese a que en la reunión que tuvieron el martes pasado los parlamentarios del PPD con la directiva, el presidente del partido, Víctor Barrueto, sostuvo que el apoyo a Bachelet podía darse antes o después de las municipales y que esto es algo que se debía discutir, lo que fue duramente criticado por algunos sectores, finalmente se optó por convocar a un consejo nacional extraordinario para el próximo 13 de noviembre, que deberá definir quién será el presidenciable de la colectividad.



En el encuentro, que se precipitó por las críticas que recibió la reunión entre el comité ejecutivo de campaña y Michelle Bachelet, Barrueto dio cuenta también de las citas sostenidas con Soledad Alvear y de las conversaciones con el presidenciable del PPD, Fernando Flores.



Pero pese a que el apoyo entre los parlamentarios es mayoritario hacia la abanderada socialista, existe consenso en que éste debe entregarse después del 31 de octubre.



Donde comienzan los matices es en si debe "amarrarse" el apoyo con una negociación parlamentaria y en la necesidad a su vez de darle "una oportunidad" a Flores.



Quienes están por "amarrar" el apoyo sostienen que el PPD debe hacer valer sus 21 diputados y que, por lo tanto, dicho respaldo no debe ser incondicional, teniendo en cuenta que lo que necesita ahora la colectividad es crecer en los cupos senatoriales.



Institucionalidad partidaria



Para muchos el camino que tomó Barrueto al citar a un consejo nacional extraordinario es la mejor solución para terminar con las disputas internas del partido. Esto porque se "respetará la institucionalidad partidaria" -uno de los reclamos constantes de un sector del PPD- y además porque da el tiempo necesario para tener un "cuidado especial" con Flores.



Además de respetar la institucionalidad partidaria, citando al consejo nacional, con esto se espera que se terminen los apoyos "solitarios" de algunos personeros del partido a otros candidatos, pues "los mismos que piden que se respete esta institucionalidad, terminan pisándose la cola porque pierden".



Se espera que cuando llegue el 13 de noviembre Flores ya haya bajado su candidatura, pues "no estamos por hacerle un callejón sin salida".



Pero también existen posturas casi irreconciliables sobre el costo que tendrá apoyar a Bachelet. Esto porque mientras algunos sostienen que el respaldo significará tener que negociar con la Democracia Cristiana y ceder cupos parlamentarios, otros aseguran que la DC siempre se ha llevado la mitad de los cupos y la otra mitad es del bloque PS-PPD, por lo que no significará ningún costo en términos reales.



Es más. Aseguran que con esta jugada el PPD sólo gana, pues si apoya a Bachelet será el primer partido mayoritario que lo hace, lo que terminará siendo luego un plus a la hora de negociar cupos senatoriales. Esto porque la negociación será básicamente con el PS y por lo tanto lo que debe haber por parte de los socialistas es reciprocidad en el apoyo.



Y aunque el fantasma que rodea la discusión es una posible fusión con el PS, en la colectividad afirman que esto "no le conviene a nadie. Ni al Partido Socialista, ni al PPD, ni a Michelle Bachelet, pues en una fusión no entrarían sectores más liberales que pueden acercar al centro a Bachelet".

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