Tomás Hirsch: ‘En ningún momento hemos pensado en pedirle algo a Juan Claro’

«¿Cómo…otra más?», pregunta al otro lado de la línea telefónica el candidato presidencial del pacto Juntos Podemos Más, Tomás Hirsch (48), al ser consultado por los resultados de la encuesta Gemines publicados el viernes, que le dio un 1,3% de las preferencias. La sorpresa de este militante del Partido Humanista, se debe a que tan sólo el miércoles se habían conocido los resultados de un sondeo realizado por Pisos que fue más algo más generoso, al vaticinar que recibiría un 3% de la preferencias.



Sin embargo, a diferencia de los que pasa en la Concertación y la Alianza por Chile, los porcentajes que entregan estas consultoras no hacen mella en la campaña del candidato de la izquierda extraparlamentaria, quien ya advirtió, en tono irónico, que "en esta pasada" no será Presidente de la República.



Hasta el viernes, Hirsch se encontraba visitando distintas ciudades en el norte del país, sin las comodidades de las que gozan los otros postulantes a La Moneda. Es decir, viaja en vehículo y sólo cuando es muy necesario lo hace en avión. Los recursos son pocos, pero seguros, afirma el abanderado del Podemos, cofundador de la Concertación y embajador en Nueva Zelanda entre 1990 y 1992.



Pese a las dificultades, este seguidor de Silo, el ideólogo del humanismo, no se amilana y descarta de plano pedir en algún momento una "ayudita económica" para solventar parte de su campaña al ex presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Juan Claro, quien también fue seguidor del movimiento en la década del sesenta.



-¿Qué reflexión hace usted luego de conocer los resultados de las encuestas presidenciales?. En las últimas semanas hemos tenido varias: CEP, Cerc, Benchmark, Ipsos y ahora último la Gemines.

– Primera reflexión: es una muy buena profesión, es un muy buen negocio hacer encuestas, me voy a dedicar a eso a futuro -dice con ironía-. Segunda reflexión: a las encuestas les atribuyo el valor que tienen, que son una herramienta de las campañas de los candidatos de la derecha y la Concertación. Metodológicamente, soy ingeniero y algo sé del tema, varias de ellas están muy mal armadas… Algunas son telefónicas, no incorporan al sector D2 y D3 (de más bajos ingresos), por lo tanto, subrepresentan la votación de la izquierda, es decir, hay demasiada poca seriedad.



-En consecuencia, ¿sigue confiando en obtener una votación igual o mayor a las de las elecciones municipales del año pasado?

-Exactamente, apostamos a más del 9%, que fue la votación que recibió el pacto en aquella oportunidad.



-¿Qué parte del territorio nacional ya ha recorrido en su campaña?

– Desde la Primera hasta la Décima regiones. En total, cerca de 80 ciudades.



Financiamiento



-¿Cómo se están financiando?
-Bueno, con mucho esfuerzo y con aporte de los militantes humanistas, comunistas y de otras organizaciones. Por ejemplo, el próximo miércoles tenemos una gran cena en el restaurante "Don Peyo", en Ñuñoa. De todas maneras, el gasto total que hemos tenido, no es tan grande, muchas rutas de la gira la hacemos en auto, otras las hacemos en avión. En general, viajo con comitivas pequeñas y los adherentes nos esperan en los distintos lugares que visitamos. Ésa es nuestra estrategia.



-Sobre el tema del financiamiento de las campañas. Es conocida la simpatía que el ex presidente de la Sofofa, Juan Claro, tuvo con Silo en la década de los 60′. ¿Ha pensado en pedirle ayuda en alguna oportunidad?

-En absoluto, ni siquiera hemos pensado en pedírsela. Él está ubicado hoy en otro sector. Me da la impresión que tiene otras preferencias políticas, en ningún momento hemos pensado en pedirle algo.



-¿Pero reciben recursos de algún empresario "amigo"?

– Por su puesto, pero corresponden más bien a micro y pequeños empresarios, que hacen su aporte porque sienten la propuesta del Podemos muy cercana a ellos. Cuando nosotros proponemos fortalecer la pequeña y mediana empresa, cuando proponemos que el BancoEstado se reoriente a este sector, que es el más activo de la sociedad; cuando planteamos aumentar los impuestos a las grandes trasnacionales; cuando planteamos que los TLC tienen que orientarse a la pequeña empresa…ellos sienten que hay una cercanía muy grande entre sus demandas y nuestras propuestas.



Gladys Marín y septiembre



– ¿Cómo vienen los preparativos de la campaña para septiembre, mes emblemático para la izquierda?

-Se está organizando la agenda, no la tenemos completamente definida. Hay un equipo que está trabajando en ella, en relación al 4 (35 años del triunfo de Salvador Allende), al 11 (Golpe de Estado), a las Fiestas Patrias y el cierre de los registros electorales.



-¿Qué lugar va a ocupar Gladys Marín en su campaña?. Hasta ahora y pese que es un icono para los sectores de la izquierda, no ha sido muy utilizada.

– Ella va a ocupar un lugar muy relevante, muy importante. Nosotros de algún modo estamos tratando de mantener y llevar lo que fue su lucha, su obra y sus compromisos. Creemos que esta candidatura y el Juntos Podemos es la continuidad todo su quehacer como dirigente y luchadora social. Ella va a estar presente, no sólo en los discursos, sino que también en los materiales gráficos.



Propuesta programática



-Usted se encuentra en el norte, pero el viernes (en Santiago) el pacto Juntos Podemos Más entregó una carta a Alejandro Goic, presidente de la Conferencia Episcopal, donde le da a conocer la plataforma programática "Para un Chile Justo Solidario, Soberano y Democrático"…

-Claro, esa es la propuesta en la cual se estuvo trabajando durante el primer semestre. Varios cientos de personas trabajaron en las distintas comunas del país generando los diagnósticos y las propuestas con la cual luego se construyó nuestro programa nacional.



-¿Cuáles son sus ejes principales?

-Este es un programa muy completo, es una propuesta completa para el país, que apunta a una fuerte desconcentración del poder político, económico y administrativo, junto con garantizar seis derechos humanos básicos que no están garantizados: salud, educación, trabajo, pensiones dignas, viviendas y un medioambiente sustentable.



-Sobre este último punto. Finalmente la planta Valdivia de Celulosa Arauco volvió a reabrir, ¿qué reflexión hace de este conflicto?

– Me parece más bien que esto responde a negociaciones entre el grupo Angelini y la Concertación. Sabemos muy bien los vínculos, los lazos, que hay entre este grupo y el gobierno, cuando tiene entre sus directores y accionistas a gente vinculada al oficialismo. Esa planta no se debió haber reabierto hasta no haber completado una nueva evaluación de impacto ambiental, que determine exactamente el daño que está produciendo, no solamente al santuario, sino que a las aguas subterráneas que son las que nutren a los pueblos originarios de la Región.



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