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‘Un nuevo gabinete debe permitirle a Bachelet tomar la sartén por el mango’

El secretario general de los socialistas, además, aseguró que «la Concertación recobró la coherencia» en esta segunda vuelta electoral. Respecto a una eventual cuarta administración oficialista, el dirigente dijo que «entre caras nuevas y viejas… ello no es lo principal, sino que el nuevo equipo debe darle garantías de eficiencia y capacidad a la Presidenta».


Uno de los principales desafíos que tuvo el año pasado el secretario general del Partido Socialista, Camilo Escalona, fue levantar su candidatura senatorial por la Décima Región Sur y enfrentarse a un candidato y parlamentario ya instalado como es el demócrata cristiano, Sergio Páez. Para Escalona no fue una campaña fácil -él mismo lo reconoce-; sin embargo, logró su objetivo: resultar electo con el 29 por ciento de la votación.



Este dirigente y actual diputado por Arauco, quien es reconocido por sus comentarios directos y ácidos cuando se refiere no sólo a la derecha sino que también a la Concertación, espera ahora -que ya forma parte del selecto grupo de senadores- impulsar proyectos de ley ligados al área de los derechos humanos, de las pequeñas y medianas empresas, la pesca artesanal y la educación diferencial.



A menos de dos semanas de la segunda vuelta, Escalona también habla sobre el candidato Sebastián Piñera, la relación de éste con la UDI y con los empresarios y las pocas posibilidades de que resulte electo. Asimismo, se refiere a un futuro gobierno de Michelle Bachelet y "lo eficiente" que debe ser el gabinete de la ex ministra de Salud y Defensa desde el primer momento para lograr avances significativos en el país.



-¿Hoy comienza la recta final de la campaña presidencial. Qué espera de estos días en relación al contrincante: un Piñera agresivo y más mediático, por ejemplo?
-Creo que la Concertación retomó con fuerza la campaña electoral después de dos o tres días dubitativos inmediatamente después de la primera vuelta, y esto tiene hechos concretos. Primero, la propuesta de reformar el sistema binominal que desnudó las carencias programáticas y parlamentarias de Piñera y que éste no controla la bancada parlamentaria de su sector, y, en consecuencia, no es un candidato creíble y que dé garantía de gobernabilidad.



Entonces, esa operación política fue plenamente exitosa. Segundo: llegar a un acuerdo con el Partido Comunista por la vía del diálogo sin que esto signifique negociación con vista al futuro gobierno, me parece también un éxito. Además, la derecha, que esperaba atizar una campaña anticomunista por la vía de satanizar las conversaciones como fachada de una eventual negociación futura con el PC, no ganó, ya que en particular Bachelet tuvo mérito de darle plena transparencia a un diálogo completamente legítimo y que, al mismo tiempo, hay un acuerdo indudable y ese es el compromiso de luchar para superar el sistema binominal.



Esto es una cuestión de interés de todo el sistema político chileno porque a través de un mecanismo de representación proporcional sale ganando hasta la propia derecha. Lo que pasa es que no han querido hasta ahora aceptar la necesidad del cambio porque les saca una ventaja de corto plazo, pero pensando en el largo plazo un sistema de este tipo es lo mejor para el país.



En tercer lugar: con el apoyo del Partido del Sur a nuestra candidata y de figuras relevantes, como la familia Tomic, la Concertación anuló la intentona piñerista de abrir una sangría de desplazamiento de demócrata cristianos hacia la candidatura del empresario; y en cuarto lugar, creo que el esfuerzo realizado tanto en Concepción con el mundo evangélico como el 1 de enero en la Catedral Metropolitana ponen término a esta odiosa intentota del ex senador de querer abrir una figura de confrontación con carácter religioso en la campaña electoral.



Toda la nación chilena se ha caracterizado, desde que se fundó, por ser tolerante y diversa, y eso es uno de los bienes más preciados de la cultura nacional, y por ello esta intentona del empresario RN de querer dividirnos entre humanistas cristinos y humanistas no cristianos no tiene sentido. En los valores de la cultura nacional están profundamente insertos los valores del cristianismo; independiente, si uno es laico o creyente, cristiano o con otra nominación religiosa, los valores del cristianismo están profundamente arraigados en la cultura chilena y, en consecuencia, creo que hemos tenido éxito en rechazar esta maniobra absurda y estéril. Dicho de otra manera, la Concertación ha recobrado la coherencia y tenemos las 36 medidas propuestas por Bachelet para los primeros 100 días de gobierno, lo que nos da una sólida base para el trabajo de los próximos días.



Tenemos una propuesta social activa y está abierta a ser enriquecida porque no es un dogma ni mucho menos y hemos sido capaces de enfrentar los desbordes populistas de Piñera. La candidatura de la Concertación y el liderazgo de Bachelet va por buen camino y la candidatura de Piñera no logrará superar la votación que obtuvo Augusto Pinochet el 5 de octubre de 1988.



-Usted dice que la Concertación ha recobrado la coherencia, ¿qué significa eso? ¿Quizás en la primera parte de la campaña faltaron los partidos políticos, aunque la idea central era darle un sello ciudadano a la candidatura?
-Cuando yo digo esto me refería a las impresiones y situación dubitativa en la que quedó la coalición en la primera vuelta. Creo que era perfectamente posible pasar a la segunda vuelta y que podríamos haber estado sicológicamente preparados; sin embargo, aunque era posible llegar a este escenario, sectores importantes de la Concertación se sintieron sorprendidos y eso generó espacios de dudas y de imprecisiones.



Ahora, yo acepto el sentido de la pregunta en cuanto al resguardo de la naturaleza ciudadana de la candidatura de Bachelet que en primera vuelta tenía como requisito también el necesario espacio para los partidos políticos y voy a poner un ejemplo reciente: la abanderada planteó 36 medidas para los primeros 100 días de gobierno, rodeada de un grupo de economistas que en su mayoría era independiente. Cuando los partidos se ordenan es mayor el espacio que tienen los independientes porque corresponde a las colectividades la conducción general de este proceso; sin el rol de éstos se cae necesariamente en la confusión y por lo tanto creo que hay que luchar contra el partidismo estrecho, el sectarismo y hábitos arraigados que quitan los espacios a estos sectores.



Son los partidos los que con su capacidad de organización son llamados a convocar y a generar los espacios necesarios para el rol de los independientes, y la presentación de estas medidas indica que cuando los partidos se ordenan y asumen la conducción que les corresponde, es posible no sólo mantener sino también ampliar y enriquecer el papel de los independientes.



-¿Ahora usted cree que el comando está más ordenado? Hay dos figuras que gozan de prestigio en la Concertación como es Andrés Zaldívar y Sergio Bitar al frente del mismo.
-Yo veo que hay un comando que ha tomado la dirección general de la campaña, como es propio de toda campaña, porque es imposible que exista una campaña sin dirección. Y en ese sentido, ha existido mucha generosidad de los partidos de ponerse a disposición de quienes han tomando esta responsabilidad y al mismo tiempo ha existido un gran esfuerzo de Andrés Zaldívar y de Sergio Bitar de responder a esa confianza.



Nuevo gobierno de Bachelet y gabinete



-Se habla de un cuarto gobierno de Bachelet pero también de uno nuevo. ¿Plantear eso no es un poco populista y disfrazar que ella es la continuidad de las obras de Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos?
-No, porque es algo claro. Negar que Bachelet es la continuadora de Aylwin, Frei y Lagos es absurdo; más aún, ella surge como figura política desde la tercera gestión y no cabe dudas que tiene el mérito que no tenía ninguna otra figura en ese momento en la Concertación. Ahora, el agregarle el valor de la renovación es importante porque se quieren hacer cosas nuevas.



Es verdad que en estos temas se generen discusiones absurdas como que algunos quieran más continuidad y otros más renovación. Yo espero que llegue el 11 de marzo y discutamos cosas concretas, medidas tras medidas, más que hacer una discusión teórica sobre cuánta renovación o continuidad existe.



-El gobierno de Lagos se caracterizó por la realización de obras públicas. Por ejemplo, ¿una eventual administración de Bachelet tendría que tener una característica más humana y social?
-Mi convicción es que millones de personas están esperando un puerta a puerta, es decir, que el crecimiento económico les toque la puerta y le de la mano a cada familia. Entonces, por ejemplo en el ámbito de la infraestructura se han construido numerosas carreteras, pero no así plantas de tratamiento de aguas servidas, de alcantarillados, de pavimentos en poblaciones que están bajo el barro en invierno y el polvo en verano…
La infraestructura física en las ciudades ha ido quedando atrás en relación a la infraestructura material con que cuenta el país a lo largo y ancho de su territorio. En consecuencia, una persona puede mirar cómo va un vehículo a 140 kilómetros por hora sin ningún tipo de dificultades por una carretera y sin embargo tiene un pozo negro que en el verano genera una hediondez terrible.



Yo creo que así como hemos sido capaces de sostener el crecimiento del país, hoy día tenemos que entrar a cada hogar. La inversión se tiene que dirigir a cada familia.



-Bachelet ha dicho que quiere un gabinete con caras nuevas. ¿Qué características tendría que tener el grupo de ministros que acompañe a la candidata en un eventual gobierno de cuatro años?
-Yo no le voy a dar recomendaciones a la futura Presidenta de Chile a través de los medios de comunicación, pero si tengo una idea clara: el gabinete de Bachelet tiene que ser el equipo que le permita tomar la sartén por el mango el mismo día 11 de marzo y emprender una acción persistente, coherente, continua y eficiente.



Para mí, y quiero dejar en claro que soy un dirigente político y no alguien que recluta a personas, y por lo tanto mi opinión puede ser demasiado cruda y siempre dicen que soy muy duro en mis expresiones, así que en este caso voy a hacer alarde de esa mala fama: a mí el balance entre caras nuevas y viejas, entre hombres y mujeres, jóvenes y viejos, no me parece lo principal, sino que el gabinete tiene que darle garantías a la Presidenta de eficiencia y capacidad.



-¿Eso que quiere decir? ¿No importa que alguien se repita el plato?
-Eso quiere decir todo lo que significa esa afirmación. Tenemos poco tiempo. Cuatro años teóricos, pero en la práctica solo tres años y el primer año se va volando. Si los temas esenciales del programa presidencial no están puestos en la agenda y ya con un empuje inicial en el primer año, va a ser muy difícil que se puedan concretar después porque tenemos elecciones municipales el tercer año y después vamos a entrar a la sucesión, es decir, no contamos con el cuarto año.



Repito: contamos con tres años políticamente útiles y por lo tanto a mi no me importan las formas sino que los contenidos, y me importa que la futura Presidenta tenga un gabinete que le permita acometer ese programa social con la potencia y la pericia que le garantice la concreción del mismo.



La ciudadanía no la va a mirar cuando se retire del gobierno por la forma sino que la va a valorar por los contenidos de lo que fue su acción.



Campaña en la Décima Región Sur y futuras tareas en el Senado



-¿Cómo califica su campaña parlamentaria al competir con el actual senador demócrata cristiano, Sergio Páez, que tenía la ventaja de ser muy conocido en la zona?
-Fue una campaña muy intensa y nunca había tenido una igual. Ni el 89, ni el 93, el 97, el 2001 y ahora afortunadamente a mis 50 años estuve en condiciones físicas y mentales de soportar la campaña que para mí ha significado el mayor desafío en mi vida política.



-¿Páez fue un contrincante duro? ¿Cómo lo califica?
-Vuelvo a repetir. Fue una campaña muy intensa.



-Respecto al trabajo legislativo. ¿En qué áreas va a enfocar sus propuestas cuando se instale en el Senado?
-Me quiero involucrar en el trabajo de las pymes. Presenté en las últimas semanas, antes de la elección del 11 de diciembre pasado, un proyecto sobre las pequeñas y medianas empresas porque quiero participar en la discusión que viene de esta materia.



También me interesa presentar propuestas ligadas a la pesca artesanal. Hay ahí todo un sistema que hemos detectado y que es un sector muy importante como es desde el punto de vista de la pesca artesanal que esperamos defender en el futuro próximo. Y espero involucrarme en el tema de la educación, ya que me preocupa que la subvención preferencial, que se va a tramitar en los próximos meses, efectivamente llegue a los más pobres y no quede atrapada en el camino.



Quiero presentar propuestas en los temas de derechos laborales y también en la relación de la autoridad política y las Fuerzas Armadas, pues yo soy partidario del reencuentro nacional y creo que en eso debemos avanzar más todavía y naturalmente que me gustaría prolongar la experiencia que tuve en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.



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Contacto:



sjaramillo@elmostrador.cl



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