Publicidad

ONG critican modelo del Gobierno para prevenir la delincuencia y la pobreza

Tres organismos no gubernamentales, apoyados por la fundación internacional Avina, cuentan sus experiencias de intervención social en poblaciones de alto riesgo social de la Región Metropolitana y, a la vez, cuestionan al Gobierno por no impulsar políticas públicas que estimulen y apoyen las tareas de prevención que silenciosamente se realizan en todo el país.


La discusión sobre la delincuencia pronto saldrá de la agenda y será reemplazado por otro tema que concite el interés publico. Pese a ello, decenas de ONG seguirán trabajando en el país intentando, al interior de las poblaciones, que miles de jóvenes no delincan y rompan el temido circulo vicioso de la marginalidad.



Son organizaciones que reciben escaso apoyo desde el Gobierno, pues estiman que éste no reconoce la labor preventiva que realizan diariamente y prefiere trabajar sobre hechos ya consumados. En ese sentido, piensan que si existiera una mayor cooperación para las distintas iniciativas, la situación sería muy distinta.



Las tres ONG que cuentan sus experiencias a continuación operan principalmente en la Región Metropolitana, con el apoyo financiero de la fundación internacional Avina para impulsar algunas de sus iniciativas en sectores de alto riesgo social.



La experiencia del PIIE


Jóvenes del programa en una actividad con Investigaciones

Desde hace un año, el Programa Interdisciplinario Investigaciones en Educación (PIIE) está aplicando en las comunas de Pudahuel, Cerro Navia y La Pintana el denominado Modelo Metodológico Intersectorial Comunitario (Momic), basado en una experiencia que tomada de la ciudad de Vancouver, Canadá.



Según comenta la coordinadora de la iniciativa, Marcela Tchimino, el Momic es un diseño intersectorial que busca apoyar a los jóvenes en su desarrollo social, educacional, laboral y económico, para lo que requieren, primero, trabajar sobre todos los factores de riesgo social existentes en los territorios "intervenidos".



"El modelo es intersectorial porque participa el gobierno, el sector privado, la sociedad civil y la comunidad, incluidas las policía. Con todos ellos se conforma un consejo, a través del cual se diseña la estrategia a aplicar", explica.



Tchimino agrega que la novedad radica en que los mismos jóvenes de las poblaciones se transforman en líderes o monitores para aplicar los lineamientos adoptados por el consejo. "Ellos son los encargados de trabajar directamente con sus pares en riesgo social. Con esto se rompe la lógica de la intervención", afirma.



Esta modalidad busca acabar con el clásico esquema de visita de profesionales, pues éstos no viven en el lugar intervenido y, por lo tanto, no conocen suficientemente los códigos y la cultura de los pobladores, lo que disminuye las posibilidades de éxito.



En la actualidad, Momic posee 30 líderes y atiende a 150 jóvenes de La Pintana, Villa San Gabriel; Pudahuel, sector Pudahuel Sur; y Cerro Navia, población Las Viñitas, ninguno de los cuales ha desertado, lo que tiene muy optimistas a los profesionales del PIIE.



"Es muy temprano para aventurar resultados, pero que no haya deserción es muy importante", dice Tchimino, quien de paso cuestiona la visión gubernamental para prevenir la delincuencia y la pobreza.



«La crítica que le hago gobierno va en dos sentidos. Una tiene que ver con la forma de intervención, es decir, es una intervención sumamente estandarizada que no contempla las diferencias y características de los jóvenes, con lo que no necesariamente responde a las necesidades que ellos tienen, y segundo, que están mal focalizadas", sostiene.



"Nosotros estamos terminando un estudio donde le preguntamos a los jóvenes sobre cómo se informan de los programas sociales del gobierno o las municipalidades. El 98% dice que a través de familiares o amigos, lo que nos dice que las redes públicas claramente no están funcionando", asegura.



Además, considera que iniciativas como en la que participa «son absolutamente desaprovechadas por el gobierno, en el sentido de que para apoyarnos hay que ir a fondos concursables. No hay una inversión pública en el diseño participativo de políticas sociales a largo plazo", remarca.



Corporación Manos y Naturaleza


Algunos niños de «Manos y Naturaleza»

Otra iniciativa, algo más antigua, es la que Mónica Koopmann realiza a través de la Corporación Manos y Naturaleza en la comuna de Peñalolén, específicamente en las poblaciones Laura Rodríguez y Galvarino, además de otra incursión en Puerto Octay, Décima Región.



Koopmann, junto a otros colaboradores, decidió hace 21 años instalarse en Peñalolén, tras una estadía en Alemania donde pudo comprobó el avance que experimentaban los niños de ese país, pues podían asistir a múltiples talleres para capacitarse.



"Dije, si yo hago eso mismo aquí y logro insertarlo en una casa de una población, que les abra perspectivas sin sacarlos de su entorno, va a ser una puerta para que ellos salgan y vean donde quieren ir", recuerda.



"Manos y Naturaleza" ayuda con talleres a niños desde los cinco años, mientras sus padres se encuentran trabajando. Artes gráficas, cocina, huertos familiares, danza, entre otras actividades, permiten que los niños y adolescentes piensen que la vida tiene otro sentido, y que la droga y el delito no es el camino correcto a seguir.



«Todos mis cabros están sentados en lo que ellos quieren hacer, desde actrices, peritos de investigaciones, electricistas, educadoras diferenciales, abogados, hay de todo", dice con alegría Koopmann, quien comenta que trata de conectar a sus ‘hijos’ con viajes al Cajón del Maipo para que se estimulen con la naturaleza.



La directora del organismo, al igual que el PIIE, critica la falta de una mirada desde el gobierno hacía su tarea.



Señala, por ejemplo, que sólo ahora han comenzado a trabajar con el municipio en programas conjuntos, ya que el apoyo principalmente ha venido de otras fundaciones y de empresas, a través de iniciativas de responsabilidad social empresarial (RSE).



"Nunca nos hemos puesto en lo preventivo, siempre nos ponemos en el "después de". Pero si tú ves qué es lo que hay para el joven de la población, para el cabro chico de la población, qué hay para acompañarlos, porque sus padres no están todo el día en la casa. La mamá sale a ser empleada doméstica de La Reina o La Dehesa a las siete de la mañana y vuelve a las nueve y media de la noche. ¿Quién es su compañía en ese lapso? Nadie, la calle y el entorno, y el entorno es el que está destruido", sostiene.



Educere: Trabajando en El Volcán


Imagen de intervención en Puente Alto

La tercera iniciativa corresponde a la que desarrolla en las poblaciones "El Volcán II", "Pedro Lira" y "Villa Marta Brunet" de Puente Alto, a cargo de la fundación Educere, que lidera Dante Gasic, quien comenta que decidieron prestar su ayuda en la zona «más dura» y con menos intervención social de la populosa comuna.



Gasic explica que la fundación nació hace algunos años con la finalidad de entregar becas de estudios, pero se dieron cuenta que ello no era suficiente para romper el circulo vicioso de la marginalidad, si no cambiaban su mirada a una más integral.



«El proyecto tiene como grupo como objetivo máximo alrededor de los 15 a 17 mil habitantes, donde tenemos que hacer un esfuerzo de desarrollo desde lo local, pero también desde la totalidad; ya que consideramos que las políticas sociales actuales son muy fragmentadas, que tienen que ver con la intervención más sintomática, llámese delincuencia, droga, violencia intrafamiliar, tercera edad", sostiene.



En ese contexto, el de «la totalidad», Educere busca ser un facilitador de la tarea del empoderamiento, es decir, cómo facilitar que las personas sean más sujetos en su territorio. Que sean cada vez más dueños de su territorio, para no depender de apoyos externos y darle sustentabilidad en el tiempo.



Para ello están ayudando a insertar a los pobladores en industrias y empresas del sector, capacitándolos en las llamadas Unidades Locales de Desarrollo (UDL), que funcionan en departamentos que arriendan en la propia comunidad.



Gasic plantea que las políticas sociales del gobierno son simples parches para enfrentar los problemas de fondo que hay en las poblaciones. "Son pan para hoy y hambre para mañana. Por más cárceles que tengamos y represión de que dispongamos, no hay mucha solución", alerta.

Publicidad

Tendencias