Legislador destacó que esta es la primera vez que la Cámara de Diputados aprueba en general un proyecto destinado a terminar con la aplicación de la polémica normativa que protege a los autores de violaciones a los DD.HH. durante el régimen militar. A su entender, con esto termina la »falta de coraje» que mostraron en este tema los parlamentarios de la Concertación durante los últimos 16 años.
Que la Cámara de Diputados haya aprobado en general este martes el proyecto de ley que interpreta el artículo 93 del Código Penal para terminar con la aplicación de la llamada Ley de Amnistía, es -a juicio del diputado socialista Sergio Aguiló- un hecho histórico que termina con la "falta de coraje" de los parlamentarios de la Concertación, quienes desde el retorno a la democracia no habían podido ponerse de acuerdo en cómo terminar con la normativa que protege a los responsables de las violaciones a los derechos humanos cometidas entre los años 1973 y 1978.
"Objetivamente, es un hecho histórico que por primera vez en estos 16 años y medio de transición a la democracia, una de las dos cámaras del Parlamento haya votado y aprobado la idea de legislar de un proyecto de ley que deja sin efecto la amnistía y la prescripción en Chile", dijo Aguiló en conversación con El Mostrador, recordando con orgullo que en 1990, inmediatamente después de que Augusto Pinochet entregara el poder al presidente Patricio Aylwin, él y otros parlamentarios presentaron un primer proyecto para acabar con esta polémica norma, el que no prosperó, al igual que otros que surgieron en los años siguientes.
"Se habían hecho más de seis intentos en distintos momentos de la transición en los años 90 y comienzos de esta década y no habían fructificado básicamente por falta de voluntad política, y para decirlo francamente también, por falta de coraje mínimo de los parlamentarios de los partidos de la Concertación, porque éstos proyectos tienen quórum simple y debieron por lo menos haber prosperado anteriormente en la Cámara de Diputados" dijo.
Y a pesar que el proyecto fue devuelto con varias indicaciones a la comisión de Derechos Humanos de la Cámara, Aguiló confía en que cuando retorne a la sala, según sus cálculos en unas dos semanas más, será despachado para continuar su tramitación en el Senado.
"Esto quiere decir que en el mes de noviembre, la Cámara de Diputados de Chile por primera vez habrá despachado un proyecto de ley que deja sin efecto la llamada ley de Amnistía, que la verdad es un ‘auto-amnistía’ de Pinochet", sostuvo, destacando que permitirá que "no hayan más obstáculos para indagar la verdad por parte de los tribunales y ejercer sanciones ejemplarizadoras de acuerdo a la ley para los responsables de los principales crímenes de lesa humanidad".
La iniciativa legal interpreta el artículo 93 del Código Penal que establece la Amnistía como causa de la extinción de la responsabilidad penal. Por ello, propone que los delitos relacionados con violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad no prescriban, que no sean objeto de amnistía y que la obediencia debida no exima de la responsabilidad penal.
Asimismo, indica que en los casos de crímenes de guerra y de lesa humanidad, contemplados en los tratados internacionales suscritos por Chile y que se encuentren vigentes, no se extinguirá la responsabilidad penal ni por amnistía, ni por indulto, ni por la prescripción de la acción penal, ni por la prescripción de la pena.
"Lo que abunda no daña"
Sergio Aguiló ve con buenos ojos también que el Gobierno esté estudiando distintas alternativas para plantear un mecanismo complementario al que está tramitándose en el Parlamento para cumplir, en un plazo de seis meses, con el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que condenó al Estado de Chile por la aplicación de la Ley de Amnistía en causas por violaciones a los DD.HH.
"Aquí, como en muchos otros aspectos de la vida, lo que abunda no daña. Mientras más disposiciones legales tengamos en orden a desechar la ley de Amnistía, en torno a anularla, derogarla, dejarla sin efectos, abandonarla como obstáculo jurídico para indagar las violaciones a los derechos humanos y sancionar a los responsables, tanto mejor. De forma tal que para nosotros no constituye ningún problema, no constituye ningún motivo de alarma, de preocupación, de molestia, sino que todo lo contrario, nos alegra mucho que esta sea una iniciativa que le parezca bien al Gobierno y no sólo a los parlamentarios", afirmó el legislador socialista.
Dijo que sea cual sea el camino que siga el Ejecutivo, tomando en cuenta los mecanismos propuestos a la Presidenta Michelle Bachelet por los presidentes de los partidos del bloque oficialista, todos son complementarios y refuerzan la misma idea en torno a terminar con la aplicación del Decreto Ley 2.191 del 19 de abril de 1978.
"Las alternativas son derogar a ley de Amnistía, anularla o interpretar el Código Penal, como nosotros hemos hecho. Ninguna es contradictoria, y lo más importante, ninguna es contradictoria con la otra y todas refuerzan la misma idea, que no es otra que desechar la ley de Amnistía, dejarla sin efecto, que nunca más constituya un obstáculo, una muralla que se interponga entre la necesidad de hacer justicia y el ordenamiento jurídico chileno".
